El vandalismo empeora la mala señalización de las vías cubanas
La Habana/Los conductores que transitan por las vías cubanas deben mezclar la pericia con la adivinación, debido al vandalismo y la desidia que afectan a la deficiente señalización de carreteras y calles.
La falta de estos importantes elementos viales se agrava con el vandalismo que sufren, según refirieron este jueves funcionarios del Centro Nacional de Ingeniería del Tránsito al periódico Juventud Rebelde. En los primeros cuatro meses de este año, se produjeron 144 hechos vandálicos contra señales viales, de los cuales 60 han ocurrido en zonas urbanas.
Las provincias más afectadas por la depredación son Cienfuegos, Villa Clara y La Habana, con efectos que van desde los más graves –causar accidentes–, hasta generar desinformación sobre la ubicación de lugares o su distancia.
La falta de carteles explicativos afecta especialmente a quienes no tienen experiencia en el camino, como turistas que alquilan un coche o conductores que incursionan por primera vez en una zona.
El vandalismo, sin embargo, tiene muchas caras y, aunque ninguna de ellas sea justificable, algunas apuntan a las carencias materiales por las que atraviesa la población. La ausencia de un mercado donde puedan adquirirse de forma legal angulares de hierro o acero, tornillos y planchas metálicas, lleva a personas necesitadas de estos materiales a saltarse las consideraciones éticas o de convivencia civilizada.
La ausencia de un mercado donde puedan adquirirse de forma legal algunos materiales puede llevar a la depredación
Son muchos los corrales de animales, garajes de autos o incluso paredes y techos de viviendas informales construidos con "material recuperado" de los que una vez fueron señales de tránsito. Eso sin contar las afectaciones más graves que con similar propósito se han hecho sobre torres conductoras de cables eléctricos o incluso vías ferroviarias.
Ese no es el menor de los problemas que afectan a la señalización de tránsito. La inexistencia de una infraestructura publicitaria legalizada con fines comerciales ocasiona que conciertos, avisos de permutas, venta de vehículos y muchos otros clasificados privados, encuentren su espacio sobre una señal de ceda el paso o de prohibición de parqueo. Por otro lado, está una insuficiente política de instalación, reemplazo y mantenimiento por parte del Estado de estos importantes elementos.
