Una sobremesa sin Luberta

Alberto Luberta ha fallecido a causa de una enfermedad crónica. (Youtube)
Alberto Luberta ha fallecido a causa de una enfermedad crónica. (Youtube)
Zunilda Mata

24 de enero 2017 - 14:05

La Habana/Era encender la radio y entrar por la puerta de la casa familiar. Los personajes que Alberto Luberta Noy desarrolló en el programa de radio Alegrías de sobremesa llegaron a sentirse como parientes cercanos. Paco, Rita y Estelvina brotaron del ingenio del realizador y humorista fallecido este lunes a los 85 años de edad a consecuencia de una enfermedad crónica.

Luberta, nacido en 1931 en el poblado de Pogolotti, Marianao, escribió guiones dramáticos en los inicios de su carrera profesional, pero el humor lo fue conquistando. "Por necesidades de la radio empecé a escribir humorismo en el año 61, con un programa estelar que había en la antigua CMQ", comentó años más tarde en una entrevista.

En esas declaraciones, Luberta se atrevió a bromear hasta con la propia muerte. "Siempre decía (...) que cuando muriera nadie iba a ir a mi entierro, porque yo no iba al entierro de nadie" porque "a todo el mundo lo entierran por la mañana y yo estaba obligado a hacer los libretos a esa hora".

El entierro tendrá lugar a las dos de la tarde de este martes en la cercana Necrópolis de Colón

Su pronóstico no se cumplió y durante la noche de este lunes un mar de amigos llenó la funeraria de Zapata y 2, en el Vedado. El entierro tendrá lugar a las dos de la tarde de este martes en la cercana Necrópolis de Colón, un lugar que aparecía con frecuencia en sus picantes libretos, donde se mezclaban las situaciones simpáticas y el sarcasmo.

La capacidad de Luberta para mantener la audiencia descansa en su costumbrismo y en su infinita capacidad para encontrar el absurdo que esconde la cotidianidad. Alegrías de sobremesa fue su criatura mimada, hasta el punto de que cuando el guionista se retiró, en 2007, el espacio comenzó a resentirse y cuatro años más tarde Luberta regresó de su retiro, para poner las cosas en su lugar.

Esta semana, el ocurrente guionista se ha ido finalmente como quien cierra la puerta del hogar que creó para millones de cubanos. Un espacio íntimo donde sus personajes lo reciben entre abrazos.

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