Santiago de Cuba remodelará su aeropuerto, donde usan bandejas para recoger el agua de lluvia
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La obra se realizará entre 2026 y 2027 y afecta a las vetustas instalaciones
Madrid/Las instalaciones del aeropuerto de Santiago de Cuba serán remodeladas entre 2026 y 2027 para duplicar su capacidad, según contó en su cuenta de Facebook el ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila. La remodelación no afecta, a tenor de lo adelantado, a las pistas, uno de los puntos negros de los aeropuertos de la Isla, a juicio del propio funcionario, que en la sesión del pasado julio en el Parlamento presentó un balance de la situación.
“El alcance de la remodelación incluye una reconfiguración integral de los espacios. En la planta baja estarán los salones de llegadas de pasajeros, tanto internacionales como nacionales, con flujos independientes. Y se agilizarán así los procesos de recepción y entrega de equipajes”, escribió el ministro este jueves.
En cuanto a la planta alta, añadió, se dedicará de manera íntegra a las salidas con accesos –mediante escaleras mecánicas y ascensores– que cumplan la actual normativa de accesibilidad. “Además de esta redistribución espacial, el proyecto contempla importantes mejoras en el equipamiento, como el montaje de nuevas cintas transportadoras de equipaje (esteras), la instalación de cabinas de control migratorio modernas y la actualización del sistema de climatización”, agregó.
La remodelación no afecta, a tenor de lo adelantado, a las pistas, uno de los puntos negros de los aeropuertos de la Isla
Rodríguez Dávila dejó claro que las obras no alterarán el funcionamiento del aeródromo, aunque sí pidió disculpas por adelantado por las molestias que puedan causar a los viajeros y prometió que se tomarán medidas para minimizarlas. El ministro afirmó que el objetivo de la inversión, de la que no se han facilitado cifras, es elevar sustancialmente el confort de los salones y mejorar la calidad de los servicios ofrecidos a pasajeros, aerolíneas y público en general.
“Como importante conexión aérea del Oriente cubano, este aeropuerto desempeña un papel vital para el desarrollo económico, turístico y social de la región, al servir como enlace esencial para los visitantes que llegan a esta cuna de la cultura nacional y para la conectividad de los santiagueros con el resto de Cuba y el mundo”, apostilló.
La noticia ha sido celebrada por varios usuarios, aunque era de esperar críticas como la de un comentarista que analizaba si en el momento actual es la obra más necesaria. “Si apenas tenemos aviones, si apenas tenemos turismo, ¿cómo seguir invirtiendo en un edificio, que con el tamaño que tiene ha enfrentado los picos más altos de turismo que han existido en Cuba y operando más aerolíneas que las que operan hoy? Los gastos innecesarios se deberían hacer en necesidades básicas de nuestro pueblo”, preguntaba, admitiendo que sí se necesita mejorar el aire acondicionado en la terminal.
“Usted como ministro, con el poder que tiene, ¿no podría hacer una donación del dinero ese que se va a utilizar en ‘remodelar’ y ‘agrandar’ el aeropuerto de Santiago de Cuba para Salud Pública?”, demandaba otro. “Creo que esa inversión del aeropuerto podría esperar, total ni turismo tenemos”, añade el usuario, que lamenta que no haya equipos médicos de alta tecnología y, los que hay, denotan un mal estado técnico.
Otro, sin embargo, le reprochaba que considere que el transporte aéreo solo beneficia a los extranjeros. “¿Los aeropuertos son necesidad sólo del turismo? Necesitamos muchas cosas, inversión en muchas cosas, y la salud pública es una de esas tantas pero, en las condiciones que atravesamos, muchísimo está haciendo este Ministerio”, discute.
Las condiciones del aeropuerto Antonio Maceo Grajales lo hacían, a todas luces, merecedor de una mejora
Las condiciones del aeropuerto Antonio Maceo Grajales lo hacían, a todas luces, merecedor de una mejora. Su ínfimo tamaño, los escasos puntos de control de equipaje y migración, la falta de climatización y las vetustas instalaciones no contribuían a la comodidad de los viajeros nacionales, muchas veces obligados a pasar largas horas en el aeródromo por los infinitos retrasos de las aerolíneas, ni de los internacionales, para quienes no era la mejor imagen de la Isla desde hacía ya demasiados años.
“Basta con el simple hecho de decir que cuando llueve tienen que tapar los equipos con nailon y poner las bandejas plásticas que utiliza Aduana en los chequeos para recoger el agua que cae”, señala un trabajador del aeropuerto en la cuenta Amantes de la Aviación Cubana.
El panorama es similar al de la mayoría de aeropuertos del país, a excepción del de La Habana, que fue reformado y ampliado el pasado año. En un informe presentado a la Asamblea Nacional este julio se incluyeron entrevistas realizadas a más de 400 personas, que señalaron como las peores fallas el abastecimiento de agua y la mala higiene en los baños, con insumos como el jabón o el papel higiénico en falta. Además, muchos lamentaron la desidia de los trabajadores, incapaces de satisfacer las necesidades de los pasajeros o solucionar los eventuales problemas que ocurrían.
El ministro habló entonces de la importancia de modernizarlos, además de una reparación “urgente” de las pistas, que en este caso no está entre las mejoras mencionadas.