Solo la mitad de la población cubana recibe agua en condiciones adecuadas

Casi medio millón de personas no tiene suministro en el hogar y la recibe en 'pipas' en períodos superiores a 15 días

4.500 personas, repartidas en cinco comunidades rurales del municipio de Yaguajay, tienen que recurrir a costosas pipas o rastras. (14ymedio)
4.500 personas, repartidas en cinco comunidades rurales del municipio de Yaguajay, tienen que recurrir a costosas pipas o rastras. (14ymedio)
14ymedio

11 de abril 2024 - 12:56

Madrid/Apenas el 48% de la población cubana recibe agua a diario en condiciones de calidad, disponibilidad y accesibilidad. A pesar de que el Gobierno está comprometido por el artículo 76 de la Constitución, que establece que todas las personas tienen derecho a ella y obliga al Estado a “crear las condiciones para garantizar el acceso”, solo 5.400.035 cubanos de los 11.089.511 que, según las estadísticas oficiales residían en la Isla en 2022, disfrutan de este derecho humano.

El medio oficial Cubadebate ha convocado para este jueves a las 10 de la mañana un foro abierto en el que los lectores están invitados a dejar sus impresiones, quejas y reclamaciones sobre este tema, un debate que no augura ser complaciente con las autoridades después de que el pasado marzo, tras la publicación de un informe sobre la situación del abastecimiento de agua en Cuba, llovieran las protestas en el mismo diario. 

Para preparar el terreno, el programa Mesa Redonda –producido por el mismo grupo que Cubadebate, Ideas Multimedios– repasó este miércoles algunos indicadores que dejan claro el desolador panorama. Por partes: el 79,4% de la población tiene abastecimiento, un total de 8,8 millones de personas –siempre tomando en cuenta el dato de población oficial–. De ellas, el 94,8% tienen servicio intradomiciliario, el 5% en pipas permanentes y el 0,07% a través de fuentes de fácil acceso. 

El 94,8% tienen servicio intradomiciliario, el 5% en pipas permanentes y el 0,07% a través de fuentes de fácil acceso

Pero a su vez, hay que desglosar el dato de quienes tienen el servicio en su vivienda, ese grupo de “privilegiados”, que asciende a algo más de 8,3 millones de personas se divide entre quienes la reciben a diario, poco más de 4 millones; en días alternos, 2,1 millones; en ciclos de tres a nueve días, 1,6 millones de personas; y, por último, los 566.000 que la tienen cada diez días o más.

Pero aún hay un escalafón peor que este último, el de los que no tienen servicio de abastecimiento. Ese grupo lo forman 535.876 personas, el 6,1% de la población, que a su vez se dividen entre quienes no la tienen por una “eventualidad” (299.000), por ciclo de servicio mayor a 7 días (386.530), por obras de captación afectadas (79.681), falta de electricidad (4.110) y, por último el gran colectivo: quienes la reciben en pipas intermitentes: 475.404 habitantes que tienen agua en períodos superiores a los 15 días.

José Antonio Hernández Álvarez, presidente del OSDE Agua y Saneamiento, ofreció todos estos datos en la emisión de anoche y dio detalles sobre cuáles son los planes para resolver tan grave situación. “Los principales problemas están en zonas del oriente del país, mientras que en el centro tenemos dificultades, sobre todo en algunos territorios montañosos y en la ciudad de Santa Clara. Ahora mismo, la cantidad de personas afectadas en Cuba ronda las 500.000, aunque muy por debajo de lo reportado en otros momentos”.

Según su explicación, hay tres programas en marcha dotados de inversión –sin cifras aportadas– para reponer los equipos de bombeo, mejorar la medición y cambiar la matriz energética.

“Los principales problemas están en zonas del oriente del país, mientras que en el centro tenemos dificultades, sobre todo en algunos territorios montañosos y en la ciudad de Santa Clara"

El funcionario dedicó parte de su exposición a lamentar que el abastecimiento de agua dependa tanto de la energía eléctrica y solo unos pocos sistemas de bombeo dispongan de generadores. “Estos sistemas se encuentran ubicados en áreas densamente pobladas, pero en los últimos años han empeorado debido a su explotación y presentan importantes problemas relacionados con el suministro eléctrico”, adujo.

