Libros cubanos de diciembre: memoria, ficción y debate para cerrar 2025
Literatura
En conjunto, estos títulos delinean un mapa de preocupaciones, pulsiones, tensiones y formas de creación
La Habana/A medida que el calendario literario se cierra y el año editorial llega a su fin, diciembre siempre trae consigo un surtido singular de títulos que invitan a pensar, revisar y ampliar la mirada. En 2025, la producción cubana ha ido desde el ensayo histórico y la memoria política hasta la poesía bilingüe, pasando por la narrativa ilustrada, la ciencia ficción, el rescate artístico y las crónicas culturales. El panorama de este mes abre interrogantes sobre identidad, memoria, estética y el lugar de la Isla en la historia regional y global.
Vale la pena comenzar con una obra que ya ha generado debate desde su presentación en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara y que se perfila como lectura obligatoria para quienes estudian las formas en que las ideas moldean mundos. La historia como arma, del historiador cubano Rafael Rojas, propone entender cómo la Guerra Fría fue mucho más que un enfrentamiento entre superpotencias: fue también el campo privilegiado donde se definieron símbolos, mitos y narrativas que aún nos acompañan.
Desde su análisis de intelectuales y publicaciones como New Left Review hasta sus reflexiones sobre figuras diversas como Eduardo Galeano, Marta Harnecker o Alejo Carpentier, Rojas traza un recorrido por las dinámicas ideológicas que configuraron el "latinoamericanismo" como una matriz que excede lo político para afectar la identidad cultural de una región entera. Esta genealogía de discursos, situada particularmente en los casos de Cuba y México, desvela cómo la historia y su interpretación pueden ser tanto herramienta de poder como espejo para comprendernos mejor en el presente.
Esta genealogía de discursos, situada particularmente en los casos de Cuba y México, desvela cómo la historia y su interpretación pueden ser tanto herramienta de poder como espejo para comprendernos mejor en el presente
En un terreno muy distinto pero igual de crítico aparece Memorias ilustradas de un cubanito que nació con la involución, del narrador Abraham Rivera. Aquí no se trata de grandes teorías, sino de las pequeñas (y grandes) vivencias de una generación que creció entre paradojas, contradicciones y sueños truncados. Rivera recorre la infancia, la adolescencia y la adultez con un humor mordaz y una honestidad a veces punzante, utilizando la ilustración como puente entre lo vivido y lo imaginado. Es un libro que exhibe la ironía como herramienta de resistencia y, al mismo tiempo, de reflexión profunda.
En el ámbito artístico ocupa espacio Wifredo Lam. La aventura de la creación, de Roberto Cobas Amate, presentado en el Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana este diciembre. Lam, uno de los artistas cubanos de mayor proyección global, sigue fascinando por la manera en que sus imágenes incorporan y transfiguran símbolos africanos, europeos, asiáticos y caribeños. Este análisis profundiza en las tensiones, recorridos y decisiones estéticas del pintor que, desde finales de los años 30 hasta su muerte en 1982, construyó una obra que desafía las categorías estrictas de la modernidad.
Por su parte, la Editorial Nuevo Milenio, perteneciente al Instituto Cubano del Libro, vuelve sobre un tema muy trillado con La representación de los Estados Unidos en la República plattista, de Francisca López Civeira. A falta de propuestas verdaderamente innovadoras, este libro recorre discursos clásicos sobre una relación que ha sido estructural para las narrativas históricas y políticas contemporáneas entre Cuba y Estados Unidos, articulando documentos, análisis y reflexiones que ya se conocen pero que continúan minando los debates académicos y políticos de la región.
En poesía, destaca la antología personal El salto de Penélope y algunos sobresaltos / Penelope’s Leap and Some Startling Moves, de María Elena Blanco. Esta edición bilingüe (español-inglés) reúne más de tres décadas de escritura poética en las que la precisión del verso, la escucha del ritmo y la reflexión sobre el cuerpo y el tiempo convergen en un corpus sólido y coherente. La traducción amplía la presencia de una voz que dialoga desde la tradición moderna y simbólica con una sensibilidad inconfundible.
Entre los rescates editoriales relevantes está la nueva edición crítica de la poesía de Delfín Prats, revisada y actualizada por Yoandy Cabrera, presentada como homenaje en el cumpleaños del poeta. Esta recuperación reafirma la necesidad de releer a los clásicos vivos con herramientas críticas contemporáneas, incorporándolos de nuevo en el tejido de la literatura cubana actual.
El deporte, tan presente en la cotidianidad cubana y tan ausente de los catálogos editoriales, llega de la mano de la novela Y la noche doblaba por tercera, de José M. Fernández Pequeño, una obra inspirada en el inolvidable narrador deportivo cubano Felo Ramírez, figura clave de la radio en español en Estados Unidos y una de las voces más influyentes del béisbol latinoamericano. Sobre el volumen, en el que realidad y ficción se entrelazan, el propio autor asegura que tiene como centro la memoria y "desde ella se construye la voz híbrida que narra" la vida del personaje Mello Domínguez.
La ciencia ficción cubana también reclama su lugar con Distopía Tropical, una antología que reúne relatos sobre futuros imaginarios desde perspectivas diversas y desafiantes
La ciencia ficción cubana también reclama su lugar con Distopía Tropical, una antología que reúne relatos sobre futuros imaginarios desde perspectivas diversas y desafiantes. La mayoría de los autores reunidos son jóvenes, poco publicados, y que incluyen el humor en sus textos. Apelan a “una crítica social o una alerta sobre los errores que cometemos”, advierte el compilador Erick Mota. En resumen, este volumen confirma que la imaginación sobre el mañana también tiene mucho que decir sobre el presente de la Isla.
En narrativa contemporánea, Palenque, de Maielis González, recrea una Cuba del siglo XIX más allá del imaginario de ingenios y esclavizados, para situar a Aurelia, una joven que huye hacia el monte en busca de libertad, en el centro de una trama que reivindica la memoria y la dignidad afrodescendiente en Abya Yala. La protagonista se convierte en figura clave de una guerra que transcurre tanto en el plano físico como en el espiritual, atravesada por orishas, abakuás y ngangas. Con una mezcla audaz de ciencia decimonónica, horror gótico, realismo mágico y afrofuturismo, la novela convoca fantasmas, posesiones, espiritismo y oráculos yorubas para contar una historia imposible de encasillar.
En conjunto, estos títulos —ensayos que reclaman memoria e historia, crónicas de identidad, poesía que viaja entre lenguas, ficción especulativa y rescates críticos— delinean un mapa de preocupaciones, pulsiones, tensiones y formas de creación. Celebrar estos libros es también reconocer que la literatura hecha por cubanos o sobre Cuba, en 2025, sigue buscando lenguajes para nombrar el mundo, interpretarlo y desafiar aquello que se da por sentado.