Plaza de la Revolución, donde las noches son más largas

Portada de 'Hacia una Antropología Urbana en Cuba'
Portada de 'Hacia una Antropología Urbana en Cuba'
Jorge Luis González Suárez

13 de enero 2015 - 07:30

Ancianos que revenden periódicos, frikis que pasan la madrugada en un parque y carteristas que suben a los ómnibus en busca de presas, son algunos de los seres que habitan un municipio tan céntrico como diverso. Plaza de la Revolución es un caleidoscopio de zonas, poderes adquisitivos y sueños, según revela la minuciosa investigación recogida en el libro Hacia una Antropología Urbana en Cuba (2009) del promotor cultural y profesor universitario Avelino Couceiro Rodríguez.

Estamos en presencia de un texto que, lamentablemente, podría habérsele escapado incluso a los lectores más inquietos. Quizás el sigilo con que Hacia una antropología urbana... ha pasado por los anaqueles de las librerías se debe a que la labor del investigador social ha padecido incomprensiones, prejuicios e infravaloraciones por parte de las instituciones y sus funcionarios. Durante décadas, muchos de ellos han interpretado el examen de una realidad como si se tratara de un cuestionamiento frontal al modelo político y social.

Si a pesar de tales tropiezos, logramos acercarnos a esta completa investigación, agradeceremos al autor que desde el inicio nos presente su método investigativo y los temas que son objeto de estudio. Couceiro Rodríguez nos revela sus herramientas para, de inmediato, asegurarnos que ellas "... permiten constatar la inoperatividad de cualquier división político administrativa, cuando se pasa por alto a los seres humanos con sus peculiaridades culturales y se les considera solo como masa estadística y no como portadores y transmisores de estos rasgos".

"Siempre resultará mejor identificar abiertamente los problemas que tenerlos delante y que pasen inadvertidos o mal identificados", recalca el investigador antes de sumergirse de lleno en el mundo y submundo del municipio Plaza. Su metódica descripción incluirá algunas de las barriadas que lo conforman, como El Carmelo, El Vedado, Reparto Medina, Príncipe, Nuevo Vedado, Alturas del Vedado y el Reparto Hidalgo.

Los problemas más enjundiosos de la zona son incluidos por Couceiro Rodríguez en el acápite Dinámica poblacional comunitaria actual, donde se tratan aspectos trascendentales de la vida diaria. En una zona tan céntrica, el transporte urbano se convierte en uno de los principales escenarios y nudos de interacción. En parte debido a los problemas existentes desde tiempos pretéritos, no solo con el servicio, sino también con los añadidos, como carteristas, deficiente higiene de los vehículos, irritabilidad de los clientes y otras insatisfacciones.

¿Y quiénes no tienen pesos convertibles?

El tema de la dualidad monetaria y el abismo entre el salario y los costos de la vida, también aparecen reflejados a partir de los habitantes de Plaza de la Revolución. Alcanzar los pesos convertibles se vuelve obsesión diaria que el autor logra captar y plasmar en el hecho de que "la divisa o su equivalente en moneda nacional deviene principal y, a menudo, exclusiva motivación económica, que dista mucho del sueldo promedio".

"La divisa o su equivalente en moneda nacional deviene principal y, a menudo, exclusiva motivación económica, que dista mucho del sueldo promedio"

La situación económica y su "impacto en los sectores vulnerables" es descrita a través del efecto negativo que tiene en la vida de los adultos mayores. El libro recoge una realidad bien conocida, pero no por eso menos dramática. La de esos pensionados que para sobrevivir deben dedicarse a la reventa de periódicos, alimentos o artículos varios, en muchas ocasiones de forma ilegal y "siempre tensionados por la vigilancia policial".

La marginalidad e insalubridad en alguna zonas del municipio Plaza, como El Fanguito y La Dionisia son abordadas con fuerte realismo. En Hacia una Antropología Urbana... puede leerse como "la drogadicción ha afectado ambas comunidades y sus respectivas escuelas". El primero de esos barrios es "famoso por el robo, el hurto y la violencia" y el segundo "se identifica por el vago habitual y el alcoholismo".

Sin embargo, una de las características más distintivas del municipio es "la prostitución: diversidad, clientela y ambientación". "No es casual que jineteras y pingueros constituyan tipos populares de esta Rampa actual" expone el libro, que a su vez brinda un cuadro muy completo del fenómeno, que abarca la indumentaria y actitudes sexuales de mujeres y hombres que se dedican al oficio, pero también el lenguaje en clave y la jerga que acompaña este negocio del deseo.

No escapan al análisis hecho por Couceiro Rodríguez la escena homosexual de Plaza, que según el investigador ha logrado formar "espacios sin espacio". En parte por el rechazo de una parte de la población movida por los prejuicios y en otra por la cacería policial que ha llevado al desplazamiento de sus sitios de confluencia hacia diferentes puntos del territorio.

Entre los seres nocturnos y escurridizos, el autor describe minuciosamente a los frikis. Los ubica principalmente en la zona de las calles G y 23, el parque Víctor Hugo de 21 y H o el tramo de malecón entre las calles E y J. El aumento de estos espacios y posturas alternativas "ha motivado hablar de tribus urbanas, punk, emo, miquis, repas...", se explica en el libro.

El texto recoge además otras temáticas como la pérdida de valores, la dinámica de la población flotante y los sentimientos de pertenencia de los habitantes de este municipio. Una labor investigativa que le tomó veinte años al autor y que ahora está ahora a la mano de los lectores. Un texto minucioso, duro y aleccionador sobre un trozo de nuestra ciudad descrito con la objetividad de un científico y el afecto de alguien que la habita.

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