“Uno de los distintivos del siglo XXI será superar el lastre de las etiquetas políticas”
Hablamos con el fundador del movimiento político Somos+
La Habana/Eliécer Ávila inauguró esta semana la web del movimiento político Somos+, creado por él en junio de 2013. Este ingeniero informático de 29 años publica una Carta a los jóvenes cubanos para que participen a "la reconstrucción de la patria".
Pregunta. ¿Cuáles son los propósitos de este movimiento?
Respuesta. Nos llamamos Somos+ porque creemos que cada día somos más los que hoy en Cuba estamos soñando con un futuro diferente. Entre nuestros propósitos tenemos el de empezar a contarnos entre nosotros para saber cuántos somos los que tenemos ideas distintas sobre cómo se debe gestionar un país, desde lo económico, lo político, lo social, en materia de derechos y libertades.
Hoy estamos aislados, y por eso se repite tanto la idea de que somos 11 millones de personas pensando lo mismo pero ninguno se lo cuenta al otro, bien porque no existe la confianza necesaria ni la plataforma que sirva de altavoz para que la gente se exprese sin miedo.
Estamos conscientes de que en esta primera etapa no serán muchos los que quieran ser parte del movimiento, pero sí esperamos poder contar con una vanguardia. No esperamos ser un movimiento de masas, pero podemos nuclear un número importante de jóvenes responsables y pensantes alrededor de un proyecto para Cuba. Creemos que no basta con describir o criticar los problemas, hay que pasar de la denuncia a la participación activa y esa participación implica necesariamente organizarnos.
P. Este paso que has dado significa una evolución importante en tu actuación. ¿En que momento decidiste fundar Somos+?
R. En febrero del 2007 se hizo público por vías alternativas un video donde aparecía una discusión que sostuve con el señor Ricardo Alarcón, entonces presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular. A partir de ese momento se acercaron a mí cientos o miles de personas a lo largo y ancho del país.
Me di cuenta que en la gente había unas ansias enormes, unas ganas acumuladas, de compartir ideas, y que había una enorme coincidencia en esas ideas. Escuchaba cosas muy parecidas en Guantánamo, Camagüey o Pinar del Río, entonces, de la misma manera que un gestor de negocios identifica lo que se da en llamar "nichos de mercado", un político o un aspirante a serlo debe saber encontrar cual es el eslabón que falta en una cadena determinada para que empiecen a ocurrir las cosas.
Lo que nos falta son plataformas donde reunir la mayor cantidad de cubanos posibles para decir, por ejemplo, somos 20 mil los que respaldamos la impostergable necesidad de dar libre acceso a Internet a los cubanos.
"No basta con describir o criticar los problemas, hay que pasar de la denuncia a la participación activa"
P. A lo largo de este medio siglo han existido muchas iniciativas para crear plataformas políticas. ¿En qué se diferencia Somos+ de lo ocurrido hasta ahora? ¿Se trata de continuidad o negación?
R. No podemos obviar estas organizaciones, muchas de ellas muy respetables como el Proyecto Varela que llegó a recolectar más de 11 mil firmas y presentarlas en el Parlamento. Hay precedentes en la historia de la oposición cubana que han sido formuladas por gente talentosa, seria, trabajadora. Todas esas iniciativas merecen respeto. Pero cada quien puede impregnar a su iniciativa su propio sello, algo de su propia historia las peculiaridades de su tiempo al proyecto que realiza.
Una de las cuestiones que más se discute actualmente en el entorno de la oposición es el tema de la unidad. ¿Crees tú que crear un nuevo movimiento contribuye a esa aspiración o la perjudica?
Para unir fuerzas hay que contar con fuerzas y creo que cada cual por su lado puede capitalizar toda esa energía que proyecta en su grupo, en su generación y que esa es una forma también de lograr que al final tengamos más fuerzas que unir.
P. Resulta casi inevitable que un movimiento político sea etiquetado para clasificarlo en las tendencias políticas conocidas. Izquierda, centro, derecha, socialdemócrata, liberal, demócrata cristiano, etc. ¿Cuál crees tú que sería la etiqueta más aceptable para Somos+?
