Multado con 20.000 pesos por filmar y difundir en redes sociales el robo de papas en un campo
Norberto Muñoz fue despedido de su trabajo de obrero agrícola en Artemisa y tuvo que entregar su móvil a la Policía
La Habana/Filmar un video y subirlo a las redes sociales le ha costado a Norberto Muñoz Palomino 20.000 pesos de multa, perder su trabajo y que su teléfono móvil lleve semanas retenido por la Policía de Alquízar, en la provincia de Artemisa. Las imágenes que transmitió este residente de la comunidad de Pulido, en febrero pasado, mostraban a un grupo de personas saqueando un campo de papas.
En el video, publicado a través de Facebook, se ven los largos surcos de un cultivo perteneciente a una empresa estatal y a decenas de vecinos de las cercanías que llenan sacos de papas y se los llevan. “Muchacho, mira eso, se tiró la gente para donde estábamos nosotros y eso no hay quien lo pare”, se escucha decir al hombre que transmite el video.
Muñoz Palomino también añade en su voz que “hay hambre, ni la brigada especial los para”, en alusión a las tropas de la Brigada Especial Nacional (BEN) del Ministerio del Interior, conocidos también como “boinas negras”. La breve filmación se difundió rápidamente en las redes sociales, medios informativos independientes y canales del sur de Florida. En pocas horas, miles de internautas habían visto las imágenes.
“Poco después de eso me citó la policía”, cuenta a 14ymedio Muñoz Palomino. Tras un interrogatorio en la Unidad de la Policía de Alquízar, el hombre fue multado con 20.000 pesos bajo el Decreto Ley 370 que permite a las autoridades sancionar a los usuarios de redes sociales por las opiniones que expresen o el contenido que difundan. Los agentes también se quedaron con el móvil y hasta el momento no lo han devuelto a su propietario.
“Ha sido un golpe duro porque ahora me he quedado incomunicado y sin trabajo”, detalla Muñoz Palomino, quien añade que tras el incidente perdió su contrato en esa empresa estatal y ninguna otra de la zona lo quiere contratar como obrero agrícola, labor en la que se desempeñaba cuando filmó las escenas del robo de papas. En el poblado de Pulido, a las afueras de la ciudad de Alquízar, las posibilidades de ganarse la vida, más allá del campo, son escasas.
Con una calle larga y estrecha, Pulido ha sido tradicionalmente un pueblo de agricultores y, tras la nacionalización de la mayor parte de los terrenos a su alrededor, sus habitantes laboran fundamentalmente en las Unidades Básicas de Producción Cooperativa de la zona. Los cultivos que caracterizan a esa parte de Artemisa son la papa, el plátano, las legumbres y también algunas extensiones dedicadas al ajo y la cebolla.
Los habitantes del poblado se han visto obligados desde entonces a buscarse la vida en otros municipios
El cercano Instituto Preuniversitario en el Campo República Socialista de Rumanía, que en las décadas de los 80 y los 90 fue también una fuente de empleo para los residentes en Pulido, dejó de funcionar hace casi 20 años como centro docente. Los habitantes del poblado se han visto obligados desde entonces a buscarse la vida en otros municipios cercanos como Güira de Melena o en la capital municipal, Alquízar.
“No poder tener trabajo aquí es una condena”, cuenta a este diario Muñoz Palomino. Además, ya ha tenido que desembolsar los 20.000 pesos de la multa para evitar “que se vaya acumulando y sea mayor” la suma. Esa cantidad de dinero se acerca a medio año del salario que ganaba como trabajador agrícola y resume con molestia lo vivido: “Todo por mostrar la verdad, yo no engañé a nadie”.
Ahora, su esperanza es que le devuelvan cuanto antes el teléfono móvil, pero los policías le han advertido de que el dispositivo está siendo analizado y se está “revisando su contenido y los contactos” que Muñoz Palomino tiene guardados en el celular. Mientras tanto, para comunicarse apela a familiares y amigos, pero sigue desempleado.