Empieza la producción de picadillo con huesos, piel y otros sobrantes de la matanza en Sancti Spíritus
Sancti Spíritus
Nadie da explicación sobre el origen del millón de dólares que costó supuestamente la planta
La Habana/La Empresa Cárnica de Sancti Spíritus inauguró hace apenas una semana una planta de Masa Deshuesada Mecánicamente (MDM) valorada en “casi un millón de dólares” y supuestamente financiada en su totalidad con “divisas propias”. Sin embargo, hace solo cinco meses, en marzo pasado, la misma empresa admitía estar en crisis con una producción en picada, sin materia prima suficiente y aferrándose a estrategias de emergencia para atraer divisas.
La inauguración, celebrada con el habitual despliegue de solemnidad partidista, fue reseñada por la prensa oficial como un gran logro para la industria alimentaria nacional. La planta está equipada con tecnología avanzada que permite procesar hasta 6.200 toneladas de carne de res y entre 200 y 300 toneladas anuales de MDM, que las autoridades se resisten a llamar picadillo, un producto que, a falta de verdadera carne, la población come a disgusto. También se anunció la posibilidad de procesar carne de cerdo, cabra, búfalo y caballo, pasando por alto que la escasez de animales es precisamente uno de los mayores obstáculos del sector.
Las autoridades aseguraron a la prensa oficial que el total de la inversión fue cubierto por la empresa con sus propias divisas. Una afirmación que, en el mejor de los casos, levanta sospechas teniendo en cuenta la trayectoria de la Empresa Cárnica espirituana.
Las autoridades aseguraron a la prensa oficial que el total de la inversión fue cubierto por la empresa con sus propias divisas
Según datos publicados en marzo por Escambray, el medio oficial de la provincia, entonces la fábrica ya había admitido su debacle y sus graves dificultades para adquirir materia prima. En esa fecha los propios directivos propusieron alternativas para mejorar la producción, como que la empresa criara por su cuenta 3.000 cerdos en dos granjas, comenzara a vender sus productos en plataformas virtuales o intentara, con las ganancias de esos proyectos, levantar sus exportaciones para obtener dólares.
La crisis tampoco es reciente. Desde 2018, la empresa registró una caída del 78,5% en sus producciones de todo tipo, pasando de 25.200 toneladas de productos a apenas 5.400. Con tantos años en números rojos, ¿cómo pudo la estatal pagar de su bolsillo una inversión de un millón de dólares? La prensa no solo no lo aclara, sino que sostiene la versión estatal de las “divisas propias”.
Mientras, los precios en los mercados estatales siguen por las nubes y los cárnicos que sí llegan a los mostradores lo hacen en cantidades simbólicas y, por lo general, en “fechas especiales”. Esta semana, la carne de cerdo con hueso costaba 800 pesos la libra en el mercado Plaza Boulevard de la ciudad cabecera, según el registro de 14ymedio, un precio prohibitivo para cualquier cubano que dependa de un salario estatal.
En marzo, la propia empresa reconoció que este año no se prevén aumentos en las entregas destinadas a niños ni a dietas médicas
En marzo, la propia empresa reconoció que este año no se prevén aumentos en las entregas destinadas a niños ni a dietas médicas. Según admitió Escambray, la lista de obstáculos operativos que enfrenta la Empresa Cárnica no se limita solo a la escasez de animales. La obtención de insumos básicos es otro dolor de cabeza para la estatal.
Un solo contenedor con 23 toneladas de condimentos puede costar alrededor de 100.000 dólares en el mercado internacional, se quejaba entonces el medio, mientras que trasladarlo desde el puerto de Mariel hasta Sancti Spíritus usando a transportistas particulares puede superar el medio millón de pesos.
Pese a estas limitaciones, la estatal aseguró haber comercializado un promedio de 26 kilogramos de surtidos cárnicos por núcleo familiar en 2024.
La inauguración de la planta de MDM tampoco garantiza que la empresa vaya a mejorar sus producciones. Incluso con la maquinaria flamante y la inversión millonaria, los problemas que la llevaron a la crisis persisten. Por poner un ejemplo: en 2024, la producción nacional de carne de cerdo cayó a 9.000 toneladas, casi la mitad de las 16.500 de dos años antes y un desplome del 95,5% respecto a 2018. Y este año no se prevé que los números estén mejor.