La Iglesia cubana quiere contribuir a una relación plena con Estados Unidos
La Habana/(EFE).- La Iglesia Católica de Cuba se siente "contenta" con el acercamiento a Estados Unidos y quiere colaborar para que ambos pueblos puedan relacionarse de la manera más plena posible, mientras está inmersa en los preparativos de la visita del papa Francisco, que se iniciará justo en un mes.
"La Iglesia se siente verdaderamente muy contenta siempre que acontece una realidad así, siempre que dos pueblos divididos se unen", dijo en una entrevista con Efe el obispo auxiliar de La Habana, Juan de Dios Hernández, integrante de la comisión que prepara la visita papal que tendrá lugar del 19 al 22 de septiembre.
Para el obispo cubano, "siempre que haya puentes y no muros, siempre que haya posibilidades de sentarnos a hablar, la Iglesia crece", recalcó tras recordar que la misión de la Iglesia consiste, entre otras cosas, en lograr que "cada pueblo logre la mayor unidad posible con el resto de las naciones".
El viaje del papa Francisco a la isla se producirá en un momento histórico, en pleno proceso de restauración de las relaciones con Estados Unidos, tras más de 50 años de enemistad, un giro diplomático que contó con el apoyo y mediación del Vaticano y del pontífice argentino.
"No es extraño para nosotros que el papa Francisco hubiese tratado, como de hecho fue, de que estos dos pueblos tan cercanos se unieran una vez más y creo que lo seguirá haciendo", aseveró el prelado.
En ese sentido reconoció que en esta visita pastoral del pontífice, que desde Cuba viajará a EE UU, es "indiscutible" que entra la misión de la Iglesia de "aunar en las diferencias, tratar de tirar puentes entre realidades que han estado divididas y apostar por el diálogo".
Hernández cree que la aproximación entre Washington y La Habana también se reflejará en la vida de la Iglesia
Hernández cree que la aproximación entre Washington y La Habana también se reflejará en la vida de la Iglesia en la medida en que los dos pueblos tengan "más posibilidades de intercambiar" opiniones.
En conclusión, considera que si el pueblo se beneficia de esta nueva etapa de relaciones, también "se beneficia la Iglesia".
Francisco será el tercer papa que recibe Cuba, después del viaje que realizó Juan Pablo II en enero de 1998 y la posterior visita de Benedicto XVI, en 2012.
Se trata de un acontecimiento que para Juan de Dios Hernández "es un privilegio como latinoamericanos y como cubanos".
Además considera que esta visita tiene lugar en un momento en el que "cada vez más el Estado cubano entiende el papel de la Iglesia" católica y los diálogos entre ambos son "constructivos".
Aunque considera que Iglesia y Estado han avanzado en sus relaciones, cree que "se puede avanzar más".
Para ilustrar esos avances menciona el hecho de que el Gobierno cubano haya permitido construir nuevos templos y haya ido devolviendo a la Iglesia católica de una manera "gradual" algunos que le había expropiado en los primeros años tras el triunfo de la Revolución de 1959, cuando se tensaron las relaciones Iglesia-Estado.
También indicó que ahora se permite a algunas religiosas que asistan a enfermos en hospitales y comienzan a abrirse espacios para que la Iglesia atienda a personas de la tercera edad cuando Cuba se enfrenta al reto de un progresivo envejecimiento de la población.
Pero advirtió que están pendientes otros aspectos, como la participación de la Iglesia en el área educativa del país o su presencia más "sistemática" en los medios de comunicación.
Sobre los preparativos en marcha para la visita del papa Francisco, Hernández adelantó que se espera que asistan invitados como los cardenales de Boston, Sean O'Malley, de Nicaragua, Leopoldo Brenes, y Panamá, José Luis Lacunza.
Además se espera en Cuba a los arzobispos de Miami, Thomas Wenski, y de Puerto Rico, Roberto González, junto a obispos, religiosos y peregrinos latinoamericanos y de Estados Unidos.
Entre las actividades del pontífice en la isla, resaltó la reunión que mantendrá con el presidente Raúl Castro, las misas que oficiará en las ciudades de La Habana, Holguín y Santiago de Cuba, donde se desplazará en tres "papamóviles" fabricados en la isla, así como sus encuentros con familias, jóvenes y enfermos.