R. El asunto de las etiquetas, aunque para dolor nuestro todavía persiste, a la larga será visto como un rezago del siglo XX. Tengo la impresión de que uno de los distintivos del siglo XXI en las concepciones políticas será superar el lastre de las etiquetas políticas. En algunos temas podremos tener un criterio inclinado a la derecha y en otros a la izquierda. Así que quienes se sientan obligados a definirnos con esas antiguas herramientas clasificatorias, tendrán que conformarse con colocarnos en el centro.
No desconoceremos la importancia del libre mercado, pero observaremos con especial atención lo que tenga que ver con la justicia social. Las diferentes tendencias tienen que expresarse como las patas de una mesa que, cuando todas tienen igual libertad de acción, deben buscar el equilibrio social.
Dentro del movimiento Somos+ no hay ni habrá una sola idea. Estamos abiertos a personas que tengan una militancia comunista o que se haya declarado abiertamente de derecha o de izquierda. Queremos agrupar a quienes creen en metas claras. Aquí puede haber muchos comunistas que estén de acuerdo con nosotros en que hace falta un mayor grado de participación, que hace falta un parlamento democrático, que Cuba se inserte de una vez y por todas en la globalización tecnológica para estar presente en el mundo. No le vamos a negar a nadie el derecho a participar porque tenga una línea ideológica diferente.
"Una buena estrategia para avanzar en este campo tan convulso pasa por dedicarle menos atención a lo que dicen los adversarios"
P. ¿Qué tendría que hacer una persona para insertarse en el movimiento Somos+? ¿Incluyes a los cubanos que viven fuera de la isla?
R. Vamos a llevar nuestras ideas a todas partes. Ya en ocho provincias nos han invitado a dar conferencias sobre el tema. Se trata de jóvenes que están deseosos de hacer algo y no saben cómo. Amigos, familiares, vecinos que se agrupan.
Entre los documentos fundacionales que están publicados en nuestra web (http://somosmascuba.wordpres.com) hay un resumen de nuestras ideas y principios, y también una Carta a los jóvenes donde explico nuestras motivaciones. Hemos incluído un formulario que la gente puede llenar con sus datos básicos, tanto los que viven en la Isla como los que residen en cualquier otro lugar del mundo, siempre y cuando comparta los objetivos de nuestro movimiento.
P. Es presumible que ahora vienen los ataques. De parte de las instituciones oficiales te acusarán de ser otro mercenario del imperio y desde sectores de la oposición podrán decir que tu movimiento es una maniobra de Raúl Castro para hacer creer que se está democratizando. ¿Qué respuestas tienes a unos y otros?
R. Una buena estrategia para avanzar en este campo tan convulso pasa por dedicarle menos atención a lo que dicen los adversarios y más a comunicarnos con la gente. A eso nos vamos a dedicar en un 99,99%, digan lo que digan los extremistas de uno u otro sector.
P. Me gustaría que adelantaras aquí la respuesta a una pregunta que te van a hacer desde muchas partes y con peores intenciones: ¿Cómo se financiará el movimiento?
R. Los integrantes del movimiento aportarán una cuota voluntaria para ayudar a sufragar los gastos. Eso está recogido en nuestros estatutos. Es imposible hacer lo que pretendemos sin recursos y sería muy irresponsable intentarlo sin tener un sustento económico estable. Nuestras finanzas serán públicas y haremos un informe para que se pueda auditar las cuentas.
Si usted vende un cerdo y quiere aportar una parte de lo que ganó a nuestro movimiento puede hacerlo, como lo hacen los cristianos en sus iglesias, que mantienen así su iglesia. Este movimiento es nuestra fe.
En los reglamentos está implícito que cualquier persona natural o jurídica puede hacer donaciones siempre y cuando cumpla con algunos principios: que el dinero no provenga de actividades ilícitas, que no se pretenda influir con una donación en la política del movimiento, que no haya participado en actos violentos. No creemos que el enemigo de nuestro adversario tiene que ser necesariamente amigo nuestro. Nos encantaría tener una polémica pública con el Partido Comunista sobre el tema de cómo se financia una organización política.
P. Una última pregunta que alguien debió hacerle a Fidel Castro en 1954, cuando tenía tu edad: ¿Pretenderás alguna vez perpetuarte en el poder en caso que logres tu propósito?
R. No dejaremos para mañana el hecho de ser relevado en los cargos. Internamente tendremos elecciones y ese será un hábito que mantendremos. Estoy personalmente en desacuerdo con cualquier iniciativa que conlleve a perpetuarse en el poder. La Constitución de 1940 ya lo postulaba con mucha claridad.