Hernández Álvarez explicó que estos sistemas, al contrario que la luz, tardan horas en recuperarse tras un apagón, ya que las tuberías deben llenarse primero y luego ir subiendo la presión, así como repartirse por distancias de varios kilómetros, lo que complica la situación. Para paliarla, se han comprado baterías que respalden a los generadores y que, a su juicio, han mejorado moderadamente el problema. 

La falta de combustible, por su parte, afecta a las operaciones, así como a las obras de mejora y reparación o la distribución con pipas. También persisten los problemas con los “salideros”, entre 2.500 y 3.000 en todo el país, cifra que, dijo, se intenta reducir “a partir de producciones de piezas en el país”.

Pese a ello, las soluciones parecen venir más bien de fuera, ya que el funcionario habló de la “adquisición de equipos de bombeo”, la respuesta que más impacto produce.“Hasta el momento han llegado 1063 y ya instalamos 803 de ellos en varias zonas de Cuba. Para los próximos meses está prevista la llegada de otros equipos. Todo esto junto con el éxito de recuperar 733 equipos de bombeo tradicionales desde el año anterior”.

Uno de los reproches más comunes de la ciudadanía es que, desde la Tarea Ordenamiento, el precio del agua ha subido siete veces: un costo excesivo para el pésimo servicio recibido. Hernández Álvarez dio señales de comprender la molestia, pero argumentó que el costo para la entidad ha aumentado 16 veces y el de los combustibles, 19. 

"Esto resulta en un costo real de más de 200 pesos, mientras que la población solo paga alrededor de 7 pesos"

“El costo de un metro cúbico de agua está alrededor de los 70 pesos y una persona consume aproximadamente tres metros cúbicos. Esto resulta en un costo real de más de 200 pesos, mientras que la población solo paga alrededor de 7 pesos. Esto afecta la liquidez de la empresa, y al cierre de febrero hay nueve empresas que están registrando pérdidas”, añadió.

El conglomerado, creado en 2009 y que ocupa a unos 24.000 trabajadores, estaba formado por 29 empresas de las que 24 se ocupaban de agua y saneamiento y cinco de actividades de construcción. A ellas se han unido desde 2022 dos asociaciones económicas internacionales, dos empresas filiales y mipymes estatales, una de las cuales “tiene la tarea de reparar las líneas sanitarias dentro de las viviendas”.

Leonel Díaz Hernández, director general de la Empresa Aguas de La Habana, estuvo para hablar de la situación específica de la capital, en la que ha habido grandes problemas las últimas semanas, que han mejorado –adujo– tras las lluvias de finales de marzo. 

“Continuamos con los proyectos vinculados al uso de fuentes renovables de energía y en los próximos meses debemos adquirir otros dos generadores de electricidad a partir de paneles solares, mientras introducimos otros equipamientos como camiones cisterna que funcionan con este tipo de energía”, añadió.

En 2020, la Misión de Cuba en Naciones Unidas dio respuesta por escrito a una nota del Relator Especial sobre los derechos humanos y el medio ambiente en la que se preguntaba por “ los derechos humanos y las relaciones conexas relacionadas con la contaminación del agua, la escasez del agua y las inundaciones”.

En ella, el régimen dio todo tipo de detalle sobre las muchas medidas (planes, programas, incorporaciones legislativas, etcétera) tomadas por el Gobierno para proveer de agua a la población y garantizar así un servicio que en 2010 la ONU declaró “esencial para el pleno disfrute de la vida y de todos los derechos humanos". No obstante, los últimos tres párrafos estaban dedicados a responsabilizar a EE UU por limitar los recursos de la Isla, y esta vez no por el “bloqueo”, sino “debido a la usurpación ilegal de nuestro territorio por el Gobierno de Estados Unidos, con la imposición, desde 1903, de una base naval en la provincia de Guantánamo”.

El texto detallaba: “Una de las consecuencias de esta usurpación ilegal para el pleno disfrute al derecho del agua y el saneamiento es que no podemos gestionar de forma integral las aguas superficiales y subterráneas que se forman en las montañas de las provincias Santiago de Cuba y Guantánamo pues concluyen su recorrido en la zona ocupada”.

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