A diferencia de la prensa nacional, los medios locales tocan temas polémicos
La Habana/(EFE).- En los últimos años los medios provinciales de Cuba han roto el relativo anonimato al que les relegaba su condición local, gracias a internet y al tratamiento de temas que no siempre encuentran espacio en la prensa nacional y que resuenan en lectores cada vez más interesados e involucrados.
Cabeceras que vieron reducidas sus tiradas durante el "periodo especial" en la década de 1990 hoy acaparan los premios que otorga anualmente el gremio periodístico cubano, en especial los semanarios del centro de la isla, todos estatales e integrados por equipos que toman el pulso a la calle.
Los periodistas de provincia tienen menor acceso a las grandes fuentes autorizadas y menos facilidades que sus colegas de la capital, pero a la vez tienen más capacidad para tratar asuntos enfocados en el territorio que les ocupa, y que son trasladables a todo el país.
"Esa territorialidad ciertamente le da más libertad y tiempo a estos medios a la hora de investigar determinadas cuestiones y no tener la presión que inevitablemente tiene un órgano nacional, traducida en compromisos -que también tenemos-, el flujo constante de noticias, las coberturas especiales, entre otros", comenta a Efe Glenda Boza, una joven reportera en la ciudad central de Cienfuegos.
Con experiencia en la estatal Agencia Cubana de Noticias y ahora en el semanario Cinco de Septiembre, Boza explica que los artículos surgen en su mayoría "por iniciativa de los propios periodistas o sugerencias de amigos, vecinos y familiares".
Sin el decisivo apoyo de la dirección de los medios, "muy poco o nada puede hacerse"
"En el caso del 'Cinco de Septiembre', hay muchas formas de retroalimentación con el público, que no solo envía cartas sino además envía mensajes de texto para una sección del periódico o escribe comentarios en la web. De todas esas formas de retroalimentación también se sacan temas para trabajos", afirma.
El semanario, que recuerda la fecha del levantamiento popular de la ciudad en 1957, ha publicado artículos sobre la masturbación pública, los cubanos repatriados y el desabastecimiento y los altos precios de los productos agrícolas en los mercados.
Se trata de temas difíciles de encontrar o directamente inexistentes en la prensa nacional cubana.
El artículo titulado El difícil aterrizaje de la comida en Cienfuegos provocó una airada respuesta de la dirección provincial de Agricultura, que acusó a los reporteros de ser "una vergüenza para el periodismo serio" del país, según denunció la dirección del Cinco en apoyo a sus informadores.
Y es que, sin el decisivo apoyo de la dirección de los medios, "muy poco o nada puede hacerse" coinciden en sendas entrevistas por correo electrónico Lisandra Gómez y Mayli Estévez, de los semanarios Escambray, de Sancti Spiritus, y Vanguardia en Villa Clara, también de la zona central.
Gómez recuerda que Escambray fue de los primeros en tratar la crisis migratoria de los cubanos varados en Latinoamérica o la deserción de los hermanos beisbolistas Yulieski y Lourdes Gourriel, algo que se debe a la "visión de su director, Juan Antonio Borrego, quien durante años ha sabido encauzar temas álgidos".
Estévez admite: "hay muchos temas que quedan en el tintero y, por lo general, si no cuentas con el apoyo del director no camina tu tema y simplemente se queda en idea"
Estévez admite: "hay muchos temas que quedan en el tintero y, por lo general, si no cuentas con el apoyo del director no camina tu tema y simplemente se queda en idea".
"Hace tiempo que los periodistas de provincia llevamos una batalla porque los semanarios hablen a través de trabajos de fondo, de comentarios, entrevistas, reportajes y menos de notas de actos y reconocimientos, que cinco días después no cumplen ningún objeto", comenta Estévez, una respetada periodista deportiva.
No le asusta la etiqueta de "polémica" que se ha ganado por sus comentarios y afirma que las limitaciones geográficas provocan que algunas de las denuncias que realizan en sus reportajes no "tomen un alcance mayor", lo que a la vez permite que se relaje el control de las autoridades sobre los contenidos informativos.
Sin embargo, internet ha comenzado a cambiar ese panorama.
En Cuba, donde todavía priman medios impresos como los diarios Granma y Juventud Rebelde o la señal televisiva oficial, los tímidos intentos de aumentar la conectividad han mejorado el acceso al trabajo de los medios locales, el cual "si es de calidad o medianamente polémico" tiene un "alcance impensable", dice Estévez.
"Algunos piensan que un periodista es un vocero, que propaga las actividades de determinada organización, lastimosamente son muchos años de pensamientos de ese tipo", dice la periodista.