El huracán Matthew toca tierra en el oriente de Cuba
El huracán Matthew impactó este martes alrededor de las seis de la tarde la costa sur de la provincia de Guantánamo, en la zona de Punta Caleta. El huracán se mantiene como categoría 4, con vientos máximos sostenidos de 240 km por hora. El organismo tropical es el más poderoso en esta área desde 2007. El ojo del ciclón tiene 28 km de diámetro y se espera que pase por un punto muy cercano a la ciudad de Baracoa o sobre esta.
Según el último reporte del Insituto de Meteorología de Cuba, ya se presentan fuertes lluvias en Imías, municipio de la costa sur de Guantánamo y en Baracoa, donde olas de varios metros de altura ya han penetrado en el malecón.
Así lo dio a conocer el doctor José Rubiera, quien además afirmó que el fenómeno atmosférico se ha ido más hacia el Este, por lo cual el paso por el territorio nacional será de dos horas, menos de lo previsto inicialmente.
Los municipios de Imías, Baracoa y Maisí, están incomunicados por vía terrestre.
Las autoridades locales han previsto el traslado de algo más de 899.000 personas, ubicadas en su mayoría en zonas proclives a deslizamientos de tierra e inundaciones. Una parte de los desplazados irán a centros estatales acondicionados para la contingencia y otros en viviendas como ejercicio de la solidaridad comunitaria.
Según Juannier Rodríguez, en horas de la tarde de este martes el viento es intenso en Baracoa y se reportan fuertes penetraciones del mar. Vía telefónica, 14ymedio conoció que se suspendió el servicio eléctrico y de internet en la ciudad primada de Cuba.
“Han caído varios árboles y los ríos están crecidos”, comentó Rodríguez, quien también se extrañó ante las publicaciones de la prensa oficial.
“En el noticiero dijeron que todo estaría garantizado, pero en la práctica no tenemos más comida que la normada y no se entregó alcohol ni combustibles para que las personas pudieran cocinar una vez que pase el ciclón”, dijo.
Roberlay Rodríguez, líder del Movimiento Deportivo Comunitario Salud Social en Guantánamo, comentó por su parte: "Ahora mismo lo que hay es una llovizna, pero el cielo está bastante cargado y se espera que ya en una hora comiencen las fuertes lluvias". Según dijo el activista están "muy nerviosos" porque es la primera vez en años que un ciclón pasa por esa provincia. Sin embargo, asegura que otros viven estas horas "como una fiesta con peligro".
Guantánamo, Santiago, Holguín, Granma y Camagüey suman alrededor de 430.000 evacuados
Los vecinos han comprado vianda, pan y galletas para los próximos días y por el momento el suministro eléctrico no se ha visto afectado, aunque no dispongan de internet, ni se pueden conectar al correo Nauta. En la carretera La Farola, que conecta con Baracoa, ya se cerró el paso a cualquier transporte ante el peligro de derrumbe, y los empleados de la Empresa Eléctrica están en el lugar para enfrentar cualquier contingencia.
Hasta el mediodía de este lunes, ya se habían atendido medio millar de habitantes en el centro de evacuación de la Universidad de Guantánamo (en la sede Raúl Gómez García), que cuenta con capacidad para albergar unas 1.200 personas, una cifra que puede ampliarse en caso de necesidad, según explica Alexis Socías Iglesias, presidente de la comisión de evacuación en ese centro.
"¡Dios mío! Vamos a ver qué pasa, porque en Cuba ya tenemos bastante hambre y ahora viene este ciclón", se queja Yoandy Beltrán Gamboa. "Estamos muy preocupados. Es muy triste y doloroso ver que llega un ciclón así y destruye lo poco que tenemos".
Este residente del centro de la ciudad sostiene que la situación de las personas evacuadas a centros escolares y lugares seguros tampoco es la mejor. "En la escuela Elena Fuentes López hay personas durmiendo en el piso y no permiten que entren más".
Elizabeth Gómez, una guantanamera que acudió al centro de evacuación, dice que no solo no había capacidad, sino que además varias personas se han intoxicado con un picadillo que les suministraron en la noche. "En la radio han dicho que todo está garantizado, pero todo ha sido una gran mentira. Las tiendas están cerradas y no hay venta de nada", comenta.
"En la radio han dicho que todo está garantizado, pero todo ha sido una gran mentira. Las tiendas están cerradas y no hay venta de nada", se queja una vecina
"Lo único que repartieron fue lo normado para que no se perdiera en caso de que se destruyan las bodegas. Parte del pueblo guantanamero está con sus propios medios para enfrentar este ciclón".
Además de Guantánamo, las provincias de Santiago, Holguín, Granma y Camagüey se encuentran en fase de "alarma ciclónica" desde ayer lunes, sumando alrededor de 430.000 evacuados de zonas de riesgo potencial.
En Santiago de Cuba, hasta el momento no hay lluvias, aunque está nublado y corre una suave brisa. "La mayoría de las personas están refugiadas en sus casas y se espera que pronto comiencen las lluvias", dice Ignacio González. Este vecino del barrio San Pedrito, de 36 años, sostiene que desde hace dos días las comunicaciones son cada vez más difíciles, puesto que se retiraron las antenas del servicio de wifi y las comunicaciones con Nauta están lentas.
Unos 36.000 vecinos de Baracoa, donde este mediodía se registraban ligeras penetraciones del mar, se refugiarán en instituciones estatales, iglesias y casas de familiares. De 21 albergues previstos, la cifra ha aumentado a 45 y deberá incrementarse en la medida que continúe el traslado de las personas a lugares más seguros.
Keyber Rodríguez Fernández explica que hay mucho movimiento en la población, "que está esperando el fenómeno con mucho temor, por la poca experiencia en estos fenómenos naturales". "Hoy amanecimos con electricidad, pero hace poco ya no tenemos este servicio. Hasta ahora sí nos podemos comunicar por vía telefónica", agrega.
Matthew, de fuerza 4, se encuentra en este momento a unos 115 kilómetros al sudeste de Guantánamo. En las últimas horas ha ganado en velocidad hasta alcanzar los 17 kilómetros por hora, y, tras el paso por Cuba, seguirá hacia las Bahamas y la península de Florida, en EE UU. El quinto huracán de la temporada ciclónica en el Atlántico ha dejado cuatro muertos y más de 18.000 desplazados en la República Dominicana, además de otras dos víctimas en Haití.
El especialista del Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología de la Isla, José Rubiera, informó en el parte del mediodía de que la velocidad de los vientos sostenidos es de 230 kilómetros por hora. El huracán, según las previsiones saldrá a la medianoche del territorio de la Isla por una zona entre Moa y Banes, en Holguín.