El pan llega a algunos barrios de La Habana acompañado de versículos bíblicos
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"No me importa si tiene frases religiosas, la panadería de mi cuadra está adornada con una foto de Fidel y un cartel por el 26 de Julio y nadie se queja por eso"
La Habana/"Pan de vida", dice la etiqueta de la bolsa con seis panes que compraron este viernes en casa de Luis Manuel, de 21 años, residente en las cercanías de la Calzada de Diez de Octubre en La Habana. Un versículo bíblico en la parte trasera confirma que el paquete lleva algo más que el alimento para saciar el hambre. "Todo el mundo en el barrio está comentando lo mismo, que si vimos lo que trae escrito", cuenta a 14ymedio el joven que devoró a toda velocidad la porción que le tocaba.
Por 300 pesos la bolsa, el producto llega a suplir el vacío que ha dejado en el hogar de Luis Manuel la falta de arroz o viandas debido al encarecimiento de los productos agrícolas. "Ahora estamos comiendo más pan porque el arroz ha subido mucho y aquí en este barrio está en 310 y hasta 320 la libra", detalla. El peculiar paquete, en el que se lee un fragmento del Libro del profeta Isaías habla de los pobres y no podía estar más en sintonía con las estrecheces que vive toda la barriada, la ciudad y hasta la Isla entera.
"No me importa si tiene frases religiosas, la panadería del racionamiento de mi cuadra está adornada con una foto de Fidel y un cartel por el 26 de Julio y nadie se queja por eso", reacciona el joven. Las bolsas con panes salen del número 610 de la calle San Benigno, en Santos Suárez, la modesta panadería que produce para abastecer a varias zonas del mismo municipio. El interior lleno de sacos de harina y la amabilidad del dueño agradan a los que se acercan a comprar porque intuyen que el suministro continuará, a diferencia de los vaivenes que sufre la venta estatal, y además reciben un trato más amable que en el mercado racionado.
Hace unos años era impensable que una frase religiosa se colara en una mercancía que terminara vendiéndose puerta a puerta. Mucho menos que una referencia bíblica acompañara al pan, el alimento que por décadas fue un monopolio estatal hasta que las reformas económicas de los años 90 permitieron la apertura de panaderías particulares. Desde entonces, el sector privado ha ido ganando el terreno que el oficialismo no logra mantener en la elaboración del producto. Con mejor calidad y variedad, las galletas, flautas y hogazas que confeccionan los trabajadores por cuenta propia o las mipymes resultan mucho más sabrosas que la bola pequeña, agria y muchas veces de color verdoso que se adquiere por la libreta.
Por otra parte, la palabra "pan" se menciona más de 400 veces en la Biblia y no resulta nada raro. Se trata del más básico de todos los alimentos y es un símbolo que va más allá de algo para meterse en el estómago. El pan es también una metáfora de la economía de un país o de una familia, es un sinónimo de comunidad, amistad y divinidad. El pan es, como dice la bolsa que la familia de Luis Manuel vació en pocos minutos: vida.