Los hoteles de La Habana practican la anarquía cambiaria con el dólar

Divisas

En los restaurantes, la tasa varía entre 150 y 286 pesos según los platos, muy por encima de la tasa oficial de 120 pero debajo de los 445 del mercado informal

Bar Solarium del Hotel Plaza, en La Habana.
Bar Solarium del Hotel Plaza, en La Habana. / 14ymedio
Darío Hernández

09 de diciembre 2025 - 16:30

La Habana/El hotel Sevilla de La Habana vive ajeno a las idas y venidas de la tasa de cambio de las divisas en Cuba. El establecimiento, gestionado por la cadena hotelera española Meliá, tiene sus propias normas: la anarquía. La carta del restaurante exhibe sus precios en pesos cubanos y en dólares y el resultado no puede ser más inesperado. Si el cliente pide un sándwich Sevilla, le costará siete dólares o 1.500 pesos (tasa de cambio: 214), pero si prefiere un sándwich cubano, puede pagar los mismos siete dólares o 1.800 pesos (257). Eso sí, siempre con tarjeta, porque no se acepta efectivo.

El hotel, ubicado en una privilegiada zona céntrica de la capital, a pocos metros del Capitolio, no sigue la tasa oficial dictada por el Gobierno al que alquila la gestión del establecimiento, es decir 120 pesos por dólar. Tampoco ha escogido la que se mueve en el mercado informal de divisas, 445 este martes, sino una tasa a medio camino entre la legalidad y el mercado negro. Quizá esa política de precios tenga algo que ver con el hecho de que Meliá tiene, desde este año, su propia empresa suministradora, Mesol, para poder abastecerse al margen del Estado.

A 4.000 pesos, es decir, por 181 pesos por dólar, se puede comer un entrecot de res, que sale a 22 dólares si se opta por pagar con la divisa estadounidense

Así, la carta es un dislate de pies a cabeza. Por 15 dólares se puede comer un buen plato de atún rojo a 3.800 pesos (cambio a 253), o bien una ropa vieja que está a 4.300 (286). Pero a 4.000 pesos, es decir, por 181 pesos por dólar, se puede comer un entrecot de res, que sale a 22 dólares si se opta por pagar con la divisa estadounidense. Además, el apartado de las bebidas deja alguna situación casi paranormal. Una botella de medio litro de agua cuesta 150 pesos o 2 dólares (cambio a 75 pesos, muy por debajo de la tasa oficial de 120), pero si se prefiere un refresco Seven-Up, el precio en divisas es el mismo, pero en moneda nacional será el doble (300 pesos).

“El servicio es malísimo, me tomé el peor capuchino de mi vida: agua con churre”, cuenta un cubano sentado este fin de semana en el hotel. El café, por cierto, está a dos dólares, independientemente de su presentación, pero la tasa de cambio no es la misma para el expreso (100), con leche (125) o el insípido capuchino (150), que cuesta lo mismo en moneda nacional que el cóctel que se tomaba un extranjero en la mesa vecina, el único turista en la cafetería.

Parte de la carta del Hotel Sevilla, en La Habana.
Parte de la carta del Hotel Sevilla, en La Habana. / 14ymedio

“Antes pasabas por la plaza de la Revolución y veías una caravana de carros. Ahora, con suerte, ves uno o dos”, cuenta el cubano, que confirma con sus ojos lo que los números no dejan de revelar mes tras mes. El turismo se ha hundido en la Isla desde la pandemia y hasta el 31 de octubre apenas 1,4 millones de viajeros internacionales llegaron a la Isla, un 20% menos que el ya nefasto año 2024.

“Es más popular la cafetería del Inglaterra”, cuenta el cubano, aunque este fin de semana tampoco había mucho movimiento en las habitaciones del hotel –gestionado por la cadena canadiense Blue Diamond–, el bar tenía algo más de clientela. En su caso, los precios solo se muestran en pesos cubanos, por lo que es imposible saber qué tipo de cambio aplican si se quiere pagar con la tarjeta Clásica a la que remite la carta para el pago en dólares. Los camareros son los primeros en disuadir al incauto que intente hacerlo. “¿Seguro que quieres pagar en dólares, a 120?”, responde el empleado asombrado. 

Código QR de la carta del Hotel Sevilla, en La Habana.
Código QR de la carta del Hotel Sevilla, en La Habana. / 14ymedio

El que sí respeta las tarifas oficiales es el Plaza, ubicado en La Habana Vieja y perteneciente al grupo estatal Gran Caribe. La carta se puede ver en pesos y en dólares y en todos los productos se corresponde el cambio con los 120 fijados por el Gobierno para las personas físicas –la tasa para las empresas sigue siendo la que fue fijada hace casi cinco años por la Tarea Ordenamiento–. 

Un combo de croquetas cuesta cinco dólares o 600 pesos, mientras que una pizza cuatro estaciones se vende por 2.000 pesos o 16,66 escrupulosamente exactos dólares. “Aquí el pago solo es con tarjeta, la que quieras, porque el efectivo no se acepta”, comenta un habanero, cliente habitual del restaurante. “Es mejor en CUP, porque si pagas en dólares, pierdes por el cambio que aplican ellos”, razona, afirmando que tanto el servicio como la calidad de la comida era bueno. Sorprendentemente, ya que la clientela solo era cubana.

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