La exitosa marca privada Helados Cid abre un local en el corazón de La Habana

El establecimiento, en la esquina de 23 y H, es toda una atracción a pesar de sus altos precios

Delante esperaban no solamente una decena de empleados –reconocibles por su uniforme–, sino otra tanta cantidad de clientes
Delante esperaban no solamente una decena de empleados –reconocibles por su uniforme–, sino otra tanta cantidad de clientes / 14ymedio
Juan Diego Rodríguez

07 de mayo 2024 - 20:25

La Habana/Todo rosa chicle y turquesa, el flamante establecimiento de Helados Cid, inaugurado el viernes en 23 y H, en El Vedado habanero, es un imán. El local llevaba medio año en obras, y la expectación era máxima el día de la apertura. Delante esperaban no solamente una decena de empleados –reconocibles por su uniforme, pulóver rosado para ellas, azul para ellos–, sino otra tanta cantidad de clientes.

Hasta julio de 2023, el edificio lo ocupaba un establecimiento privado que de día fungía como cafetería y de noche, como bar. Ese mes, sus dueños remataban en redes el mobiliario y los electrodomésticos por cierre, sin dar mayores explicaciones. El pasado noviembre, apareció pintado y con andamios en la puerta. Los relucientes equipos de refrigeración que se veían desde fuera hacían augurar que el destino del lugar seguiría siendo privado. Y así fue. 

En febrero, se desveló el misterio, cuando colgaron un cartel en forma de helado con el nombre impreso –“Sabor Cid”–, pero no ha sido hasta este 3 de mayo, seis meses después de comenzar las reparaciones, que el establecimiento restaurado se hizo realidad, al abrir sus puertas.

A diferencia de lo ocurrido con otros comercios, vacíos en el día de su estreno, ante Helados Cid la gente se sentía atraída y entraba
A diferencia de lo ocurrido con otros comercios, vacíos en el día de su estreno, ante Helados Cid la gente se sentía atraída y entraba / 14ymedio

A diferencia de lo ocurrido con otros comercios, como Bueníssimo Sodería Gourmet, vacíos en el día de su estreno, ante Helados Cid la gente se sentía atraída y entraba. Eran recibidos por uno de los propios dueños de la marca, Yendri García Cid, quien no dudaba en acercarse a preguntar cómo encontraban el helado y conversar sobre la experiencia. Un fotógrafo profesional registraba todos los movimientos.

Según contaba García Cid a uno de los comensales, no solamente ofrecen helado nacional, sino italiano. El primero se puede probar en las “especialidades de la casa” –Copa Cid (2.250 pesos), Affogato Cid (790) y Dona Helada (960)– y en cinco sabores en oferta –dulce de leche, chocolate, fresa, vainilla y avellana–, por 295 pesos el barquillo con una bola y 700 la cesta con tres.

Por otra parte, el hecho de tener que importar de Italia parte de su carta, explicaba el propietario, fundador del negocio junto a su hermano Henrry, “encarece un poco los costos”. En un futuro, proseguía, su objetivo es importar las materias primas para elaborar ellos mismos este tipo de helados.

Por lo pronto, los altos precios del producto italiano –de los 760 pesos el cono de dos sabores a los 1.875 la copa de cinco– no parecen disuadir a los clientes. Competidor de marcas privadas como Clamanta, Gustó o Los Olivos –las cuales han desbancado a la estatal Coppelia, en completa decadencia– Cid parece ser la más apreciada. Lo atestiguan las colas que se arman en las tiendas, restaurantes y dulcerías donde –hasta ahora exclusivamente– vendían al por mayor. 

Los altos precios de Helados Cid no parecen disuadir a los clientes
Los altos precios de Helados Cid no parecen disuadir a los clientes / 14ymedio

En su página web, Helados Cid, se define como “un negocio familiar” fundado hace 17 años: “Paulatinamente hemos ido perfeccionando los procesos de producción que nos han permitido ofrecer helados industriales de variados sabores y formatos”. De un almendrón con una nevera adyacente, que usaban para distribuir las tinas, pasaron, fulgurantemente, a tener un camión de considerable tamaño. De fabricar solamente helado, pasaron a elaborar también otros lácteos, como yogur.

En este tiempo, la prosperidad de la firma, registrada con el número 286 en la lista de micro, pequeñas y medianas empresas del Ministerio de Economía y Planificación, ha merecido incluso el interés tanto de la prensa oficial como de las autoridades. “Muchos son los capitalinos que hoy se deleitan con los Helados Cid”, elogiaba Radio Rebelde hace dos años, al tiempo que destacaba su “variedad de sabores y un sello que los distingue por ser cremosos y como su eslogan dice ‘Sabrosos como la vida misma’”.

Por las mismas fechas, el gobierno municipal de Bauta, en Artemisa, donde se encuentra la fábrica de lácteos de los hermanos Cid, le dedicaba una nota. En ella, destacaban la visita del entonces embajador de Argentina, Luis Ilarregui, y del director de la empresa Frishers, Hernán Oms, del mismo país, la proveedora de la maquinaria de la factoría. Pocos meses antes inspeccionaba Humberto Camilo Hernández, jefe de departamento de Política de Cuadros del Comité Central del Partido Comunista las instalaciones, “donde se interesa por la calidad del producto”.

La aprobación de las autoridades estatales, sin embargo, no merma la competitividad de la firma. “Es que no se puede decir nada malo de este lugar”, declaraba a 14ymedio una clienta el domingo, al salir con su hijo de la mano. “La calidad, la atención… No es para todo el mundo, pero vale la pena pagarlo”.

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