La Industria Alimentaria cubana se hunde en una crisis que supera a la de 2024
Parlamento
El sector tiene una deuda de 35,5 millones de dólares y el 25% de su producción depende del sector privado
La Habana/A la Industria Alimentaria le llegó este martes su turno de dar un balance de sus resultados en el primer semestre de 2025 frente a la Comisión Económica del Parlamento y los datos, como era de esperar, son funestos. El sector no solo tiene una deuda de 35,5 millones de dólares de los que 25 ya vencieron el plazo de pago, sino que a excepción de escasos sectores dedicados a la exportación, el resto incumplió los planes de producción.
“Complicado” fue el adjetivo que atinó a pronunciar el ministro de la cartera, Alberto López Díaz, para describir un panorama más bien desolador, con un incumplimiento del 17% del plan para los primeros seis meses del año y un total de 17 empresas que cerraron con pérdidas (cinco más que el año pasado) por 364 millones de pesos. De todas las industrias afiliadas al ministerio, la Organización Superior de Dirección Empresarial (Osde) Alimentaria “concentró el mayor número de empresas con resultados negativos”, reseñó Cubadebate.
A la cabeza de la debacle está la industria cafetalera, que entregó apenas 2.887 toneladas en el semestre, cumpliendo el plan al 23,7% pese a ser uno de los rubros exportables que prioriza el Estado. La láctea, aunque produjo 12 millones de litros de leche más que el año anterior, apenas superó la mitad –54,1%– de la meta que se había propuesto.
En situación similar están las conservas, con un itinerario cumplido al 48,5%, aunque con un crecimiento de 6.000 toneladas respecto a 2024 en la producción de enlatados de tomate.
La producción de carne estuvo al 71%, con 600 toneladas menos; y la industria molinera, “afectada por el no arribo de todos los buques de trigo planificados”, se quedó al 54,4% del plan.
La producción de carne estuvo al 71%, con 600 toneladas menos; y la industria molinera, “afectada por el no arribo de todos los buques de trigo planificados”, se quedó al 54,4% del plan
Incluso la pesca de langosta, que se encuentra entre el puñado de industrias privilegiadas, durante los primeros seis meses de 2025 dejó de aportar unas 2.000 toneladas “por falta de combustible”, lamentó el ministro. En consecuencia, ahondó, decrecieron los ingresos y el número de exportaciones, una situación que la cartera espera que se revierta en la segunda mitad del año, con el levantamiento de la veda el pasado 1 de julio.
La industria de las bebidas alcohólicas es la única que levantó cabeza en el periodo. Según López Díaz, cerveceras como Parranda y Bucanero lograron un sobrecumplimiento al 107% de sus planes de producción. También Cuba Ron –con alianzas con varias empresas extranjeras como la británica Diageo, la noruega Island Rum Company y las francesas Pernod Ricard y Louis Vuitton Moët Hennessy– creció un 15% y sus ventas virtuales recaudaron 25,9 millones de dólares (un 100,5% más que un año antes).
No obstante, ni siquiera estos grandes grupos pueden escapar de la crisis y, para frenar las pérdidas, el Gobierno autorizó a Cuba Ron a abrir cuentas en dólares. Aun así, sus ventas al turismo decrecieron un 11% “debido principalmente a la disminución en los arribos de visitantes al país”, reconoció la prensa oficial.
El Gobierno ha intentado rescatar de forma similar otros sectores, como el pesquero, al que autorizó a cobrar en dólares a sus clientes del sector turístico –hoteleras y empresas extranjeras– al 50% de lo que venden sus productos en el mercado internacional. También fundó una empresa mixta de chocolate para gestionar la producción en Baracoa, aunque no reveló cuáles son las partes implicadas. En los casos del camarón, el cobo y la angula –todos exportables– también hubo un crecimiento, dijo López Díaz.
En cuanto a las importaciones, los números no son mejores que los de la producción doméstica. “Solo se recibió un 30% de la leche en polvo planificada y un 55% del trigo, y no se importó soya ni aceite en lo que va de año”, admitió, lo que afectó significativamente la producción.
El 38% de la producción de carne, el 13% de los lácteos y el 15% de las conservas corren a cargo de empresas y productores particulares
A pesar de las numerosas trabas que ponen a sus operaciones, el ministro reconoció que el 25% de la producción de la Industria Alimentaria en la Isla se logra gracias a los privados: El 38% de la producción de carne, el 13% de los lácteos y el 15% de las conservas, apuntó, corren a cargo de empresas y productores particulares. Las materias primas y productos terminados que importa este sector también sigue creciendo, reconoció.
López Díaz celebró este tipo de encadenamientos y añadió que hasta junio se habían firmado más de 2.300 contratos con el sector privado con el objetivo de duplicar las producciones logradas en 2024 –de 56.000 toneladas de alimentos– con este tipo de alianzas.
Este mismo martes, frente al Parlamento, la presidenta del Instituto Nacional de Actores Económicos No Estatales (Inaene), Mercedes López Acea, subrayó la importancia de seguir colaborando con los particulares y aseguró que el Estado ha delegado a los gobiernos municipales la autoridad para crear ciertos tipos de pymes y cooperativas no agropecuarias para evitar la centralización y la burocracia excesiva.
No obstante, pese a que esa norma se encuentra vigente desde septiembre de 2024, de esa fecha al pasado junio solo se aprobaron en todo el país 231 nuevas pymes y la mayor parte de los territorios no han asumido esa competencia.
López Díaz celebró este tipo de encadenamientos y añadió que hasta junio se habían firmado más de 2.300 contratos con el sector privado
En la Isla existen 11.369 mipymes privadas, 496.535 trabajadores por cuenta propia y 71 cooperativas no agropecuarias dedicadas principalmente a los sectores de gastronomía y alojamiento, construcción, industria manufacturera y la producción de alimentos y bebidas. Al cierre de mayo, en solo cinco meses, estas habían aportado 36.773.000.000 de pesos al presupuesto estatal.
Sin embargo, el crecimiento del sector privado se ha ido desacelerando en los últimos años como consecuencia de las medidas gubernamentales tomadas en su contra. La crisis energética ha representado un golpe duro para estos negocios, pero han sido las medidas legales –como la prohibición de venta mayorista o la obligación de importar a través de empresas estatales– las que han forzado a muchos privados a anunciar el cierre de sus empresas. El Gobierno también ha limitado la participación en pymes a residentes en la Isla, ha topado precios y puso fin a las exenciones tributarias que beneficiaban a las empresas de nueva creación.