El triunfo es de los peloteros

La Habana/Lo que no pudo lograrse durante el Gobierno de Barack Obama se concreta en de Donald Trump. El convenio recién firmado por directivos de la Major League Baseball (MLB) y de la Federación Cubana de Béisbol (FCB) es, sin duda alguna, un gran avance, pero no hay que dejarse llevar por un optimismo excesivo.

El acuerdo ha llegado después de tres años de discretas negociaciones. Durante ese trienio, más de 300 peloteros nacidos en Cuba emigraron con la ilusión de jugar en el mejor béisbol del mundo, pero solo 140 han podido insertarse en algún equipo de las Ligas Mayores o de las Menores, y otros han visto su sueño frustrado por alguna traba.

Hace varias semanas, el periodista televisivo Yasel Porto había insinuado que pronto llegaría una noticia muy buena para el béisbol cubano, algo que tendría un impacto positivo, aunque no bastaría para sacar al deporte nacional de la crisis en que se halla sumido.

A partir de ahora los atletas no tendrán que recurrir a mecanismos ingratos, y hasta peligrosos, para llegar a la Gran Carpa

A partir de ahora los atletas no tendrán que recurrir a mecanismos ingratos, y hasta peligrosos, para llegar a la Gran Carpa. 56 años después de que Fidel Castro prohibiera lo que él llamó "el deporte esclavo", parece que nos acercamos al final de un largo túnel.

Indiscutiblemente, la pelota cubana ganará en calidad. O sea: al menos recuperará parte de aquella vitalidad que tenía antes de la prohibición, cuando aparecían buenos jugadores y, sin necesidad de INDER ni de FCB, se iban con el sueño de triunfar en los estadios del vecino norteño, lo que lograban en mayor proporción que los atletas de otros países del área.

Según directivos cubanos, con ese convenio, la FCB se convierte en la primera de América Latina en firmar un acuerdo así con la MLB. Fuera del hemisferio, esta organización ya había pactado convenios parecidos con las ligas profesionales de Japón, Corea del Sur y Taipéi (China). Por tanto, si la FCB no es una liga profesional, ¿hay posibilidades de que veamos el nacimiento de la Liga Cubana de Béisbol Profesional?

"Vendrán cambios dentro del sistema de competencias en Cuba. Se ajustarán a este momento histórico", ha dicho el periodista Norland Rosendo, del diario Juventud Rebelde. Los beneficios, sigue, "se notarán en todas las categorías de pelota de nuestro país, en las que se invertirá dinero del que le corresponde a la FCB por la formación de los fichados. Volverá la pelota a los placeres, a las lomas. Debemos tener, al fin, una Academia Nacional. Quizá más de una. Y volverá Cuba a los podios internacionales".

Se podría dudar de esa estabilidad teniendo en cuenta cuán coyunturales son siempre las acciones de las autoridades en Cuba, que a veces responden a estrategias incomprensibles

En declaraciones a la prensa, Higinio Vélez, presidente de la FCB, subrayó que la contratación nunca la hará la MLB directamente con el jugador, sino a través de la FCB, y que esta relación sería "estable y despolitizada". Se podría dudar de esa estabilidad teniendo en cuenta cuán coyunturales son siempre las acciones de las autoridades en Cuba, que a veces responden a estrategias incomprensibles. Pero lo de "despolitizada" ya suena demasiado ficticio. ¿Quién puede creer que la FCB no discriminará cuando esta misma institución escoge a sus directivos basándose ante todo en criterios políticos?

Vélez llegó a decir a la prensa que "el acuerdo se establece entre organizaciones no gubernamentales". Esa es la parte del mareo. Si la relación despolitizada sonaba muy ficticia, decir que la FCB es una organización no gubernamental ya entra en el campo de la comedia o de la farsa, y uno tiene que inquietarse por lo que pueda haber detrás de esas palabras dulzonas y falsas.

Es magnífico que los atletas salgan de las manos de turbios traficantes de personas pero ahora caen en manos de las autoridades de la FCB para las que el deporte nacional es una misión política y un negocio.

Podría darse el caso de que, aunque resulte contradictorio, se eleve el nivel de la pelota cubana sin que se solucione la crisis que la degrada, porque al final lo imprescindible es la reforma radical del sistema beisbolero.

Ahora queda más claro que, si a los peloteros que salen del país buscando otras posibilidades se les llama desertores no es exactamente porque abandonen el béisbol nacional, sino porque escapan del control de la FCB

Ahora queda más claro que, si a los peloteros que salen del país buscando otras posibilidades se les llama desertores no es exactamente porque abandonen el béisbol nacional, sino porque escapan del control de la FCB. Si ahora regresan a ella, con las condiciones que impone, serán rehabilitados.

Por el momento quedan muchas dudas. Por ejemplo, ¿se detendrá a partir de ahora el éxodo de peloteros? ¿Qué pasará con los que se quieran ir a probar suerte antes de los 25 años y sin aceptar a la FCB como intermediaria?

La FCB asegura que el convenio es un triunfo del sistema deportivo cubano. No deja de tener cierta razón, porque no es poco lo que obtienen, pero en verdad el mayor triunfo es de los propios atletas, que, desde antes de la Revolución, con apoyo institucional o sin él, han estado y estarán entre los mejores del mundo y han triunfado incontables veces en la Gran Carpa.

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