Arquímedes González narra en su novela "los orígenes del mal de la dictadura" en Nicaragua

San José/"Esta novela está llena de villanos, como la Nicaragua de hoy, que está llena de villanos que creen que la justicia no los va a alcanzar, de que van a seguir así por siempre", relata a EFE el escritor nicaragüense exiliado Arquímedes González, cronista de la realidad social de su país a través de su obra Atardecer en Venecia.

Arquímedes González (Managua, 1972) narra, desde la literatura de ficción, pero con rigor periodístico, "los orígenes del mal de la dictadura" en Nicaragua con su novela Atardecer en Venecia, que es la segunda parte de la trilogía iniciada con el libro Como esperando abril, una obra prohibida en las librerías nicaragüenses por el Gobierno que preside Daniel Ortega.

La novela, además de describir un país que Ortega quiere ocultar, plantea un problema actual: el mundo del narcotráfico como nervio y motor de la política en América, señala el jurado de los Juegos Florales Hispanoamericanos de Quetzaltenango, Guatemala, que la seleccionó como una de las finalistas.

Esa obra "constituye un duro retrato de la violencia y el pandillismo en Nicaragua", indicó, por su lado, el jurado del IV Concurso de Novela de Crímenes Medellín Negro, que también la escogió como finalista.

Esa obra "constituye un duro retrato de la violencia y el pandillismo en Nicaragua"

La novela devela la corrupción moral, institucional y cultural de una sociedad en crisis, lo que para el escritor y también periodista se trata de los orígenes del mal.

González, que fue profesor de prensa escrita de la clausurada Universidad Centroamericana (UCA), en Managua, y dio clases a la actual Miss Universo, la nicaragüense Sheynnis Palacios, presentará su libro, que ya se puede comprar en línea, el 19 de abril en Costa Rica.

"Esta segunda parte comienza antes de 2018, o sea es como los orígenes del mal de la dictadura, y cómo fue que llegamos a abril de 2018", cuando estallaron unas masivas manifestaciones antigubernamentales que Ortega aplastó a la fuerza, cuenta González, ganador del Premio Centroamericano de Literatura Rogelio Sinán 2011-2012.

Lo que hizo estallar a Nicaragua en 2018 fue la corrupción, la destrucción institucional, la pobreza, los abusos de poder, las violaciones de derechos humanos y el narcotráfico, sostiene el autor de La muerte del Acuario.

Esta obra "es una radiografía necesaria para entender cómo llegamos a 2018, pero también es una radiografía de la Nicaragua que ya Daniel Ortega no quiere que se sepa en el extranjero, porque ya nadie puede ir a reportar lo que pasa en ese país", explica.

González, que vive su segundo exilio, no vacila en señalar al narcotráfico ya como "un poder fáctico en Nicaragua".

En su obra, el escritor destruye el argumento de que Nicaragua es un "muro de contención" del narcotráfico, al ser el país centroamericano que menos incauta drogas.

González, que vive su segundo exilio, no vacila en señalar al narcotráfico ya como "un poder fáctico en Nicaragua"

"La Policía lo que hace son capturas de dinero que se encuentran, curiosamente, en la calle, abandonado. Entonces más bien pareciera que son coimas que dejan los narcotraficantes para beneficio de la dictadura", razona.

El narcotráfico en manos del Estado, dice el autor de 'Tengo un mal presentimiento', hace que la sociedad también se pudra y así lo expone en su obra con personajes ficticios.

Atardecer en Venecia es una "radiografía real de la Nicaragua que conocemos, usando personajes ficticios, pero también situaciones reales que se viven, como la corrupción, las violaciones de derechos humanos, el espionaje, la organización para atacar a civiles", explica.

También relata una reunión estatal ocurrida el 19 de abril de 2018 en el parque japonés, en Managua, donde se dio la orden de aplastar las manifestaciones antigubernamentales, que dejaron al menos 355 muertos, 4.000 heridos y decenas de miles de nicaragüenses en el exilio, entre ellos algunos desnacionalizados y desterrados.

Por eso, confiesa González, "esta novela está llena de villanos, como la Nicaragua de hoy, que está llena de villanos que creen que la justicia no los va a alcanzar, de que van a seguir así por siempre".

Aclara, sin embargo, que la novela no quiere decir que los "villanos" van a ganar, sino que los que están en el poder son los protagonistas del mal, pero que algún día les llegará la justicia.

La novela no quiere decir que los "villanos" van a ganar, sino que los que están en el poder son los protagonistas del mal

Justo esa esperanza en la justicia es la que hizo que el autor titulara su libro Atardecer en Venecia.

Nicaragua, agrega, está en una etapa de oscuridad total, democrática, de derechos humanos, de rendición de cuentas, con elecciones fraudulentas, sin institucionalidad y vive nuevamente una larga noche oscura, que es como bautizó San Juan Pablo II al primer Gobierno sandinista (1979-1990)

Pero al final, sentencia el escritor y catedrático de periodismo, volverá a amanecer en Nicaragua.