“No hay mendigos en Cuba, hay personas disfrazadas”, asegura la ministra de Trabajo

Pobreza

El economista Pedro Monreal tacha las palabras de Feitó de “insolentemente reaccionarias” por combatir a los pobres en lugar de la pobreza

"Son ilegales del trabajo por cuenta propia que están violando el fisco”, dijo la titular ante el Parlamento.
"Son ilegales del trabajo por cuenta propia que están violando el fisco”, dijo la titular ante el Parlamento. / 14ymedio
14ymedio

14 de julio 2025 - 18:30

La Habana/La ministra de Trabajo y Seguridad Social, Marta Elena Feitó, desató una ola de indignación tras su intervención este lunes ante el Parlamento cubano. En un intento por reducir el impacto de las alarmantes cifras de personas en situación de calle, la funcionaria afirmó que en Cuba “no hay mendigos”, sino ciudadanos “disfrazados de mendigos”. 

Sus declaraciones, pronunciadas durante la reunión conjunta de las Comisiones Permanentes de Atención a los Órganos Locales del Poder Popular y a la Niñez, la Juventud y la Igualdad de la Mujer, fueron rápidamente calificadas en redes sociales como “un intento desesperado por eliminar un problema negando su existencia” y también como “una forma de deshumanizar a los más vulnerables”.

Los calificó de “borrachos, simuladores e ilegales”

Desde la tribuna parlamentaria, Feitó sostuvo que quienes deambulan por las calles en condiciones precarias no padecen pobreza extrema, sino que simulan esa realidad con fines oportunistas. Los calificó de “borrachos, simuladores e ilegales”, y afirmó que la función del Estado no es reconocer la pobreza estructural, sino “prevenir el oportunismo social” y “combatirlo”. Según la ministra, el deterioro social que atraviesa el país no se explica por fallos del sistema económico, sino por el “egoísmo individual” y la “falta de valores”.

Las palabras de Feitó provocaron una enérgica reacción del economista Pedro Monreal, quien desde su cuenta de X sentenció: “La ‘ministra’ de los salarios y pensiones de miseria ha hecho el discurso más insolentemente reaccionario de la continuidad”. Monreal, una de las voces más críticas y autorizadas del pensamiento económico cubano, subrayó que “el combate es contra la pobreza, no contra los pobres” y arremetió contra la falta de propuestas para elevar los ingresos reales de los ciudadanos.

“No hacemos nada con bajar la ventanilla y dar dinero. Al contrario, estamos deformando. Hay que combatirlos"

Durante su exposición, la ministra no ofreció cifras, planes ni soluciones para enfrentar la precariedad que golpea a millones de cubanos. Tampoco abordó el deterioro de las pensiones o el desamparo de miles de jubilados, mucho menos la inflación descontrolada que ha convertido los salarios estatales en papel mojado. Su intervención se centró en rechazar las imágenes de indigencia que circulan en medios y redes, reduciendo el fenómeno a “cosas de películas”, o “una percepción impuesta desde el exterior”.

La ministra aclaró que quienes limpian parabrisas en los semáforos no son deambulantes, sino “personas que han encontrado un modo de vida fácil”. Y añadió: “No hacemos nada con bajar la ventanilla y dar dinero. Al contrario, estamos deformando. Hay que combatirlos. No podemos permitir esta conducta”.

En otro de los pasajes más polémicos, Feitó negó incluso que en la Isla exista el hambre. “¿Buzos? No, los buzos están en el agua. Esas personas que están en los tanques de basura están buscando latas”, dijo. Y añadió: “No están buscando comida. Eso tampoco es verdad. Esos son patrones que nos tratan de imponer. Son ilegales del trabajo por cuenta propia que están violando el fisco”.

Las redes sociales y medios independientes recogieron con rapidez el impacto de sus palabras. Muchos cubanos reaccionaron con incredulidad y rabia ante lo que consideran una falta absoluta de empatía, además de una desconexión total con la realidad del país. Mientras Feitó desmentía la existencia de hambre y mendicidad, en las calles de cualquier ciudad cubana es común ver a ancianos hurgando entre los desperdicios, personas durmiendo en portales y madres mendigando leche o medicamentos.

“Debe ser que también hay gente disfrazada de ministra”, concluyó Monreal

A diferencia de otros países de la región, donde la discusión sobre pobreza y desigualdad social ocupa un lugar central en los debates parlamentarios, en Cuba el discurso oficial parece apuntar más a negar el problema que a enfrentarlo. La ministra, lejos de proponer medidas concretas o admitir errores, eligió desacreditar a las víctimas, acusándolas de transgredir la ley fiscal o fingir indigencia. “Debe ser que también hay gente disfrazada de ministra”, concluyó Monreal en su comentario más mordaz. 

También te puede interesar

Lo último

stats