‘El acompañante’ se estrena en Cuba con un gran éxito de público

La actriz cubana Camila Arteche, que interpreta a Lisandra, junto al protagonista del filme, Yotuel Romero
La actriz cubana Camila Arteche, que interpreta a Lisandra, junto al protagonista del filme, Yotuel Romero. (14ymedio)
Luz Escobar

09 de septiembre 2016 - 17:09

La Habana/La película cubana El acompañante ha llenado desde este jueves las salas de los cines habaneros donde se presenta, provocando aplausos y comentarios de reconocimiento en la audiencia. La cinta, dirigida por Pavel Giroud, ha sido seleccionada para representar a Cuba en las próximas ediciones de los premios Óscar y los Goya de España.

El filme se presentó el pasado miércoles en la sala Chaplin en estreno nacional. Giroud, quien no pudo estar presente por compromisos de trabajo, envió una carta, que fue leída por un miembro de su equipo de realización. En la misiva, el cineasta recordó que fueron sus dos productores cubanos, Lía Rodríguez y Antonio Aníbal López León, quienes lo "empujaron a vencer y a no tirar la toalla en esta pelea, que algunas veces pareció perdida".

Giroud no pasa por alto las coincidencias en las fechas que han marcado también a la película. Recuerda que terminaron de rodar "el día de San Lázaro, la presentación fue el día de Yemayá y a las salas llegó el día de Oshún".

El acompañante llega a las pantallas de la capital avalada por un intenso recorrido internacional durante el que ha cosechado varios premios. Su director explicó a 14ymedio que en un principio tuvo dudas acerca de si las autoridades culturales permitirían que se proyectara en las salas del país esta historia de un boxeador sancionado que acompaña a enfermos de VIH internados en el sanatorio de Los Cocos.

Gracias a recursos muy bien manejados como el vestuario o la escenografía, el espectador se sitúa rápidamente en los años ochenta cubanos

Giroud recordó que hace apenas seis meses, en el contexto del último Festival de Cine de La Habana, los medios de la Isla anunciaron que este año se presentarían en el circuito comercial "10 películas cubanas", pero aunque informaron de los títulos de las producidas por el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (Icaic), el resto eran identificadas solo como "independientes".

El director reconoce que, pese a sus temores iniciales, su tercer largometraje de ficción "ha tenido muy buena promoción en los medios cubanos" durante los últimos meses y señala que le hace muy bien "poderla compartir con el público de todo el país a gran escala". Además, sumó a los logros del filme y al de su equipo el hecho de estrenar la cinta antes de que el Paquete semanal la incluya en su colección de producciones pirateadas.

Producida de forma independiente, la cinta narra una historia reveladora y original en muy pocas palabras. Sin acudir al melodrama, los personajes atrapan al público desde los primeros segundos de metraje, en una marea de sentimientos y reflexiones que lo traslada a una parte del pasado reciente del país, pero muy poco tratada.

Gracias a recursos muy bien manejados como el vestuario o la escenografía, el espectador se sitúa rápidamente en los años ochenta cubanos.

La trama acontece la mayor parte del tiempo en el interior del sanatorio de Los Cocos y los guionistas se lucen entrelazando con hilo fino y certero el destino de los personajes. Emplazado en Santiago de las Vegas, ese centro de salud fue, durante años, el escogido por las autoridades para recluir a todos los casos diagnosticados con VIH. Controlado por militares, en el recinto se vivía bajo un régimen carcelario donde Daniel, uno de los protagonistas, es definido como "el más conflictivo".

En ese terreno de disciplina versus rebeldía e insubordinación, llega Horacio, un joven y reconocido boxeador penalizado en medio de su exitosa carrera deportiva por dar positivo en una prueba antidoping. Su castigo será ser la sombra de Daniel y realizar informes detallados de cada uno de sus pasos.

Horacio quiere regresar al ring mientras que Daniel, según su propias palabras, quiere vivir sus últimos días "en libertad". Es en ese margen que nace una relación de amistad entre dos hombres que, de otra forma, nunca se hubieran conocido.

Giroud reunió a un elenco extraordinario de actores, algunos que se estrenaban por primera vez ante las cámaras, que lograron crear la tensión justa y reflejar lo necesario que exigía cada escena. Calificado por diversos críticos a lo largo de su carrera de "un excelente director de actores", aquí el joven realizador regala a sus seguidores una obra para el recuerdo.

A la salida de una sala Chaplin abarrotada de público, sus protagonistas, Armando Miguel y Yotuel Romero, firmaron autógrafos para los seguidores y dedicaron largos minutos a complacer peticiones de fotografías y de selfies.

En declaraciones a 14ymedio, Armando Miguel expresó su deseo de que "la gente vaya al cine y empiece a reflexionar sobre conceptos que se han perdido y que se ha intentado rescatar con esta película".

Nominado a un Goya en 2007 con La edad de la peseta, Pavel Giroud es uno de los directores jóvenes cubanos más reconocidos.

Hasta el momento, El acompañante ha obtenido varios premios, como el al Mejor Guion en el Havana Film Festival de Nueva York; los premios del público en los festivales de Toulouse, Francia; Busán, Corea del Sur; Málaga, España; Miami, Estados Unidos; además de muchos elogios en los de Chicago, Nueva York y Santo Domingo.

Este estreno llega después de una muy buena acogida en la última edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano en La Habana. Pavel la califica de positiva, porque "genera más interés y expectativas", pero, por otro lado, agrega: " Es de temer", porque "quizá esperen la película que no es". De todas formas, manifestó su confianza en el trabajo que se hizo y "en la sinceridad desde la que está concebida la película".

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