Contar hasta el último kilowatt
La Habana/La instalación de nuevos metros contadores de electricidad continúa desatando polémicas en la capital cubana. Para leer los equipos no se necesita entrar a las viviendas donde están colocados y, según se ha informado, resulta prácticamente imposible manipularlos de forma fraudulenta para pagar menos por el servicio.
"Con esto no valen trampas. Ahora el que tiene en su casa dos aires acondicionados prendidos todo el día se va a enterar de lo que vale la corriente", aseguró a 14ymedio este operario que instalaba los nuevos artilugios en un edificio multifamiliar de la calle Belascoaín, muy próximo a Lealtad.
Si se relaciona con el salario promedio en Cuba, el costo de los kilowatts consumidos se vuelve escandaloso
El costo del servicio eléctrico ha desatado en los últimos años muchas quejas entre la población. Aunque en comparación con otros países su precio no absoluto no destaca entre los más caros de la región, si se relaciona con el salario promedio en Cuba, entonces el costo de los kilowatts consumidos se vuelve escandaloso.
Una familia que posea las bombillas imprescindibles, un refrigerador y un receptor de televisión puede pagar una factura que ronda los 20 CUP al mes, menos del 5% de un sueldo medio, que en la Isla ronda los 570 CUP. Sin embargo, si cocina con electricidad y enciende cada noche un aire acondicionado para aliviar la canícula del verano, entonces la tarifa eléctrica puede llevarse todo el salario de un ingeniero.
Durante años la gente ha inventado todo tipo de métodos para evadir los altos importes. Desde manipular los relojes contadores hasta las llamadas "tendederas", que roban o trasladan la electricidad desde centros estatales o viviendas cercanas. Con la instalación de los nuevos dispositivos para registrar el consumo, muchos de esos trucos parecen llegar a su fin.
Por estos días las reclamaciones llueven sobre la Unión Eléctrica de Cuba.
