Jineterismo ministerial
La Habana/Cuando era más joven y andaba por ahí buscando que hacer en las tardes o las noches habaneras me tropecé un día con Julio. Yo andaba con una amiga de Berlín y él se buscaba la vida estafando a extranjeros inocentes. Se acercó a nosotras con la intención de invitarnos a un Festival de la Rumba, pero se decepcionó ante nuestra negativa. El truco era fácil: llevaban a los incautos al callejón de Hamel donde casi siempre suenan los tambores y ahí mismo estaba el mencionado Festival.
Yo había advertido a la alemana de esos personajes que inventan de todo para atraer a los turistas y la verdad era que por aquellos días de septiembre de 1993 no había mucho que hacer. Todo encuentro terminaba en un parque, en el malecón o en casa de un amigo. Julio no se dio por vencido y le dijo a Angélica, mi amiga, que él conocía un lugar donde se podía bailar salsa. Nosotras pusimos nuestra peor cara de viejas rockeras y nos lo quitamos de encima antes de que inventara algo más. Recuerdo que mi amiga concluyó ese episodio diciéndome: "A eso yo le llamaría jineterismo cultural".
Cuento esto porque por estos días se está dando un evento cultural al que le han llamado Habanarte. Sostengo la teoría de que esto es más o menos lo mismo que aquello pero organizado desde el mismísimo Ministerio de Cultura. Con un programa que incluye de todo pero que en realidad trae pocas novedades, más que un festival, donde se supone que se cree una programación especialmente diseñada para el evento, esto viene a ser como una especie de sombrilla que recoge todo lo que, de todas formas, sucedería en La Habana por estos días. De esta manera el crédito de las actividades la recoge la sombrilla-festival que se ha atrevido incluso a incluir en su cartelera visitas a una larga lista de museos.
Presentaciones del Ballet Nacional de Cuba, de Haydée Milanés, Descemer Bueno, entre otros, forman parte de espectáculos absorbidos por Habanarte. También, la feria Arte en la Rampa e, incluso, el sexto Salón de Arte Contemporáneo han ido a parar bajo su sombra.
Como dato curioso, o revelador, tenemos que la agencia Paradiso confirma la participación de 1.500 venezolanos y anuncia que el evento en cuestión se comercializará a turistas que estén de paso por La Habana y Varadero. La mezcla perfecta para ideologizar aún más los espacios culturales que poco a poco hemos conquistado los habaneros para relajar de la trova política de todos los días.
En la conferencia de prensa que tuvo lugar días atrás, nos enteramos de que el Centro de Información del Festival radicará en la Casa del Alba, epicentro de la más rancia propaganda política disfrazada de cultura. Todo esto me ha llevado a recordar a Julio y su falso evento musical y a mi amiga Angélica que se percató a tiempo de la farsa. Sin embargo, a diferencia de aquella mentira para sacarle algo de dinero a los incautos turistas, Habanarte es un gran globo ministerial que está timando a miles de personas.
(El Evento se realiza del 11 al 21 de septiembre, aunque la inauguración oficial será el día 12 a las 11 de la noche en el Centro Cultural El Sauce, de Artex, con un concierto de El Chévere de la Salsa, Isaac Delgado)