Pequeñas esperanzas y grandes intrigas con las Grandes Ligas

El vicepresidente de la Federación Internacional de Béisbol, Antonio Castro Soto del Valle, hijo de Fidel Castro, durante una clase práctica de beisbolistas de las Grandes Ligas a niños cubanos este miércoles en La Habana. (EFE/Ernesto Mastrascusa)
El vicepresidente de la Federación Internacional de Béisbol, Antonio Castro Soto del Valle, hijo de Fidel Castro, durante una clase práctica de beisbolistas de las Grandes Ligas a niños cubanos este miércoles en La Habana. (EFE/Ernesto Mastrascusa)
Ernesto Santana

18 de diciembre 2015 - 10:14

La Habana/A un año del anuncio de la normalización de relaciones entre Cuba y Estados Unidos, el sentido de esa "normalización" es bastante anormal en este país, y eso se nota en el acercamiento con las Grandes Ligas, concretamente en la visita de una delegación de alto nivel de esa organización del béisbol norteamericano.

Juventud Rebelde escribe que desde Bud Selig, cuando vinieron los Orioles en 1999 –tras cuarenta años exactos sin que nos visitara un equipo de Grandes Ligas–, no había llegado una comitiva de tan alto nivel como ahora, y habla sobre todo de Joe Torres, David Winfield, Tony Clark, Dan Halem, y salta a las clínicas instructivas para niños.

La prensa menciona, de pasada, muy escuetamente, la presencia en la importante delegación, entre otros jugadores, de los peloteros cubanos.

Granma dice que "en el contexto de buena voluntad que expresa la visita de la Major League Baseball (MLB), esa organización ha declarado que tiene el objetivo de promover y favorecer el tránsito de los peloteros residentes en Cuba hacia el béisbol organizado de Estados Unidos". El punto de vista oficial es restarle seriedad al gesto apelando a problemas legales que no están en manos de la institución.

Para demostrar la turbulencia oficialista, se muestran una y otra vez las imágenes de los niños con las glorias deportivas en las clínicas, y algunas figuras destacadas insisten en lo bueno que pudiera ser todo por amor al béisbol, pero no se mencionan las sendas donaciones de 200.000 dólares a la Federación Cubana de Béisbol y a Cáritas Cubana, organización católica, como sí informan publicaciones extranjeras.

Estas publicaciones que, citando fuentes anónimas, están de acuerdo en que "la parte cubana no cederá en sus negociaciones y mantendrá su política", y lamentan que, por desgracia, no exista la posibilidad de una conferencia de prensa en la que se pueda preguntar a los dirigentes de la Federación Cubana de Béisbol, el INDER y a otros funcionarios acerca de lo que opinan sobre esta visita de la MLB.

Ni los medios ni las autoridades cubanas, en definitiva, asumen honestamente el actual e imparable éxodo de peloteros cubanos hacia Estados Unidos

Y los medios cubanos no pasaron de mencionar escuetamente a los jugadores cubanos que vinieron en la comitiva –José Abreu (de los Medias Blancas de Chicago), Yasiel Puig (de los Dodgers de Los Ángeles), Brayan Peña (de los Cardenales de San Luis) y el agente libre Alexei Ramírez–, a pesar de que Antonio –alias Tony– Castro, haciendo un alto en sus altísimas y duras ocupaciones, fue a recibirlos en el aeropuerto y se hizo fotos con ellos como un viejo amigo más. Ya sabemos que la prensa oficialista censura las fotografías de Tony Castro y sus amigos.

Es triste que esos magníficos deportistas, para quienes seguramente el Duke Hernández ha sido una enorme fuente de inspiración como atleta de talla internacional, no hayan imitado al incomparable lanzador industrialista en su postura ética, que difícilmente lo llevaría a posar sonriente junto a quienes lo consideraron un enemigo y un traidor.

Ni los medios ni las autoridades cubanas, en definitiva, asumen honestamente el actual e imparable éxodo de peloteros cubanos hacia Estados Unidos. Según el experto en béisbol cubano Peter Bjarkman, al menos 102 jugadores se han ido de Cuba en el año 2015, casi un tercio de todos los que se han ido desde 1980, formando parte de un movimiento migratorio mayor de miles de cubanos que buscan su propio futuro.

Tampoco se dan a conocer, aunque fueron declaraciones a la agencia Prensa Latina, las palabras de Héctor Hernández –mentor en 20 Series Nacionales y en cuatro Selectivas–, quien, durante su participación en el juego de los veteranos en Las Tunas, opinó que el béisbol cubano "necesita profesionalizarse", para mejorar el nivel de la Serie Nacional y regresar a los viejos buenos resultados internacionales.

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