Ha muerto Roberto Madrigal, una voz en los tiempos del silencio
Obituario
El ensayista, novelista, crítico de cine y psicólogo, se enfrentó a la censura y desmontó las narrativas del poder en Cuba
La Habana/Este domingo falleció Roberto Madrigal (La Habana, 1950 – Cincinnati, 2025), figura emblemática de la disidencia intelectual cubana. Sus amigos y lectores le han dedicado palabras hermosas de despedida, describiéndolo como brillante y bueno, lúcido y coherente, agudo y bondadoso. Psicólogo de formación y escritor de vocación, Madrigal dedicó su vida a desmontar los discursos oficiales y amplificar las voces marginadas en la Isla.
Su primer libro, la colección de ensayos Voces del silencio (Término Editorial, Cincinnati, 1996), estableció una poética de denuncia atravesada por el compromiso con la verdad. Su única novela conocida, Zona congelada (CBH Books, Cambridge, 2005), retrata la rigidez emocional y la asfixia cultural de la Cuba posrevolucionaria.
En 2020, la editorial española Casa Vacía reunió sus columnas en Diletante sin causa. Textos sobre cultura y represión, una obra que mostró cuán imprescindible era su mirada para comprender la doble moral del poder.
Madrigal desveló su preocupación por la inevitable decadencia del cine nacional
Figura central en círculos culturales, Madrigal cultivó una crítica cinematográfica independiente durante décadas. Sus colaboraciones en Linden Lane Magazine y diversas plataformas digitales resultan indispensables. El artículo Roberto Madrigal: Historias secuestradas, publicado originalmente en Cubaencuentro y reproducido por Rialta, evidencia su interés por la narración silenciada y la memoria histórica. En la revista Encuentro de la Cultura Cubana, Madrigal desveló su preocupación por la inevitable decadencia del cine nacional, en textos que alertaban sobre el fin del “arte de ir al cine”.
Madrigal aplicó su formación en psicología para diseccionar no solo obras literarias, sino también las dinámicas de poder institucional. Esta mirada le permitió situarse como analista preciso de la fractura emocional y social en la Isla.
Desde la psicología, la literatura y la crítica, Madrigal fue un faro en medio de la censura. Su compromiso inquebrantable con la libertad creativa y la pluralidad lo convirtió en blanco de campañas de invisibilización oficial, pero también en voz referencial para la cultura cubana no alineada con el poder.
Desde la psicología, la literatura y la crítica, Madrigal fue un faro en medio de la censura
Con su partida, la intelectualidad cubana pierde a uno de los más sagaces críticos culturales. Queda su obra —ensayos, novela, crítica cinematográfica— como testimonio vivo de un artista que eligió la honestidad intelectual sobre la conformidad. En un momento en que la cultura oficial continúa aferrada a una narración única, sus reflexiones recientes sobre memoria y duelo adquieren una dimensión casi profética.