Con la suspensión de los trámites migratorios, muchos residentes cubanos en EE UU ya no se atreven a viajar
Migrantes
La orden anunciada este martes aumenta la incertidumbre entre quienes intentan regularizar su situación
La Habana/Mayra no ha parado de revisar su móvil desde el martes, cuando se publicó un memorándum que congeló las solicitudes de residencia y naturalización para migrantes de 19 países, entre ellos Cuba. La mujer lleva más de dos años en Estados Unidos y esperaba obtener en los próximos meses la green card, pero su incertidumbre se multiplicó hace unas horas, cuando se enteró de que su cita biométrica del 8 de diciembre acaba de ser cancelada.
Llena de dudas sobre su trámite para acogerse a la Ley de Ajuste Cubano, Mayra se muestra realista y, ahora mismo, ve pocas oportunidades de legalizar su situación a corto plazo. Con un documento I-220A, después de haber entrado por la frontera sur, no guarda muchas esperanzas de regularizarse durante el mandato de Donald Trump. "Hay que aguantar, pero al menos ya estamos dentro", comenta resignada a 14ymedio.
Los cubanos están entre los nacionales que han visto suspendidas sus solicitudes de inmigración con la nueva normativa. La decisión incluye procesos de residencia permanente, naturalización y otros trámites migratorios supervisados por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (Uscis, por sus siglas en inglés). En las últimas horas, varios abogados han reportado la cancelación de entrevistas y de ceremonias de naturalización de sus clientes.
En la medida en que el contenido del memorándum se ha ido difundiendo, miles de migrantes de la Isla han comenzado a sopesar el impacto que el documento tendrá en su situación legal. Algunos llevan meses, otros varios años, a la espera de regularizar su situación tras entrar a EE UU por la frontera o gracias a un parole humanitario. El anuncio de esta semana podría prolongar el limbo migratorio en el que se encuentran.
Niurka, una habanera de 37 años, ha vivido horas de angustia desde la noche de este martes. Residente en Estados Unidos desde hace cuatro años, llegó inicialmente con una visa de entradas múltiples obtenida, recuerda, "durante la era de Obama cuando era más fácil todo". Tras viajar en varias ocasiones de La Habana a Miami, en su cuarta visita decidió quedarse y esperar un año para acogerse a la Ley de Ajuste Cubano.
"Si no voy pierdo mi casa, pero si salgo de aquí, va y después no puedo volver a entrar"
Antes del próximo 31 de enero, Niurka debe regresar a Cuba si quiere conservar su vivienda. Bajo la actual legislación cubana, los residentes en la Isla tienen hasta 24 meses fuera del país para preservar sus propiedades. "Si no voy pierdo mi casa, pero si salgo de aquí, va y después no puedo volver a entrar", considera.
La medida impulsada por Trump podría tener un efecto colateral en la Isla, ya golpeada por la caída en el número de visitantes provenientes del extranjero. La comunidad de cubanos emigrados es uno de los grupos que todavía sigue viajando con regularidad al país para visitar a sus familiares, hospedarse en hoteles junto a sus parientes y llevarles alimentos o medicinas.
El temor a tener problemas con su estatus migratorio, e incluso a perder la residencia estadounidense tras unas vacaciones en Cuba se ha multiplicado tras la inclusión de la Isla en el listado de naciones afectadas, entre las que también están Venezuela, Irán, Sudán, Eritrea, Haití, Somalia y otros países.
Niurka prefiere no arriesgar su legalidad en Estados Unidos. "Por suerte compré un boleto que puedo cambiar de fecha o reintegrar el pago, pero, por sí o por no, ya no voy a viajar", sentencia.
"En este país hay tribunales y jueces que le paran los pies constantemente al presidente"
El abogado Wilfredo Allen coincide con la posición de Niurka. En una entrevista este miércoles con el periodista Wilfredo Cancio, de Café Fuerte, recomendó cautela a quienes planean viajar a la Isla. "Si eres residente y no tienes razón para viajar a Cuba, no viajes. Cuando tú regreses te van a interrogar, te van a tratar de intimidar", advirtió.
Para Ismael, que "ha esperado lo mucho y no pasa nada si hay que esperar lo poco", el memorándum "se veía venir". Todavía con un proceso muy en ciernes para obtener la residencia, el santiaguero de 34 años tiene este diciembre una cita para presentarse ante un juez y demostrar "miedo creíble" de recibir represalias si regresa a la Isla. Ahora, su mayor temor es que la vista se suspenda, lo arresten y lo deporten.
No obstante, con esa sabiduría que acompaña al que ha visto mucho después de hacer una larga travesía por varios países para llegar a EE UU, Ismael opta por mantener la calma: "Si me botan de aquí por lo menos me tendrán que mandar en un vuelo que me saldrá gratis", resume con cierta ironía.
Otros, ponen sus esperanzas en que del anuncio de este martes a la realidad vaya un buen trecho. María Eugenia, de 66 años, que llegó a Miami en 2024 desde Matanzas, a través de un parole humanitario y que todavía no tiene su residencia permanente, se aferra a una esperanza: "En este país hay tribunales y jueces que le paran los pies constantemente al presidente", asegura en alusión al complicado recorrido que tiene por delante el memorándum.
A pesar del clima migratorio tenso, Alexandra, una cubana conductora de Uber y también sin green card, ha recibido en las últimas horas muestras de solidaridad. Tras unas frases de saludo, un pasajero estadounidense le dijo con emoción: "Inmigrantes como tú son los que hacen a este gran país, God bless you", contó la mujer a 14ymedio.