"Nos hemos pasado todo el verano sin ventiladores y justo ahora los ponen a la venta"

Comercializan solo un equipo por persona, a 1.220 pesos

Una mujer carga uno de los ventiladores que logró comprar este jueves en el Mercado Amistad en Centro Habana. (14ymedio)
Una mujer carga uno de los ventiladores que logró comprar este jueves en el Mercado Amistad en Centro Habana. (14ymedio)
Juan Diego Rodríguez

04 de noviembre 2021 - 21:21

La Habana/Después de casi dos años desaparecidos de los comercios en moneda nacional, el Gobierno volvió a poner a la venta este jueves unos pocos ventiladores en La Habana. "Solo aparecen a 60 dólares y más en las tiendas en MLC (moneda libremente convertible) y desde mucho antes de la pandemia no se veían en las tiendas en pesos", explica una madre que este jueves intentaba comprar uno de los equipos en el Mercado Amistad en Centro Habana.

Cada equipo, marca Inpud, cuesta 1.220 pesos (49 dólares al cambio oficial) y solo se vende uno por persona.

"Nos hemos pasado todo el verano sin ventiladores y justo ahora los ponen a la venta", se quejaba la mujer.

Los ventiladores no son un lujo en las casas cubanas. Al excesivo calor se suma el hecho de que muchas viviendas no tienen suficientes ventanas para refrescarse, están divididas por barbacoas que hacen más bajas las habitaciones o son del tipo llamado "afectado", los diminutos apartamentos sin balcón ni terraza que proliferaron en las construcciones de arquitectura soviética.

En la mayoría de los hogares la canícula veraniega obliga a mantener encendido el ventilador toda la noche, algo que dispara la factura eléctrica pero también deteriora rápidamente estos dispositivos. Las familias con más poder adquisitivo pueden permitirse un equipo de climatización pero la subida del precio de la electricidad ha hecho que muchos regresen al abanico y el ventilador por solo unas horas en la madrugada.

"Los primeros coleros son los de la brigada anti-coleros, son los primeros que venden turnos, que trafican con todo lo que sacan en las tiendas y después se van con la jaba llena de cosas para sus casas"

Tanto tiempo sin poder comprar ventiladores se ha convertido en un problema para las familias cubanas. "Los que venden en las tiendas al año y pico comienzan a fallar, los bujes se gastan, echan menos fresco o terminan sin que el motor funcione", asegura una vecina de la calle San Francisco que también estaba este jueves en la cola para comprar uno de los electrodomésticos.

"Hay que llevarlos al mecánico y no es barato", continúa. Antes resolvía con 10 CUC (moneda ya desaparecida, equivalente a 250 pesos), pero ahora todo cuesta mucho más. Solo por darle mantenimiento y engrasarlo me cobran 350 pesos".

Mientras tanto, las compras racionadas de la canasta básica en los mercados de venta libre continúan en La Habana, aun cuando este miércoles, las autoridades capitalinas anunciaran que sería eliminada "la municipalización del comercio". El término, típico de la burocracia de la Isla, se refiere a las compras que podían hacer las personas, con libreta de abastecimiento en mano, solo en su municipio de residencia.

Para "controlar" que se cumpla "la mayor equidad posible" en las ventas continuarán supervisando "el Grupo de Lucha Contra Coleros", que deberá llevar el registro de las compras y controlar las colas.

"Los primeros coleros son los de la brigada anti-coleros, son los primeros que venden turnos, que trafican con todo lo que sacan en las tiendas y después se van con la jaba llena de cosas para sus casas", denuncia Eurídices, una vecina de La Habana Vieja. "Han estado lucrando con el tema de las colas y las ventas reguladas en las tiendas", añade al señalar que desde que inició "la batalla" del oficialismo contra los coleros, ha existido corrupción.

"Imagínate que al principio de la pandemia pusieron a funcionarios de las direcciones municipales de varios sectores a cuidar colas, entre ellos a los directores de esos organismo que son miembros del Consejo de la Administración Municipal", cuenta. "Uno de ellos me quería vender en 250 pesos un combo de un pollo pequeño y un pomo de aceite que costaba 125".

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