Si me obligan a salir del país, agarro ‘el Democracia’ y me voy a Cuba

Ramón Saúl Sánchez (al centro), líder del Movimiento Democracia durante una protesta en Miami bajo el lema "Carnival stop nationality apartheid". (14ymedio)
Ramón Saúl Sánchez (al centro), líder del Movimiento Democracia durante una protesta en Miami bajo el lema "Carnival stop nationality apartheid". (14ymedio)
Mario J. Pentón

16 de abril 2016 - 12:21

Miami/Al líder del Movimiento Democracia, Ramón Saúl Sánchez le ha sido notificada la negativa de las autoridades migratorias de Estados Unidos para otorgarle la residencia permanente, que esperaba desde hacía 14 años. Según un comunicado su parole “ha expirado”, por lo que se le pide abandone el país lo antes posible. El exiliado cubano vive desde hace 49 años en la nación americana. Nuestro diario conversó con él vía telefónica.

P. ¿Cuál era su estatus migratorio en Estados Unidos antes de que fuera tomada esta decisión?

R. Mi estatus era de refugiado político, estaba bajo un parole indefinido en este país. No era residente, pero mi estatus era legal, de hecho cada año saco mi permiso de trabajo y mi licencia de conducir.

P. ¿Por qué no se acogió a la Ley de Ajuste Cubano como tantos otros de sus compatriotas?

R. Yo decidí permanecer con esa condición durante tantos años, como una manera de mantener la esencia de refugiado político, de forma tal que pudiera preservar mi derecho, como ciudadano cubano, de regresar a mi tierra. Después del 11 de septiembre tuve que iniciar los trámites para la residencia estadounidense debido al costo de la cantidad de papeles que tengo que renovar anualmente para seguir viviendo en esta nación.

P. ¿Cuáles cree que hayan sido los motivos que impulsaron a las autoridades migratorias a rechazar su residencia y pedirle que abandone el país?

R. Yo pienso que esta es una concesión al régimen. Aunque estoy de acuerdo en muchas de las cosas que están ocurriendo en el proceso de deshielo, en otras no. Por ejemplo, me preocupa que una corporación capitalista vaya a Cuba a pagarle dinero al régimen y explotar al obrero, en vez de pagarle directamente al obrero cubano.

El régimen ha puesto mucha presión al gobierno estadounidense para detener las flotillas. Le molesta mucho el mensaje nuestro, porque es un mensaje moderado y pacífico, que no está cargado ni de ideología ni de teque. El régimen quiere mantener el estigma de un exilio radical y derechista.

En el nuevo contexto, el gobierno de Estados Unidos ha estado de acuerdo en hacerle algunas concesiones, y yo no dudo que una de ellas sea el que no se hagan más flotillas. El lunes, por ejemplo, en una reunión con la Guardia Costera, se nos informó de que no continuarán acompañando a la Flotilla Democracia, algo que siempre habíamos pedido, porque el régimen aprovechaba eso para decir que era una provocación de los Estados Unidos.

P. ¿Cree que las manifestaciones convocadas por el Movimiento Democracia contra la compañía Carnival hayan influido en esta decisión?

R. Llevamos algunas semanas luchando por que despegue la campaña contra esta política de apartheid del régimen cubano contra sus ciudadanos, la campaña ha cogido mucha fuerza. Carnival ha tomado parte en esa política porque quiere hacer negocios con el régimen, y también se unió a la discriminación. En estos momentos hay muchas personas involucradas desde distintos lugares para hacer que la compañía respete el derecho a viajar de los cubanos y esto, por supuesto, le molesta al gobierno de la Isla. Seguramente estará tratando de poner presión sobre el gobierno estadounidense, y puede que esa haya sido una de las causas también.

P. El contexto en el que llega esta noticia también es sumamente importante, este sábado comienza el VII congreso del Partido Comunista en Cuba…

R. Precisamente, el hecho de que hoy salga la flotilla a lanzar las luces de la libertad frente a las costas cubanas para recordarle a Raúl Castro cada uno de los presos políticos que no liberó, es otro de los elementos que pueden estar en el centro de esta decisión repentina del gobierno estadounidense. No es solamente negarme la residencia, sino que además me dicen que debo marcharme del país.

P. ¿Mantiene su decisión de salir a aguas internacionales junto a la flotilla?

R. Mi decisión es ir en la flotilla, pero primero debo consultar con los abogados. El movimiento de solidaridad en el Exilio ha sido muy grande. En este momento hay más de 10 abogados que se han unido para defender esta causa. He recibido apoyo desde muy diversas partes, incluyendo por supuesto a la oposición en la Isla.

P. ¿En caso de que la sentencia migratoria prospere, qué tiene pensado hacer?

R. Si me obligan a salir del país, agarro el Democracia y me voy para el mío. Yo no tengo donde ir, de mi país me forzaron a salir y a ningún otro puedo ir, porque ningún país quiere cargar con los problemas de otro. ¿Qué puede ser? ¿Que me arreste la Guardia Costera norteamericana por querer entrar a aguas cubanas? ¿O que me arreste el régimen? Si por defender pacíficamente los derechos del pueblo cubano se me impone esta medida, pues pagaré las consecuencias.

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Este sábado la “Flotilla de la Libertad” tiene previsto partir desde Cayo Marathon al sur de la Florida, hasta cerca de las costas cubanas, donde lanzarán 88 luces por cada preso político que se encuentra en la Isla. También serán lanzadas cinco luces por Mario Alberto Hernández Leiva, vicepresidente de Movimiento Democracia, preso en Cuba y desde hace 28 días mantiene una huelga de hambre, según informó Ramón Saúl Sánchez.

El día 1 de mayo también tienen previsto acompañar al crucero de la compañía Carnival en su primer viaje a la Isla como manifestación de protesta ante la ley que discrimina a los cubanos e impide que entren a su propia tierra por vía marítima.

El próximo martes se realizará una conferencia de prensa junto a los abogados “para dar a conocer los pasos legales que llevarán a cabo”, comentó.

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