El grafiti, arma de comunicación masiva

La grafitera Carmen Barruecos, alias 'Fulana', conversa sobre su arte en las calles y en las redes sociales

Carmen Barruecos, "Fulana", en plena acción, en una pared de La Habana. (14ymedio)
Carmen Barruecos, 'Fulana', en plena acción, en una pared de La Habana. (14ymedio)
Luz Escobar

19 de junio 2020 - 15:48

La Habana/En los muros de la ciudad se hace llamar Fulana, pero su verdadero nombre es Carmen Barruecos y tiene 25 años. Su obra se puede encontrar en su cuenta de Instagram o caminando por cualquier calle de La Habana, en muros que antes de ser intervenidos no llamaban la atención. Las figuras de Fulana están cargadas de fuerza e ironía; a veces irreverentes, otras vulgares y otras, incluso, románticas.

Pregunta. Antes de hacer grafitis, ¿qué visión tenías del arte callejero en Cuba y cómo canalizabas tu gusto por el trazo?

Respuesta. Siempre he sido inquieta y tengo esa voluntad involuntaria, para decirlo de alguna manera, de hacer muchas cosas; me empiezo a interesar sin ser consciente de ello. Cuando comencé a relacionarme con el grafiti lo hice por pura curiosidad, y con el tiempo empecé a darme cuenta de que era una buena alternativa para dar a conocer mi trabajo de una manera diferente.

P. La primera vez que saliste a hacer un grafiti, ¿cómo fue, cómo te sentiste, fuiste sola?

R. Fue en 2010 o 2011; era una plantilla de un gato y recuerdo que tenía un espray de color negro. Había escuchado algo sobre esténcil y estaba súper embullada con la idea. Al final hice como cuatro reproducciones solamente, pero me daba tremenda alegría encontrarme con ellos por la calle, entender que más que pintar o taggear, es un lenguaje interno. Creo que ahí fue donde surgió el amor.

P. Cuando sales, ¿cómo te organizas? ¿Alguna vez tuviste algún problema con las autoridades?

"No me siento identificada con el heroísmo urbano que se desprende cuando se piensa en esta ilegalidad"

R. Está más que claro que hacer grafiti conlleva un riesgo teniendo en cuenta que es ilegal e invasivo, pero no me siento identificada con el heroísmo urbano que se desprende cuando se piensa en esta ilegalidad. En mi caso nunca tuve problemas con la policía, quizás por pura suerte, pero gracias a proyectos como Arte92, Akokan, San Isidro D.A., he tenido la oportunidad de trabajar de una manera diferente, de interactuar con la gente y ver lo que se puede provocar.

No digo que una cosa sea mejor que otra, cada una con su gracia, pero tener un permiso te da la posibilidad de tomarte tu tiempo y de rectificar.

P. Salir a la calle a hacer grafiti es normalmente un escenario de riesgo y ser mujer puede empeorarlo. ¿Cómo ves la presencia femenina en ese contexto? ¿Sientes mucho el machismo en ese gremio?

R. Actualmente en Cuba son muy pocas las mujeres que se dedican a hacer grafiti, pero creo que ya no es una práctica tan estereotipada como se piensa. Es real que hay un riesgo a la hora de salir a la calle de noche, pero según mi experiencia nunca percibí ningún tipo de trato especial por ser mujer, ni tampoco se sintió como una limitación. Estoy segura que poco a poco se irán sumando muchas más.

P. Usas bastante Instagram para dar a conocer tu trabajo. ¿Cómo valoras el uso de las redes sociales? ¿Te ha ayudado a que tu trabajo llegue a más personas?

R. ¡Por supuesto que sí! Las redes sociales son una herramienta maravillosa para dar a conocer el trabajo de cualquier artista, y en mi caso creo que Instagram es la mejor plataforma para eso. A diferencia de otras como Facebook que son un poco más generalistas y variadas en contenido, Instagram funciona como una galería personalizada. No es menos cierto que lo ideal sería que las personas pudieran interactuar directamente con la obra, y en mi caso que se encontraran con algún garabato mío por la calle, pero por lo menos con las redes sociales tenemos la posibilidad de ser más visibles.

P. Trabajas también el cartel y el dibujo. ¿Cómo diseñas tus personajes? ¿Qué buscas con su expresión?

R. Me encanta la ilustración creativa en general. Trato de mantener un estilo que me haga reconocible, unos personajes protestones pero a la vez relajados; creo son un reflejo de mí misma. Me encanta el color, pero la mayoría de las veces uso paletas muy poco agresivas, casi siempre pasteles y en ocasiones solo blanco y negro. Y por supuesto, algún textico quemador, frases alteradas o palabras en el aire.

P. ¿Qué importancia le ves a expresar el arte en las calles en un contexto como el cubano, donde muchas veces las voces más irreverentes son marginadas o censuradas en los circuitos culturales tradicionales?

Lo que pasa"La mayoría de la gente condena el grafiti por estar tipificado como ilegal, por ser marginal o una práctica de vándalos, pero es una de las mejores herramientas de comunicación masiva"

R. Lo que pasa con el grafiti es que la mayoría de la gente lo condena por estar tipificado como ilegal, por ser marginal o una práctica de vándalos, pero es una de las mejores herramientas de comunicación masiva. Está ahí, cuando sales de tu casa, en el muro de la bodega, en cualquier esquina de 23. Es repetitivo y no respeta espacios, está al alcance de cualquiera y te da el chance de ser visible. No todo el mundo está vinculado de una forma directa o indirecta con el medio artístico, y el arte callejero posibilita la interacción de la gente con el trabajo de uno, además del valor visual y lo refrescante que puede ser.

P. En estos tiempos de pandemia y #QuédateEnCasa, ¿cómo estás haciendo para canalizar la expresión de tu arte?

R. Teniendo en cuenta la situación y siendo conscientes, lo llevo lo mejor posible. Trato de dibujar a diario, de archivar ideas. Trabajo más en digital para crear contenidos en redes sociales y así interactuar con la gente aprovechando que estamos todos en casa.

P. ¿Cuáles son tus artistas favoritos del grafiti?

R. Uf, ¡son un montón! Por decir algunos: Keith Haring, Sara Erenthal, Bananafish, Dee Dee, Bascovazko, Azul, Thony Bandit, Sam 33, Mr myl, 2+2=5, Blue, Sixeart…

P. ¿Usas spray o pintura, qué te gusta más?

R. Uso lo que aparezca. Aquí es súper complicado encontrar materiales y son bastante caros, pero preferiblemente spray: es mucho más cómodo para trabajar y agiliza bastante el proceso.

P. ¿Tienes algún lugar de la ciudad favorito para ir a hacer las pintadas?

R. Casi siempre busco lugares abandonados, la mayoría de las veces al margen de la ciudad. No tengo un lugar favorito, donde se pueda está bien, pero siempre intento recuperar paredes o muros que pasan desapercibidos.

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