Muere en La Habana el cineasta cubano Manuel Pérez Paredes, a los 85 años

Obituario

Nacido en La Habana en 1939, Pérez Paredes fue miembro fundador del Icaic en 1959

Conocido cariñosamente como Manolito, dejó tras de sí una obra decisiva para el cine de la Isla
Conocido cariñosamente como Manolito, dejó tras de sí una obra decisiva para el cine de la Isla / FIC Gibara
14ymedio

06 de noviembre 2025 - 12:48

La Habana/Este jueves falleció en La Habana el cineasta cubano Manuel Pérez Paredes, a los 85 años de edad, según anunció la prensa oficial. Conocido cariñosamente como Manolito, dejó tras de sí una obra decisiva para el cine de la Isla, una huella que se remonta al nacimiento del ­Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic) y que se prolonga hasta sus trabajos más recientes.

Nacido en La Habana en 1939, Pérez Paredes fue miembro fundador del Icaic, en 1959, y reconocía a esta entidad como su "universidad". Con una permanente curiosidad para aprender, aseguró en una entrevista que "uno puede tener más o menos talento, pero lo que no puede faltar es una formación cultural sólida", en referencia a la necesidad de añadir conocimientos, vivencias y lecturas al trabajo cinematográfico. "Para ser cineasta hay que ser un hombre culto, saber de cine, de teatro, de literatura, de música", subrayó entonces.

Manolito fue director de la emblemática cinta El hombre de Maisinicú (1973) –considerada un clásico del cine cubano– que le ganó reconocimiento internacional pero que también seguía el guion oficial sobre los enfrentamientos en el Escambray, la zona montañosa del centro de la Isla. Con magníficas actuaciones, el filme no logra escapar del maniqueísmo de bandidos versus revolucionarios.

En 1988, cuando el Icaic estableció tres Grupos de Creación para organizar el trabajo de sus realizadores de ficción y documental, Pérez Paredes fue designado responsable de uno de ellos. Bajo su coordinación se produjeron títulos emblemáticos como La bella del Alhambra (Enrique Pineda Barnet), Adorables mentiras (Gerardo Chijona), Alicia en el pueblo de Maravillas (Daniel Díaz Torres) y Madagascar (Fernando Pérez), entre otros. 

Tras esa etapa, se concentró en la asesoría artística de documentales, la enseñanza de apreciación cinematográfica y la crítica especializada, colaborando con frecuencia en la revista Cine Cubano.

Fue coguionista y codirector del documental de largometraje Del otro lado del cristal (1995), centrado en la Operación Peter Pan, y regresó a la dirección con Páginas del diario de Mauricio (2006), basada en un guion propio. Miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, presidió en 1977 su Sección de Cine, Radio y Televisión, también integró el Comité de Cineastas de América Latina –fundado en Caracas en 1974– y el Consejo Directivo de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano. 

El Festival de cine de La Habana le otorgó en 2019 un Coral de Honor por considerarlo "el más agudo cronista de la historia del Icaic desde sus tiempos fundacionales". Recibió también el Premio Nacional de Cine en 2013.

Pérez Paredes no se limitó a la dirección de cine, sino que participó activamente en la enseñanza y la promoción cultural. Su más reciente actividad incluyó campañas de memoria audiovisual, además de la participación en documentales donde recuperó testimonios y archivos poco conocidos. Esa energía incansable le permitió mantenerse activo hasta hace poco, multiplicando voces e imágenes. 

Hasta el momento no han sido publicado los detalles sobre sus honras fúnebres.

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