Nueve años de prisión para el cubano que escribió "Díaz-Canel, singao" en un muro

Jorge Luis Boada Valdés, para quien la Fiscalía pedía 15 años de cárcel, deberá pasar al menos la mitad de la pena interno

Jorge Luis Boada Valdés ha seguido realizando pintadas reivindicativas en prisión.
Jorge Luis Boada Valdés ha seguido realizando pintadas reivindicativas en prisión. / Cortesía

07 de mayo 2024 - 14:27

Madrid/La sentencia de Jorge Luis Boada Valdés por haber pintado "Díaz-Canel, singao" en tres ocasiones, en un muro del barrio habanero de Lawton (La Habana), tenía que haber llegado a finales del pasado noviembre, pero la espera se ha prolongado medio año más. El tribunal Provincial de La Habana condenó a nueve años de cárcel al joven, por los delitos de propaganda enemiga y otros actos contra la Seguridad del Estado. 

La sentencia llegó a la familia el sábado, según informó Jorge Boada, padre del preso, a Diario de Cuba. ''Este sábado supimos por fin la sentencia, que son cuatro años y medio de encierro y otros cuatro y medio en la calle, esto último en caso de que mi hijo tenga un buen comportamiento en la cárcel. Considero que no debería estar en prisión por lo que hizo, pero al menos su condena no es de 15 años, como pedía la Fiscalía'', declaró al medio independiente.

"Considero que no debería estar en prisión por lo que hizo, pero al menos su condena no es de 15 años, como pedía la Fiscalía''

Boada fue arrestado en febrero de 2022 tras recibir una citación por escribir carteles con la consigna "Díaz-Canel, singao" en varias ocasiones. Además, el joven tomó fotos de su acción y las difundió en sus redes sociales. Inicialmente fue conducido al cuartel general de la Seguridad del Estado, Villa Marista, donde escribió de nuevo frases contra el Gobierno. Posteriormente fue trasladado a Valle Grande, donde apareció con una sábana en un área de la prisión en la que se leía “Patria y Vida”, lo que le supuso ser llevado a una celda de castigo. 

Su familia afirmó desde el inicio que el joven –que estudió en una “escuela especial”– no contaba con "la capacidad mental" para entender los actos que cometió. El peritaje psiquiátrico que se realizó para el juicio, no obstante, concluyó que sí tenía responsabilidad penal. 

La familia de Boada, que ha descrito a la prensa independiente el acoso que sufría el muchacho en prisión, también advirtió de que Jorge Luis sufre de epilepsia y depende de medicación constante, lo que se complicaba en prisión, donde el régimen no atiende adecuadamente a los reos.

En el juicio, celebrado el pasado noviembre de 2023, fueron encausadas otras dos personas, Luis Andrés Domínguez Sardiñas, de 47 años y Yohan Carlos Terán Izquierdo, de 25 años. 

La Fiscalía alegó en su acusación que Domínguez se proponía crear "un ambiente de desestabilización del orden interno y la seguridad del país"

La Fiscalía alegó en su acusación que Domínguez se proponía crear "un ambiente de desestabilización del orden interno y la seguridad del país", llamando a protestas populares tras las manifestaciones del 11 de julio de 2021. 

Por su parte, dos "influyentes contrarrevolucionarios" residentes en el extranjero prometieron presuntamente a Boada y a Domínguez enviarles "ligas elásticas" para fabricar tirapiedras, "alcohol para confeccionar medios incendiarios", espray para pintar carteles y realizar otras "acciones de desobediencia civil". 

El escrito, al que tuvo acceso la agencia española EFE, no indicaba si se produjeron los envíos de dinero y material. Durante la celebración del juicio, varios barrios de La Habana fueron militarizados para prevenir protestas populares, entre ellos Santos Suárez y La Víbora. Además de estos, otros como Luyanó sufrieron cortes en las comunicaciones y el servicio de internet.

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