Seis años de '14ymedio'. ¿Cómo hemos cambiado?

La Habana/Un miércoles hace ahora seis años nacía 14ymedio. En este tiempo han cambiado las circunstancias, pero no la esencia de este diario. Nos asomamos a una nueva década inmersos en una pandemia que llena el mundo de incertidumbres, pero con la misma ilusión de llevar a sus casas cada mañana las historias que no verán en la prensa oficial contadas con nuestro sello personal.

Les invitamos a hacer un breve repaso de cómo eran algunas cosas cuando empezamos y cómo son hoy.

De los hoteles a las casas

Cuando iniciamos nuestra andadura creamos un sistema de publicación online, para el uso de nuestro equipo internacional, ubicado en España, y otro offline para el equipo de Cuba. Las telecomunicaciones eran aún peores en 2014, así que el objetivo era poder preparar nuestra web sin conexión, acercarnos a un hotel con conexión wifi y ponerlo en el aire en unos pocos minutos. Las redes de estos establecimientos también nos servían para enviar las notas escritas a nuestros colegas fuera de la Isla para su edición y trabajo online.

Aunque la conectividad sigue siendo uno de nuestros grandes lastres, por su escasa velocidad y el enorme gasto económico que nos supone, algo ha mejorado. La llegada de la 3G inicialmente y luego de la 4G a los móviles ha permitido trabajar en red a todo el equipo de 14ymedio desde sus casas, compartir de forma instantánea las notas y consultar las dudas durante la edición y publicar sin recurrir a un offline que a menudo daba dolores de cabeza. Además, hemos mejorado nuestro contacto con los lectores a los que enviamos un boletín (newsletter) con los mejores contenidos semanales y descarga directa del pdf, y mandamos cada día nuestras notas destacadas a través de los canales de mensajería instantánea.

De la "alegalidad" al Decreto 370

Aprovechamos un resquicio legal para colarnos en sus casas. Aunque la única prensa permitida por el Partido Comunista es la estatal, la normativa vigente no contemplaba entonces las nuevas tecnologías y, en términos legales, solo nos impedía ser un medio impreso. Por eso salimos a la calle como diario online y lo que llamamos edición impresa está en formato digital (pdf).

A mediados de 2019 el Gobierno aprobó el Decreto 370 que prevé sanciones para la prensa independiente online, una norma creada expresamente para sumir en la ilegalidad a los medios críticos con el Gobierno o que, simplemente, presentan una versión de la realidad distinta a la del PCC. En base a ella, y a pesar de las condenas expresadas por las organizaciones internacionales, se ha multado a varios periodistas independientes.

De la soledad a la compañía

Cuando nacimos ya existían varios medios independientes cubanos con colaboradores sobre el terreno, pero nosotros lo hicimos al revés. Fuimos el primer diario con una redacción radicada en su totalidad en Cuba y colaboradores fuera para ayudarnos en la parte tecnológica y editorial.

Hoy tenemos mucha compañía. El Estornudo, Tremenda Nota, La Hora de Cuba, Yucabyte, El Toque, Periodismo de Barrio... cada uno con su visión y su manera de contar las cosas. Entre todos podemos narrar una realidad más completa y diversa.

Un equipo disperso

La parte más amarga ha sido la pérdida de muchos colegas de la redacción. A la situación general de la Isla, con la escasez siempre al acecho y la falta de oportunidades para progresar, se han agregado las amenazas y presiones dirigidas contra los profesionales del periodismo independiente, que se exponen a multas y penas de prisión. Demasiados se han ido buscando una vida mejor.

Algunos de los que formaron nuestra inicial redacción siguen ayudándonos desde fuera, otros se dedican a las profesiones con las que soñaron de pequeños. La familia de 14ymedio cambia de tamaño, pero seguimos poniendo todo nuestro empeño en sortear las dificultades.

De la ignorancia a la relevancia

El Gobierno ha pasado mucho tiempo fingiendo que no existíamos aunque desde el primer día puso en marcha una campaña contra nuestro medio. Bloqueó nuestro sitio en los servidores nacionales y recurrió a la desinformación y difamación, tanto contra 14ymedio y su financiación como contra nuestra directora, Yoani Sánchez.

La persistencia ha dado sus frutos y, ahora, incluso se han visto obligados a dar explicaciones, forzados por las noticias que hemos publicado. La campaña no cesa, pero ya no pueden negar nuestra presencia y, en ocasiones, nos aluden sin citarnos.

De los viajes a las 'regulaciones'

En 2013, un año antes de nuestro nacimiento, llegó la ansiada reforma migratoria. Los cubanos pasamos a poder salir del país y realizar viajes sin las restricciones y requisitos anteriores. Esa libertad nos permitió, entre otras cosas, ampliar nuestra formación en cursos y congresos en el extranjero o cubrir algunos temas de interés para nuestros lectores, como la crisis migratoria de 2017 en Centroamérica y México.

Desafortunadamente, Cuba ha retrocedido en este aspecto en los últimos tiempos. Desde hace dos años la figura del regulado ha ido cobrando notoriedad entre la oposición y la prensa independiente. Las autoridades usan este mecanismo para impedir la salida de cualquiera cuando está a punto de abordar el avión en el aeropuerto. Aunque con frecuencia retira la orden cuando se reclama, el viaje ya se ha perdido, con lo que consigue entorpecer la labor del disidente o del periodista independiente. Dos de nuestros reporteros, Luz Escobar y Ricardo Fernández, y nuestro editor jefe, Reinaldo Escobar, han sido objeto de estas medidas.

Del modelo de negocio

Mucho han insistido, y lo siguen haciendo, las autoridades cubanas y nuestros críticos en que la financiación de 14ymedio procede de Gobiernos extranjeros. Muy lejos de la realidad, como hemos reiterado. Nacimos y hemos sobrevivido hasta ahora con el dinero procedente de un grupo de amigos y conocidos que quisieron sumarse a la idea de un proyecto de prensa libre para Cuba.

Con los años, hemos profesionalizado nuestra recaudación para acercarla a la mayoría de publicaciones del mundo. Nos nutrimos gracias a algunos acuerdos de colaboración con fundaciones y entidades sin ánimo de lucro; con plataformas de publicidad y, claro, de las aportaciones de nuestros lectores, que con su esfuerzo hacen que solo nos debamos a ellos y no a otros intereses.

De Nauta a la mensajería instantánea

Mucho antes de que la pandemia generalizara la comunicación virtual, en 14ymedio ya era nuestra realidad. Conectábamos las distintas localizaciones de nuestro diario, a miles de kilómetros en ocasiones, a través del correo de Nauta, que no hacía sino ponernos trabas, o con mensajes de texto. Métodos más lentos y rudimentarios que los actuales, inimaginables en el siglo pasado.

Ahora, los chats de mensajería instantánea nos permiten estar en contacto permanente y resolver cualquier duda al momento. Así intercambiamos textos, fotos... y hasta bromas cada día.

Solo falta que el Gobierno cubano acepte nuestra existencia y levante su bloqueo contra la prensa independiente.

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