Sin preaviso y sin explicaciones, cierran el hospital ginecobstétrico La Fátima, en Guanabacoa
Salud
"Se estaba quedando sin personal y sin presupuesto, y lo que han hecho es destruir lo que había", lamenta una doctora
La Habana/“Estamos completamente cerrados”, dice una de las enfermeras sentadas en la entrada lateral del Hospital Ginecobstétrico La Fátima, en Guanabacoa, el único de su tipo en el este de La Habana. Desde que decidieron clausurar el centro, a mediados de noviembre, los enfermeros y custodios se turnan para cuidar el recinto y los pocos equipos que aún permanecen dentro.
“El director provincial está reorganizando los servicios hospitalarios. También cerraron maternidad de Línea (América Arias) en septiembre, y ahora solo funciona para reproducción asistida y cirugía ginecológica”, comenta a este diario una doctora retirada de 68 años que prefiere mantener el anonimato y que trabajó los últimos diez años de su carrera en La Fátima. “Yo recuerdo que en el 84, Fidel nos dijo que en el este de La Habana había que hacer un hospital, porque todos quedaban lejos, además del Naval, que es para militares. Y ahora mira el invento. Aquí los de abajo tienen más conocimiento que los troncos de yuca que mandan”.
El centro de salud era motivo constante de quejas por parte de las pacientes. Yolanda cuenta que, cuando dio a luz a su hijo –ahora de un año de edad–, su esposo tuvo que cargar cubos de agua desde la casa, pues en el hospital no contaban con el suministro. La suciedad y el aspecto de abandono, producto de la falta de pintura y mantenimiento, eran motivo de disgusto y comentarios negativos entre los pacientes.
“Es verdad que el sitio estaba en las últimas”, reconoce la doctora. “Pero imagínate, las que trabajaban ahí lo hacían por 3.000 pesos mensuales y sin recursos. El hospital se estaba quedando sin personal y sin presupuesto, pero ya llevaba años así. Ahora, pregúntale a cualquiera: van a preferir su hospital, aunque estuviera malito, antes que no tenerlo. La solución no puede ser cerrarlo. Así todos nos jodemos”.
Por su ubicación geográfica, el hospital atendía a la población de Guanabacoa, Regla, La Habana del Este y Cotorro. Con el nuevo cierre, las pacientes de estos municipios periféricos de la capital deberán trasladarse a otros centros que de por sí ya se encuentran saturados debido, entre otras causas, a la crisis de salud que atraviesa la Isla por la falta de insumos y de personal capacitado.
“Eso de poner a cualquiera a mandar en Salud no funciona, porque internacionalmente existen normas para todo. Hasta para construir un centro de salud hay requisitos sobre dónde hacerlo”, continúa la doctora, quien llegó incluso a ocupar cargos administrativos dentro del sistema. “Pero como ponen a cualquiera, lo que han hecho es destruir lo que había. Quién sabe qué harán con La Fátima; es muy triste. Y los trabajadores, ahora los reubican sabe Dios dónde, sin transporte, y así pierden a los pocos que quedan”.
A pesar de que no se han dado explicaciones al personal ni a la población sobre el cierre total del hospital, la mayoría opina que se debe a la falta de recursos, y que las autoridades prefieren concentrar los esfuerzos en hospitales más céntricos y en mejores condiciones. “Nos dicen que es una ‘reorganización’, pero vamos, es un cierre de toda la vida, porque ya no les da la cuenta mantenerlo. Lo mismo que pasó con los hogares maternos de aquí de Guanabacoa: había tres, y solo queda uno”, dice Jessica, otra de las enfermeras que hacía guardia ese día.
Lorena, quien vive a pocos kilómetros de La Fátima, confiesa una nueva preocupación: “Uno pasa tremendo trabajo para hacerse cualquier prueba hoy en día. Yo misma tengo unos quistes en los senos, y me habían indicado revisarme anualmente para ver si crecían. Ahora mismo no sé a dónde ir. No es lo mismo moverme dentro de mi municipio que ir a Luyanó o a El Vedado, esperando que, con suerte, me atiendan, porque tampoco es seguro que esos lugares estén ofreciendo esos servicios. No se ha aclarado si el hospital mantendrá alguna función, como maternidad de Línea, porque vas y preguntas y te dicen que el local está cerrado. Y no era solo un lugar para embarazadas: también se hacían citologías, exudados, ultrasonidos, etcétera”.
Uno de los sectores más golpeados por la crisis que atraviesa la Isla es la salud y su depauperada estructura de atención a la población, cuya fragilidad se hizo más evidente durante la pandemia de covid-19. Desde entonces, la situación no ha hecho más que empeorar, y los cierres de centros y la mala atención son cada vez más comunes. En la actualidad, la epidemia de arbovirus mantiene al sistema de salud cubano al borde del colapso.