Los mendigos se resisten a subir a la guagua que los recoge en las calles de la capital cubana
Las autoridades suelen recoger cada cierto tiempo a los menesterosos que inundan la capital para llevarlos al Centro de Protección Social situado en El Cotorro
La Habana/La destartalada guagua de Transmetro estacionada en la avenida Carlos III de La Habana, este lunes, parecía estar destinada a lo que ponía el cartel en su parabrisas: "Transportación de trabajadores". Sin embargo, llamaba la atención que una mujer vestida de civil y con una carpeta en la mano estuviera ayudando a subir a un anciano sucio con bastón. El vehículo no trasladaba a trabajadores sino a mendigos.
Una decena de ellos, todos desaseados, algunos impedidos, la mayoría de raza negra, se amontonaban en los asientos de atrás, como si fueran presos.
Antes de llegar a otra parada, cerca del Boulevard de San Rafael, un hombre avisaba a un menesteroso en silla de ruedas y portando una imagen de San Lázaro: "Oye, ¡muévete, muévete, muévete!, que viene la guagua que está recogiendo". El hombre pudo esquivar la redada, a diferencia de otros tres pordioseros, que fueron traídos por el policía que viajaba también en el vehículo. "Dale, vamos", repetía el oficial con desgano.
Al ver la guagua, medio oxidada y envejecida, una mujer que presenció la escena dijo: "Por lo menos han mejorado el transporte, recuerdo alguna vez que los recogía un camión de comunales".
Más adelante, en la zona de Galiano, el vehículo volvió a detenerse en un lugar donde suelen vender varios mendigos. Tras subir a estos, el policía fue hacia el parque Fe del Valle, donde se dirigió a otro indigente que se negó a acompañarlo. Entonces, el agente le arrebató una bolsa que llevaba el hombre, que de inmediato corrió detrás, increpando al policía con sonoros insultos. De poco le sirvieron, pues el vagabundo acabó, como el resto, en un asiento del vehículo, que siguió para perderse hacia la calle Monte.
Las autoridades suelen recoger cada cierto tiempo a los menesterosos que inundan la capital para llevarlos al Centro de Protección Social situado en El Cotorro, conocido como Las Guásimas, donde, en palabras del oficialismo, se atienden a "personas con conductas deambulantes". Allí, los bañan, los afeitan, les cortan el cabello y les entregan algo de ropa de segunda mano. "No están más que unos pocos días", cuenta a este diario una residente en las inmediaciones del centro. Al cabo de pocos días, los devuelven "aseados" a las calles, pobladas cada día más de miseria.
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