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Vuelven de Sudáfrica 31 sanitarios de una misión cubana que ha recibido críticas

El Gobierno sudafricano ha pagado a la Isla casi 14 millones de dólares en dos años

El grupo estaba compuesto por 18 especialistas en Medicina General Integral, tres licenciados en Electromedicina, cinco en Gestión de la Información y otros cinco en Higiene y Epidemiología. (Ministerio de Salud Pública)

28 de junio 2021 - 17:54

Sigue el goteo de regresos de los médicos cubanos de Sudáfrica a la Isla. La llegada el sábado del tercer grupo, compuesto por 31 profesionales sanitarios, actualiza la cifra de quienes siguen en el país, que asciende presumiblemente a 120.

En abril de 2020, el Gobierno cubano informó de la partida de 216 integrantes de la brigada Henry Reeve, cifra que rectificó posteriormente para situarla en 184. El 15 de mayo, 20 de estos trabajadores aterrizaron en La Habana y otros 13 lo hicieron una semana más tarde.

El grupo estaba compuesto por 18 especialistas en Medicina General Integral, tres licenciados en Electromedicina, cinco en Gestión de la Información y otros cinco en Higiene y Epidemiología. Solo ellos han atendido a más de 50.000 pacientes, la mitad de los cuales estuvieron relacionados con el covid-19, dijo la prensa oficial, que acostumbra a exagerar las labores.

En concreto, Granma especifica que, entre sus tareas, estaba la toma de muestras para PCR y pesquisas de contactos, una labor que es perfectamente asumible por auxiliares de enfermería, farmacéuticos o personal administrativo preparado para ello. Además, asistieron a casos positivos, participaron en intervenciones quirúrgicas, partos y cesáreas, o realizaron el mantenimiento de equipos y dispositivos sanitarios.

Para esas actividades poco relevantes para una misión médica, el Gobierno sudafricano ha invertido ya en torno a 14 millones de dólares en esos dos años, según reveló el ministro de Salud, Zweli Mkhize, poco antes de la llegada de los cubanos, un importe justificado por la categoría y experiencia, según el alto funcionario.

La misión cubana en Sudáfrica es una de las más polémicas que se desarrolla en el mundo actualmente, por coincidir con varios fiascos en la colaboración entre ambos países

Hace pocos días, cuando se supo en Sudáfrica que el contrato del contingente se renovaba un año más, hasta abril de 2022, lo que supondría otros casi 6 millones de dólares (83 millones de rands), Mkhize recuperó el argumento para defender la cantidad por la experiencia especializada de los cubanos, "que es limitada en el país".

La descripción que Granma hace de los trabajos realizados por los sanitarios cubanos no parece, en cambio, tan rara y específica, pero el diario del Partido Comunista no escatima los habituales elogios y recoge las palabras del doctor artemiseño Ángel Luis Cordero Blanco, que asegura que los esfuerzos "en un escenario sanitario muy complejo" se vieron compensados con el "agradecimiento de los pobladores" que los despidieron "incluso con lágrimas".

La misión cubana en Sudáfrica es una de las más polémicas que se desarrolla en el mundo actualmente, por coincidir con varios fiascos en la colaboración entre ambos países. Los ingenieros de ese país están en pie de guerra por los contratos a través de los que el Gobierno de Cyril Ramaphosa importa especialistas cubanos que ni siquiera están habilitados para asistir al departamento de Aguas y Saneamiento.

La lucha de los sindicatos ha permitido tener acceso a los acuerdos que revelan que los ingenieros cubanos cuestan casi 22.000 dólares más al año que los trabajadores locales, aun teniendo que ser supervisados por ellos. Además, en una nación con un paro superior al 30%, incomoda esta constante importación innecesaria de trabajadores.

A esto se ha sumado la parte que afecta a los becarios sudafricanos que estudian en Cuba y este este año han vivido con malestar la combinación de la escasez de comida y dinero, ya que su asignación se queda muy corta ante el aumento de precios en la Isla que ha conllevado la Tarea Ordenamiento.

Por último, el país vivió un auténtico escándalo cuando se supo que se habían adquirido medicamentos a la Isla de forma ilegal. El Ejército sudafricano compró a Cuba interferón por valor de 17 millones al pensar que el covid-19 formaba parte de una guerra biológica, cuando lo estipulado es que sea Sanidad por un procedimiento normal quien se ocupe de este tipo de comercializaciones.

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