Réquiem por el G Café
La Habana/Con el mismo impulso con el que se inauguraron numerosos restaurantes vegetarianos por todo el país a principios de este siglo, también llegó el concepto del café literario, un sitio para mezclar el consumo gastronómico y las buenas lecturas. A precios módicos y con una clientela de habituales, esos locales han ido desapareciendo sin ningún anuncio oficial que explique su caída en desgracia.
El más emblemático de estos sitios abrió sus puertas en 2005 en la intersección de las calles 23 y Avenida de los Presidentes en el Vedado y era conocido como el G Café. Apenas se diferenciaba en el diseño de la anterior Casa del té que se hizo muy popular a finales de los años noventa. Hoy, el inmueble muestra las señales del abandono y se mantiene sin actividad comercial en una de las más importantes esquinas habaneras.
El inmueble muestra las señales del abandono y se mantiene sin actividad comercial en una de las más importantes esquinas habaneras
Tras su inauguración,el local ofrecía también mojito y daiquirí, aunque con el pasar de los años se hizo común escuchar sus empleados decir "No hay" o "Se acabó". El déficit de ofertas fue minando el popular comercio, condenando al cierre esta iniciativa conjunta de la Unión de Jóvenes Comunistas y el Instituto Cubano del Libro.
Si en los primeros años las paredes del G Café atesoraron dibujos y fotos de artistas cubanos, hoy reina solo la humedad y el mal olor. Unas ramas de árboles han sido colocadas para bloquear la entrada y los vecinos sueñan con que "le entreguen" el local a un trabajador por cuenta propia o una cooperativa no agropecuaria para que lo saque del marasmo en que está y lo vuelva a convertir en un salón concurrido y apreciado.