Los datos oficiales revelan que la economía cubana está peor que durante el Período Especial

Industria

La desindustrialización del país se ha acelerado desde la entrada en vigor de la Tarea Ordenamiento

En los últimos 40 años la producción de pan bajó un 40%, que no alcanza a expresar su lamentable falta de calidad y gramaje.
En los últimos 40 años la producción de pan bajó un 40%, que no alcanza a expresar su lamentable falta de calidad y gramaje. / Cubadebate
14ymedio

03 de mayo 2025 - 13:47

La Habana/La debacle de la industria cubana en los últimos 40 años –desde el preludio del Período Especial hasta el actual “post Ordenamiento”– merece numerosos calificativos. Con los números en la mano y la brutal caída representada en una tabla, el economista Pedro Monreal da en el clavo: se trata de una “aguda erosión”, muy difícil de subsanar a mediano plazo e imposible de reparar en las condiciones actuales.

Monreal selecciona siete productos “con alto impacto en el bienestar ciudadano” para ejemplificar la impactante desindustrialización del país desde 1985 hasta este año: harina de trigo, pienso mezclado, pan, fertilizantes completos, arroz elaborado y semielaborado, barras de acero corrugado y cemento gris. 

Tomando como referencia la producción de 1985, en la época del generoso subsidio soviético, la elaboración de fertilizantes es la que mejor ilustra un desmoronamiento que le ha costado caro al sector agrícola. Si en el Período Especial llegó a caer más de un 90%, después de 2021 desapareció absolutamente y su ausencia –como han denunciado una y otra vez los campesinos– es en parte culpable de la situación alimentaria del país. 

Otro elemento que pareció tocar fondo en los 90 fueron las barras de acero o cabillas, que son literalmente el sostén del sector constructivo. Pese a un repunte de un 25% justo antes del derrumbe del campo socialista, su forja cayó en un radical 95% tras la Tarea Ordenamiento decretada en enero de 2021, y el año pasado ya se había extinguido totalmente. 

La producción de fertilizantes es la que mejor ilustra un desmoronamiento que le ha costado caro al sector agrícola.
La producción de fertilizantes es la que mejor ilustra un desmoronamiento que le ha costado caro al sector agrícola. / Pedro Monreal/X

La harina de trigo experimentó una reducción del 50% en lo más duro del Período Especial –1993– y se mantuvo en niveles mediocres, pero con tendencia ascendente, hasta 2012 (llegó a superar en un 20% a 1985). A partir de ahí la caída ha sido crítica y en estos momentos se sitúa en niveles un poco más bajos que en los 90. 

En cuanto a la producción de arroz –indispensable para la dieta cubana–, ha sido oscilante desde hace cuatro décadas y cayó notablemente durante el final del milenio, pero ahora ha llegado a mínimos históricos. De una caída del 50% en 1993 a la significativa recuperación de 2018 –cuando superó en un 20% a 1985–, ahora ha descendido un 90% en comparación con el año de referencia. 

Otros productos han seguido trayectorias similares, cuya característica es un leve aumento –nunca superior al 20%– hasta 1989, un descenso acelerado hasta 1995 y una paulatina, pero inestable recuperación hasta el inicio del mandato de Miguel Díaz-Canel, que ha llevado el país a una decadencia industrial sin precedente. 

Así, el cemento gris, que bajó un 95% en los últimos 40 años, los piensos mezclados (un 90%) y el pan (un 40%, que no alcanza a expresar su lamentable falta de calidad y gramaje). 

Las conclusiones tras analizar el panorama, que Monreal representa con curvas enredadas ysiempre descendentes, son claras: desde la disolución de la URSS la Isla se ha sumergido en una “crisis nunca superada” que detonó tras su salida de la esfera económica soviética. Desde entonces, la falta de capital en el sector y la obsolescencia tecnológica han pasado la cuenta a la industrialización cubana, que no cuenta ni siquiera –ironiza Monreal– con una “hoja de parra” que disimule o intente contener la debacle, como las 63 medidas con que el Gobierno trató, en vano, de mitigar el deterioro agrícola. 

“La ausencia de un programa creíble de reindustrialización es uno de los más notables y alarmantes vacíos de la política económica actual en Cuba”, concluye el economista. 

El escenario descrito por Monreal no es más que la perspectiva a gran escala de un panorama que, la semana pasada, definía 14ymedio en su análisis de la industria en 2024. Estas cifras vinieron a confirmar que el año pasado no marcó diferencia alguna en la debacle, y que la producción en la Isla sigue yendo a peor. 

El pienso mezclado bajó un 47% en apenas un año, con nefastos impactos en la industria cárnica, que cayó un 95% en los últimos cinco años

El pienso mezclado bajó un 47% en apenas un año, con nefastos impactos en la industria cárnica, que cayó un 95% en los últimos cinco años y un 90% de 2023 a 2024. El queso bajó un 41% en este mismo período –consecuencia lógica del bajón del ganado– y el yogur, un 81%. Otros sectores, como la pesca de camarón (que cayó un 84%) y langosta (45%), rematan el panorama. El protagonista de la caída fue el café, con un descenso de 65% en los últimos cinco años y 35% de un año a otro. 

Sobre la desindustrialización cubana pesa también la omnipresente crisis energética del país, que no parece tener fin tras los cuatro apagonazos que ha sufrido en menos de seis meses y una oportuna “tregua” antes del desfile del Primero de Mayo. Este sábado, sin ir más lejos, se prevé un déficit energético de 1.417 megavatios. La Unión Eléctrica lamenta la falta de diésel y fueloil para alimentar sus centrales y no parece que su alianza petrolera con Venezuela pueda resolver la situación esta vez.

En abril, según Reuters, las exportaciones totales de crudo de Caracas cayeron un 20% –las peores en los últimos nueve meses– con respecto al mes anterior, y se sospecha que esta reducción pudo haber afectado también a la Isla, aunque el reporte de la agencia británica no incluyó esta vez la cantidad enviada a Cuba.

El jaque de la Administración de Donald Trump a Chevron, la petrolera estadounidense que había sido autorizada a trabajar en Venezuela, bloqueó varias transacciones. La estatal Pdvsa, por tanto, tuvo que suspender no pocos negocios y enfrenta un futuro de incertidumbre financiera dado que este 27 de mayo Chevron deberá cesar sus actividades en Venezuela. 

De los 32 tanqueros que partieron de Venezuela cargando 698.767 barriles por día (bpd), y 357.000 toneladas de derivados, la mayoría fue a parar a China, un país bajo cuya sombra económica La Habana también quiere cobijarse. 

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