Los judíos cubanos denuncian el antisemitismo "impune" de Mariela Castro
Cuba
"Si el objetivo de sus palabras era ofendernos, lo ha logrado. Pero también ha fortalecido nuestra dignidad"
La Habana/Un vehemente comunicado de la Comunidad Hebrea en Cuba publicado este sábado reacciona contra las declaraciones de Mariela Castro en el programa Mesa Redonda, a quien atribuyen un “odio desmedido” y “profundo desprecio” hacia los judíos. La diputada e hija de Raúl Castro dijo el viernes, entrevistada por el vocero Randy Alonso, que “no hay un pueblo judío”, sino personas que profesan esa religión “victimizadas de una manera exagerada utilizando mitos bíblicos”.
Los judíos cubanos acusan a Castro de haberse expresado de modo “insultante” y haber ido “demasiado lejos” en su declaración, aprovechando la “impunidad” que le dan su rango y su familia. Sus palabras “incitan al odio dentro de la población cubana”. En pocas horas, el mensaje ha acumulado cientos de comentarios de apoyo a los judíos y de repulsa a las declaraciones de la sexóloga.
Si bien el régimen ha tenido siempre una posición contraria a Israel y ha descalificado su defensa tras el ataque terrorista de Hamás, el 7 de octubre de 2023 –en el que murieron unos 1.200 israelíes y fueron secuestrados 251–, ningún alto cargo cubano se había manifestado antes de una manera tan “incoherente, hiriente, irresponsable e irrespetuosa, en un acto evidente de abuso de poder” como Castro.
“Existen múltiples formas de defender una causa, y cada día lo vemos demostrado en todo el mundo. Sin embargo, querer la paz para el pueblo palestino no da derecho alguno a descalificar, maldecir ni atacar al pueblo de Israel”, alegan.
Instan a Castro –usando la dialéctica judía de “una pregunta con otra”– a responder “por qué han sido perseguidos durante siglos por distintas naciones” desde su expulsión de Israel en el siglo I, por parte del Imperio Romano. Le recuerdan también a la diputada que el propio Fidel Castro admitió en 2011 que “nadie ha sido calumniado más que los judíos… los judíos han llevado una vida mucho más difícil que la nuestra. No hay nada que pueda compararse al Holocausto".
La Comunidad Hebrea critica también que Mariela Castro haya equiparado el sionismo con el fascismo –“en su expresión nazi’’–, cuando son movimientos históricos antagónicos. Para 1945, los nazis habían eliminado a 2,7 millones de judíos en campos de exterminio, a unos dos millones en fusilamientos masivos y a casi un millón en campos de concentración o en guetos de ciudades europeas, cifras de las que Castro se desentiende.
Explican, además, que en el Estado de Israel conviven hoy “múltiples minorías étnico-religiosas, incluyendo un 20% de población árabe-israelí”. Denuncian también concepciones erróneas e identificaciones antihistóricas de la hija de Raúl Castro, para quien el fascismo de 1920 es, en sus propias palabras, identificable con el movimiento sionista de finales del siglo XIX, que impulsaba el retorno de los judíos dispersos por el mundo a su tierra de origen.
El documento critica también que la Mesa Redonda pretendiera ningunear, en “apenas una hora” y de manera tangencial, tanto el conflicto de Israel con Palestina como sus intentos de lograr “una paz que hasta hoy ha sido rechazada por varios líderes árabes”. Se trata, zanjan, de una “opinión desde la ignorancia” o, más bien, desde la negación de la herencia cultural y la memoria judía.
“La Comunidad Hebrea de Cuba reitera su compromiso con el diálogo respetuoso, la paz entre los pueblos y la defensa de su historia, su cultura y su dignidad”, concluyen. “Si el objetivo de sus palabras era ofendernos, lo ha logrado. Pero también ha fortalecido nuestra dignidad”.
"La Comunidad Hebrea de Cuba reitera su compromiso con el diálogo respetuoso, la paz entre los pueblos y la defensa de su historia"
Castro había comparecido en la Mesa Redonda para abordar cuestiones relativas a la comunidad LGBTI afín al oficialismo, que encabeza como directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex). En el programa, la diputada alegó que Israel pretendía una “limpieza étnica plena y total” de Palestina, en connivencia con EE UU.
Alonso comparó esa supuesta intención con la de la Alemania nazi con “el pueblo judío”, a lo cual Castro replicó negando que tal pueblo existiera. “Hay una religión judía”. “El pobrecito [pueblo de Israel]”, se burló. “Por supuesto, en aquel momento el imperialismo liderado por Reino Unido y después por EE UU, para no perder el poder geopolítico del estrecho del Bósforo y del Mar Rojo, no querían perder su poder colonial”.
“No son hebreos, son de religión judía, no son semitas”. Alonso aprobó el comentario y trató de matizar: “No es lo mismo el pueblo judío que el poder sionista”, dijo, pero Castro volvió a la carga: “El poder sionista fue todo un movimiento supremacista político que nació un poco antes del nazismo y estuvieron muy estrechamente relacionados y están muy estrechamente relacionados con todo lo peor del nazismo y el fascismo, que ahora resurge con gran fuerza”.
A continuación, dijo que el “activismo revolucionario” del régimen tenía el deber de reaccionar contra Israel y sus aliados. Además de condenar estas palabras de Castro, la Comunidad Hebrea en Cuba prometió que, de ser ratificadas en otras plataformas por ella misma u otros funcionarios del régimen, recibirían una respuesta “firme, digna y también impune” por parte de los judíos cubanos.