Diga lo que diga el Gobierno sobre el turismo, "la locomotora se ponchó", ironizan los cubanos
Economía
Las autoridades ocultan los ingresos netos de ese sector porque son insignificantes
Madrid/El despliegue de Randy Alonso para defender a la niña mimada del régimen, el turismo, en sus horas bajas es meritorio. Por segundo día consecutivo, Mesa Redonda habló del otrora lucrativo renglón para subrayar idéntica idea a la del martes: el gran “aporte a la economía del país y su responsabilidad social”.
En esta ocasión el protagonista fue Cubasol, el grupo de servicios extrahoteleros e inmobiliarios estatal que engloba las empresas de transporte (Transtur), desarrollo de complejos (Cubagolf), espectáculos (Turare), marina y náutica (Marlin), comercial (Caracol) y servicios (Palmarés). En los 59 minutos que duró el programa no se dijo ni una sola palabra de interés, más allá de conocer a qué se dedica cada una de estas divisiones y algunas menciones a proyectos de responsabilidad poco concretos, siendo la delfinoterapia lo más impactante para cualquier espectador que pudiera –con permiso del apagón– ver la televisión.
El objetivo, más que ninguna otra cosa, es intentar vender una “matriz de opinión” basada en ficciones y escamoteando la realidad a partir de anécdotas y apuntes fragmentados”, señaló en su cuenta de X el economista cubano Pedro Monreal, que coincide en lo señalado por 14ymedio. El experto dedicó un hilo al programa del día precedente visiblemente molesto, en el que acusó a las autoridades de no dar la cara como responsables del “descalabro” y enviar a “sus emisarios [que] soslayaron los propios datos oficiales”.
“Muy mal está la situación cuando han sido funcionarios de menor rango quienes han salido apurados a retorcer y maquillar el desastre del turismo en Cuba"
“Muy mal está la situación cuando han sido funcionarios de menor rango quienes han salido apurados a retorcer y maquillar el desastre del turismo en Cuba sustituyendo la antigua y desacreditada imagen de ‘locomotora’ por la de ‘caja registradora’”, comenzó. En su serie de once mensajes, el experto recordó las principales cifras del turismo, en caída desde 2019 y en barrena desde 2021. “Cuando nos cuentan en la televisión que el turismo genera ‘un flujo más directo’ de divisas ocultan que se trata de un ingreso bruto y que no se publica el ingreso neto (dato más relevante), después de descontar el gasto en divisas para operar e invertir en el turismo”, señala.
En efecto, el Gobierno cubano mantiene en secreto desde siempre, como ha señalado este diario en multitud de ocasiones, las cifras reales del turismo, puesto que los meros gastos que genera el sector son descomunales, entre otros motivos por la necesidad extrema de importar todo, desde los alimentos a los materiales de construcción, pasando por todo lo imaginable, ya que la industria y manufactura del país está hundida. Solo con cubrir todas esas necesidades se podría estar gastando –aunque es imposible saberlo– los rendimientos del sector.
Así, como apunta Monreal, para que aún le sobre dinero para aportar a sectores como Salud, Educación y otros debería obtener unos ingresos exorbitantes, “algo poco probable con el bajo nivel de ingreso bruto (único dato publicado)”. El especialista aporta, además, información sobre cómo miden los economistas internacionales los rendimientos del turismo (multiplicadores de Ghosh y de Leontief), que el oficialismo no ha dado, sustituyéndolos por “menciones genéricas” o “anécdotas”.
“Pudiera indicar intención de embaucar o incompetencia (o ambas cosas)”
“Pudiera indicar intención de embaucar o incompetencia (o ambas cosas)”, concluye el experto, que considera que si los funcionarios conocen el dato de los multiplicadores y no lo revelan, tal vez es porque no es tan positivo como para anunciarlo. “En caso de que no calculen ni utilicen los multiplicadores, la incompetencia sería descomunal”, zanja.
Como la población, por entusiasta que sea, sabe lo que ve, las reacciones de los lectores de Cubadebate a la versión escrita de la Mesa Redonda del martes parecen concluyentes: no se ha convencido a casi nadie y a las conclusiones expuestas por Monreal ya habían llegado algunos legos. “Me habría gustado, como ciudadano comprometido con mi país, que la Mesa Redonda expusiera por qué se hicieron tantos hoteles mientras era clara la tendencia al decrecimiento de visitantes internacionales? (...) ¿Cuál es el ingreso real del turismo? ¿Cuáles son las utilidades obtenidas?”, diserta un lector.
“Sería más convincente decir: ‘tal año hubo X entrada en divisas gracias al turismo’. Y después, explicar precisamente cómo fueron distribuidos los porcentajes”, agrega otro.
La conversación generada en el medio que dirige el mismo Randy Alonso es activa
Sus dudas son compartidas por muchos otros que las consideran, cuando menos, “oportunas”. “Cuando se analiza el beneficio neto, debe de superar con creces, a mi entender, el coste político de la realidad del cubano y los ingresos que se obtendrían si los recursos fuesen asignados a otros sectores”, tercia uno más. La conversación generada en el medio que dirige el mismo Randy Alonso es activa y los lectores han aportado también ideas sobre qué está fallando para que los viajeros dejen de venir a Cuba: los apagones, la sensación de inseguridad en las noches por la falta de luz, la acumulación infame de basura o el desabastecimiento en los restaurantes.
“Nadie duda ni por un segundo de que el turismo es una de nuestras fuentes fundamentales de entrada de MLC [moneda libremente convertible], ni de que asegura el encadenamiento productivo con otras ramas de la economía nacional y que es una fuerte fuente de empleo. Sin embargo lo que muchos cuestionamos es ¿por qué sabiendo que nuestros recursos financieros no son muy amplios seguimos insistiendo en grandes inversiones hoteleras, cuando cada vez es menor el índice ocupacional y cada vez es más difícil mantener el aseguramiento y el mantenimiento de los hoteles que ya existen?”, dice otro comentarista.
Es la línea que señalan muchas opiniones, más o menos elaboradas: que lo que se dijo en la Mesa Redonda puede valer para el turismo en muchos países, pero en la Isla, ahora, no. Como resume otro usuario: “La locomotora se ponchó”.