Melissa ya es huracán: establecen la fase de alerta en todas las provincias orientales y Camagüey

Ciclón

Estados Unidos ordenó la evacuación de la mayoría de sus ciudadanos no esenciales de la base naval de Guantánamo

La lentitud con la que avanza el huracán prolonga su influencia sobre un mismo territorio, lo que agrava el riesgo de inundaciones.
La lentitud con la que avanza el huracán prolonga su influencia sobre un mismo territorio, lo que agrava el riesgo de inundaciones. / Primada Visión
14ymedio

25 de octubre 2025 - 15:30

La Habana/Melissa ya se convirtió en huracán de categoría 1, según informó este sábado el Centro Nacional de Huracanes de EE UU. El Estado Mayor de la Defensa Civil en Cuba estableció la fase de Alerta desde las 15:00 horas para las provincias de Guantánamo, Santiago de Cuba, Granma, Holguín, Las Tunas y Camagüey, y la Fase Informativa para las provincias de Ciego de Ávila y Sancti Spíritus.

El centro de Melissa se encontraba esta tarde a unos 230 kilómetros al sureste de Kingston y a unos 380 kilómetros al suroeste de Puerto Príncipe, Haití, con vientos sostenidos de 120 kilómetros por hora y con un desplazamiento lento hacia el oeste-noroeste a cerca de 2 kilómetros por hora, según el parte más reciente del centro con sede en Miami. 

Los pronósticos también señalan que golpeará territorio cubano en los próximos días, probablemente el miércoles. Los estragos en su paso hasta ahora permiten prever el alcance de su furia. En Haití y República Dominicana ya se reportan tres muertos por inundaciones y deslizamientos, así como cuantiosos daños materiales. 

Dentro de la base ya se cancelaron eventos previstos para el fin de semana

Ante la creciente proximidad de Melissa, Estados Unidos ordenó la evacuación de la mayoría de sus ciudadanos no esenciales de la base naval de Guantánamo. Las autoridades del enclave comunicaron que quienes no sean imprescindibles deberán abandonar la isla entre el sábado por la tarde y el domingo por la mañana como máximo. 

La instrucción incluyó preparar pertenencias, disponer de ropa y medicamentos para al menos dos semanas, permitir solo una maleta de 40 libras y un artículo de mano por persona, y clausurar espacios al aire libre como la marina, campos deportivos, piscinas y el campo de golf. Dentro de la base ya se cancelaron eventos previstos para el fin de semana. Con esta medida, EE UU reconoce la gravedad de lo que pueda venir.

Las autoridades de la provincia de Guantánamo han asegurado al telecentro local que en el territorio serán evacuadas 108.000 personas en casas de familiares y conocidos, mientras que unas 36.000 pasarán a estar protegidas en centros escolares habilitados para ese fin. 

El huracán se mueve con rumbo próximo al oeste-noroeste, pero se espera que en las próximas horas incline ligeramente su trazado hacia el noreste mientras gana organización e intensidad. Su lentitud prolonga su influencia sobre un mismo territorio, lo que agrava el riesgo de inundaciones persistentes, saturación del suelo y colapso de drenajes.

En un reciente artículo de Cubadebate se ofrece una visión marcadamente institucional de las acciones emprendidas ante el avance del huracán. En Holguín, el Consejo de Defensa Provincial enfatiza la necesidad de “preservar la vida” y minimizar daños a la economía local. Afirman que han verificado albergues, que realizan limpieza de drenajes y que garantizan la protección de recursos agrícolas y energéticos. Sin embargo, no abordan con la misma claridad la capacidad real de esas estructuras para responder en un contexto de precariedad material y fatiga institucional acumulada.

La preparación frente a desastres, más que un proceso estructural, depende de reacciones coyunturales

Este diario se comunicó con varios residentes en la provincia de Holguín para constatar la situación en ese territorio. “Yo no veo demasiados preparativos”, comenta un vecino del municipio cabecera. “Lo puedes comprobar en la prensa local. Antes, en la radio no paraban de dar información sobre evacuaciones y movimientos. Yo no veo aquel ímpetu ahora”, añade. 

En periódico ¡Ahora!, órgano oficial del Partido Comunista en la provincia, anuncian que el Grupo Empresarial de Comercio de Holguín ha implementado medidas preventivas ante la proximidad de la tormenta tropical Melissa. Se garantiza el abastecimiento a la población y al sistema de atención a la familia, productos elaborados y semielaborados de línea económica, incluyendo caldosas, arroz y viandas hervidas o croquetas. Pero los usuarios en redes sociales denuncian que esos mismos productos debieron llegar “hace mucho rato” a las bodegas, que permanecen vacías.   

En Santiago de Cuba y Granma, el artículo de Cubadebate resalta el esfuerzo de los sectores agrícola y energético para proteger cosechas, ganado y parques solares fotovoltaicos. Aunque el tono es de eficiencia y compromiso, aflora entre líneas la falta de experiencia de los trabajadores, la escasez de recursos y la urgencia de medidas improvisadas. El énfasis en “capacitaciones aceleradas” y la “movilización de trabajadores de otros sectores” muestra que la preparación frente a desastres, más que un proceso estructural, depende de reacciones coyunturales. 

Melissa ya no es solo una amenaza hipotética. Su paso ha dejado daños y pérdidas humanas antes de alcanzar su pico máximo. En su nueva condición de huracán categoría uno, con Estados Unidos evacuando su base de Guantánamo como acto preventivo, la sombra de destrucción se proyecta sobre el oriente de Cuba. 

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