El dibujo animado se busca la vida
Holguín/Desde pequeño Adrián López Morín se apasionó por el dibujo e imaginaba que las figuras que pintaba sobre el papel se movían. Ese deseo lo llevó a fundar hace ocho años la productora audiovisual Anima en la ciudad de Holguín. Con ella ha realizado populares dibujos animados del poema Abdala y del cuento El Camarón encantado, entre otros proyectos.
En conversación con 14ymedio, el joven creador –graduado del Instituto Superior de Arte– opina sobre la enseñanza de la animación en Cuba y los obstáculos que deben sortear los realizadores.
Pregunta. ¿Por qué no existe una escuela de animación en Cuba?
Respuesta. No se han puesto de acuerdo el Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) y el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC). Sin embargo, el país tiene condiciones para que en cada provincia exista un estudio de animación y se trabajen los temas regionales. Para ser universal hay que ser particular, y en cada lugar de Cuba hay muchas historias por contar.
P. ¿Está reconocida legalmente la figura del realizador audiovisual?
R. No, no existe una figura legal o jurídica que lo defina y eso lo invisibiliza. Para solucionar ese problema se debe aprobar una nueva Ley de Medios que legalice y proteja a los realizadores audiovisuales. Es muy necesaria, porque desde hace años ha surgido la figura del realizador independiente y necesita reconocimiento.
P. ¿Servirá una ley así para elevar la calidad del audiovisual cubano?
R. Será muy útil, porque ahora mismo estamos chocando con el intrusismo profesional. Un fotógrafo de fiestas de quince, bodas o cumpleaños hace hasta un videoclip. Muchas veces esa persona no está capacitada profesionalmente para realizar el trabajo, pero tiene los medios y los recursos.
P. ¿Qué opina del grupo de cineastas conocido como G-20 y que está pidiendo una nueva Ley de Cine?
"Al no tener personalidad jurídica no podemos comprar equipos. Hasta adquirir un clavo es una dificultad"
R. Me parece bien, pero ese es el G-20 de los habaneros. Ese grupo nos puede ayudar mucho como punta de lanza, pero hay que abrir el diálogo y la discusión en toda la Isla. Los realizadores, desde Ciego de Ávila hasta Guantánamo, también estamos ansiosos de participar y de opinar. La creación audiovisual no se circunscribe a la capital. Si queremos cambiar las leyes, tenemos que involucrarnos todos.
P. ¿Cuál es el principal obstáculo que debe superar con Anima?
R. Los impuestos nos perjudican mucho. Nuestra labor es en equipo, pero una sola persona es la que legalmente puede cobrar el trabajo completo. La legalidad tributaria vigente dice que quien recibe más de 50.000 pesos cubanos en ingresos anuales tiene un tipo impositivo del 50%. Nos resulta muy difícil dividir lo obtenido en el equipo, cuando el impuesto va sobre una sola persona.
P. ¿Una futura Ley de Medios deberá incluir mejorías económicas?
R. No, la Ley de Medios es para darle cuerpo legal al realizador audiovisual. El aspecto económico es otra discusión que se valorará en la oficina tributaria después de la aprobación de la ley. Una primera batalla es existir legalmente y la otra será cómo vamos a operar. Antes del tema económico se debe discutir el tema de la producción, la identidad, la ideología y la cultura.
P. ¿Qué es lo que más le preocupa de la productora que dirige?
"Queremos incursionar en la aventura, un género perdido en la televisión cubana y los niños necesitan que se retome"
R. Llevamos ocho años trabajando con una tecnología que hoy es obsoleta y no la hemos podido actualizar, porque al no tener personalidad jurídica no podemos comprar equipos. Hasta adquirir un clavo es una dificultad: tenemos que ir a La Habana y pedir una autorización al ICAIC.
P. ¿Qué planes tiene Anima a corto y mediano plazo?
R. Estamos haciendo una serie de dibujos animados bajo el título de Cuentos turulatos, basados en las narraciones del escritor holguinero Ronel González, quien es además el guionista. Estamos preparando también una serie sobre la conspiración de Bayamo y la guerra de independencia.
Queremos incursionar en la aventura, un género perdido en la televisión cubana y los niños necesitan que se retome. Podemos hacer la segunda parte de la popular serie Shiralá y estamos negociando con los directivos del ICRT para filmarla. Anima tiene la experiencia y está preparada para asumir ese trabajo.