Los medios de EE UU recuerdan que Kamala Harris se pronunció en contra del embargo a Cuba

La Habana/La candidata a la vicepresidencia de EE UU por el Partido Demócrata, Kamala Harris, está en contra del embargo a Cuba. Así lo recuerda el diario Tampa Bay Times, que con motivo de la flamante designación de Harris por parte de Joe Biden para integrar el tándem demócrata, retomó este martes unas declaraciones del año pasado de la senadora por California.

"La senadora Harris cree que deberíamos poner fin al fallido embargo comercial y tener un enfoque más inteligente que empodere a la sociedad civil cubana y la comunidad cubano-americana para que impulsen el progreso y que determinen libremente su propio futuro", cita el periódico de Florida, que en aquella ocasión envió a los candidatos demócratas a las primarias de su partido, entre ellos Harris, una serie de preguntas acerca de cuestiones que interesan en ese estado, como la relación con la Isla.

Las críticas hacia Harris, hija de padre jamaicano y madre india, no se hicieron esperar por parte de sus rivales políticos. Mientras el presidente Donald Trump la calificó de "desagradable", "horrible" y "falsa", su asesora principal de campaña, Mercedes Schlapp, destacó el carácter "antihispano" de la candidata de Biden.

Siendo vicepresidente de la Administración de Barack Obama, Joe Biden declaró que EE UU no levantaría el embargo a Cuba

"Durante su fallida campaña presidencial, Kamala Harris adoptó la agenda antihispana de la izquierda radical que incluye aumentos de impuestos masivos que aplastarían a nuestras familias y entregarle nuestro cuidado médico a burócratas y políticos corruptos".

Siendo vicepresidente de la Administración de Barack Obama, Joe Biden declaró que EE UU no levantaría el embargo a Cuba. "Pensamos que los cubanos deberían determinar por sí mismos su propio destino y que deberían poder vivir en libertad y con posibilidades de prosperidad económica", dijo en 2009 con motivo de la Cumbre de Líderes Progresistas en Chile.

Cinco años después, Obama iniciaría un proceso de acercamiento a la Isla con la reanudación de las relaciones diplomáticas entre ambos países. En aquellos días, el entonces presidente declaró que el embargo "no ha servido a los intereses" ni de EE UU ni del pueblo cubano y aseguró que pediría al Congreso ponerle fin, pero la petición nunca se concretó.

Cuando Trump llegó a la Casa Blanca, dio marcha atrás a la política de su antecesor, endureciendo su postura contra el régimen cubano. Así, por ejemplo, aumentó las sanciones a compañías que mantienen transacciones con la Isla, poniendo en riesgo las remesas, además de limitar los viajes entre ambos países.

Además, puso fin a la moratoria de la aplicación del Título III de la Ley Helms-Burton, mediante el que ciudadanos estadounidenses pueden reclamar propiedades que les fueron confiscadas tras el triunfo de la Revolución cubana.

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