Sin prisa para evacuar a sus ciudadanos, el régimen cubano inventa supuestas victorias iraníes
Guerra
Los mensajes angustiados de un periodista de Holguín atrapado en Teherán reflejan otra realidad
La Habana/El pasado lunes 16 de junio, mientras millones de pantallas en el mundo reproducían la imagen de una presentadora iraní huyendo del plató tras la explosión de un misil, un periodista cubano escribía desde Teherán: “Israel atacó la sede central de la radio y la televisión; me esfuerzo en protegerme. Mis afectos para todos”.
Se trata de Jaime Yoan Batista Peña, profesional de los medios audiovisuales cubanos, ex locutor, periodista y presentador en la provincia de Holguín. Comenzó su carrera en la radio y pasó por TeleCristal antes de establecerse como colaborador de HispanTV, el canal estatal iraní en español. Sin embargo, ni una sola mención a su situación ha aparecido en el Noticiero Nacional de Televisión, ni en los portales oficiales del Ministerio de Relaciones Exteriores. Tampoco ha habido una nota formal de la Embajada cubana en Teherán, cuya actividad pública se limita a reproducir consignas del canciller Bruno Rodríguez y citas de Miguel Díaz-Canel sobre el “carácter solidario” de la Revolución.
El silencio se extiende incluso al periódico 'Ahora', vocero del Partido Comunista en Holguín
El silencio se extiende incluso al periódico Ahora, vocero del Partido Comunista en Holguín, que no ha mencionado una sola vez al multipremiado reportero holguinero que, en estos momentos, se encuentra bajo riesgo en una zona de conflicto. Tampoco la Unión de Periodistas de Cuba (Upec) ha dicho nada. Eso sí: sus colegas en la Isla han inundado su Facebook de mensajes de apoyo. Pero el Partido todavía no ha dado la orden para contar su historia.
Batista colabora con HispanTV desde al menos 2015, cuando comenzaron a aparecer reportajes suyos sobre política latinoamericana. Desde entonces, su rostro ha sido recurrente en esa plataforma de medios, en la cual reporta directamente desde Irán. Su trabajo se enmarca en una estrategia informativa profundamente alineada con la narrativa oficial del régimen teocrático, cuyo interés en América Latina es tanto ideológico como geopolítico.
HispanTV fue fundada el 21 de diciembre de 2011, como parte del aparato de propaganda internacional de Irán, junto a PressTV (en inglés) y Al-Alam (en árabe). El canal es propiedad de la Radiodifusión de la República Islámica de Irán (Irib), un organismo estatal controlado directamente por el líder supremo, el ayatolá Ali Jameneí. Financiado con recursos públicos iraníes, HispanTV promueve una agenda antioccidental, antiisraelí y de afinidad con regímenes autoritarios. Ha sido sancionado en múltiples ocasiones por difundir teorías conspirativas y contenidos antisemitas. Aunque su objetivo declarado es “estrechar vínculos culturales” con América Latina, su propósito real es actuar como vocero internacional del régimen iraní.
Financiado con recursos públicos iraníes, HispanTV promueve una agenda antioccidental, antiisraelí y de afinidad con regímenes autoritarios
En su mensaje en Facebook del lunes, Batista advertía: “No escribirme por interno porque no puedo responder. Son circunstancias complejas y difíciles. Agradezco todas las muestras de solidaridad y cariño”. Era un texto seco, como escrito entre sirenas, con la respiración contenida y la ansiedad apenas disimulada.
Ya en la madrugada del miércoles, escribió otro mensaje aún más inquietante: “La internet muy escasa y en extremo lenta. No salen mensajes. Les abrazo desde Teherán”. Y luego, una posibilidad de escape: “Se hacen gestiones para evacuación y salida por fronteras terrestres. Sigue siendo delicada la situación. Estoy bien y al amparo de nuestra embajada cubana. Gracias por sus mensajes”.
Han pasado varios días desde el estallido del conflicto, y la respuesta del Estado cubano sigue siendo la misma de siempre: esconderse en el silencio. Como ocurrió con otras crisis internacionales –Nicaragua, Venezuela, Siria–, el Gobierno parece más preocupado por proteger alianzas ideológicas que por garantizar la seguridad de sus ciudadanos. Muchos no han olvidado los nombres de Assel Herrera Correa y Landy Rodríguez Hernández, los dos médicos secuestrados en Kenia, presuntamente asesinados, cuyos cuerpos no han sido recuperados. El régimen cubano ha tratado ese caso con la misma estrategia: dejar que el silencio se pudra hasta que nadie pregunte más.
El Gobierno parece más preocupado por proteger alianzas ideológicas que por garantizar la seguridad de sus ciudadanos
La seguridad en Irán es incierta por la sistemática ofensiva de Israel, que ya desmanteló la cadena de mando de las Fuerzas Armadas, atacó las bases subterráneas de Natanz y Fordow que se usan para enriquecer uranio, diezmó los sistemas de defensa aérea y anuló a casi dos docenas de los científicos que diseñaron el proyecto atómico. Varios países de América Latina –entre ellos: Argentina, Brasil, Uruguay, Chile, Bolivia y México– ya están evacuando sus embajadas en Teherán.
La comunidad cubana en Irán es pequeña: diplomáticos, técnicos y algunos colaboradores. Pero su reducida presencia no la hace menos vulnerable. La falta de datos oficiales sobre cuántos cubanos residen en Teherán o en otras ciudades aumenta el riesgo de abandono. En un país donde la represión ideológica se disfraza de devoción religiosa, donde el uso del velo es obligatorio, la homosexualidad es penalizada, el consumo de alcohol está prohibido, y los medios están férreamente controlados por el Estado, la seguridad de los extranjeros –especialmente de aquellos sin respaldo diplomático firme– es incierta. Una escalada militar, como la que se vive hoy, convierte esa incertidumbre en una amenaza directa.
La falta de datos oficiales sobre cuántos cubanos residen en Teherán o en otras ciudades aumenta el riesgo de abandono
Desde la revolución islámica de 1979, Irán y Cuba han tejido una relación sostenida por un discurso compartido contra el "imperialismo", especialmente contra Estados Unidos e Israel. Las visitas de alto nivel, los acuerdos de cooperación en salud, energía y biotecnología, y el respaldo mutuo en foros internacionales han cimentado una alianza estratégica. Pero también han sellado un pacto de silencios mutuos frente a las violaciones de derechos humanos.
Ambos regímenes se protegen el uno al otro, por eso a Cuba le interesan más las declaraciones de apoyo a Irán y difundir en sus medios que Teherán está ganando el pulso contra Israel, que el destino de sus ciudadanos atrapados bajo las bombas. Mientras tanto, los amigos y familiares de Batista son conscientes de que, para saber si sigue vivo, logra escapar y regresar a su tierra, tendrán que seguir mirando su perfil en Facebook.