Maduro pide gobernar seis meses por decreto en materia de paz y seguridad

Fragmento de la ley habilitante publicado por el diputado Julio Montoya en su cuenta de Twitter
Fragmento de la ley habilitante publicado por el diputado Julio Montoya en su cuenta de Twitter

12 de marzo 2015 - 10:33

Caracas/(EFE).- Los poderes especiales solicitados por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, que le permitirán legislar sin control parlamentario en materia de paz y seguridad, tendrán una duración de seis meses, información que se conoció este miércoles por las fotografías del texto que colgaron diputados en su Twitter.

El diputado opositor Julio Montoya dio a conocer el texto mediante unas fotos en su cuenta de la red social Twitter y donde se puede leer, en el tercer artículo de la misma, que Maduro solicita los poderes especiales por seis meses desde que la ley sea publicada en Gaceta Oficial.

"Aquí está la ley habilitante q propone Maduro RT todos lo sepan", publicó el diputado en su cuenta sobre una ley de la que se desconocen los artículos ya que todavía se está a la espera de la segunda discusión antes de su aprobación.

Maduro recibirá la aprobación del legislativo el próximo domingo cuando, salvo sorpresa, la mayoría calificada con la que cuenta el chavismo en el Parlamento refrende en sesión extraordinaria el apoyo a la conocida como "ley habilitante antiimperialista" otorgado en la primera discusión en la maratoniana sesión del martes.

El jefe del Ejecutivo recibirá por segunda ocasión estos poderes especiales para legislar en los casi dos años transcurridos desde que fue elegido como presidente, después de que en 2013, tras meses de ser investido, los solicitara por primera vez y por un año de duración.

Maduro afirmó en el Parlamento el martes que con esos poderes especiales podría "enfrentar" las "amenazas" de Estados Unidos.

Un día antes, el presidente de EE UU, Barack Obama, declaró una "emergencia nacional" por la "amenaza inusual y extraordinaria" que la situación de Venezuela, en su opinión, representaba para la seguridad estadounidense.

Esa orden ejecutiva informaba, además, de que las sanciones contra varios altos cargos venezolanos acusados por EE UU de violar derechos humanos durante las protestas antigubernamentales de 2014 comenzaron a aplicarse y se ampliaron.

Maduro consideró entonces estas decisiones como "el paso más agresivo, injusto y nefasto que jamás se haya dado contra Venezuela", y lo enmarcó en las acciones que según Caracas habrían comprendido semanas atrás un supuesto golpe de Estado, ya desmantelado, financiado presuntamente desde EE.UU.

El vicepresidente venezolano, Jorge Arreaza, tras reunirse este miércoles para continuar analizando la situación con el Consejo de Estado y de Defensa, afirmó que el país caribeño quiere relaciones de "respeto" y "paz" con Washington.

"Lo que quiere Venezuela con los EE UU, como lo quiere con cualquier país de este mundo, son relaciones de respeto, relaciones en paz, donde todos podamos desarrollar nuestros proyectos nacionales de manera independiente, con el escudo de nuestra soberanía nacional", sostuvo Arreaza.

"Lo que quiere Venezuela con los EE UU, como lo quiere con cualquier país de este mundo, son relaciones de respeto, relaciones en paz, donde todos podamos desarrollar nuestros proyectos nacionales"

Apuntó a que, "tal vez", el hecho de que Venezuela tenga las mayores reservas probadas de petróleo del mundo sea una de las razones por las que el Gobierno estadounidense "amenaza" al país.

Desde la oposición venezolana, el gobernador Henri Falcón calificó de "irrespetuosa" y también de "amenazante" la orden de Obama en una entrevista ofrecida al canal Globovisión.

"Lo que estamos viendo allí que expresa el Gobierno de los EE UU es un documento amenazante, irrespetuoso, injerencista y por supuesto inamistoso, eso no lo podemos compartir, independientemente de la visión que tengamos frente al Gobierno (venezolano)", expresó Falcón, antiguo chavista y hoy perteneciente a la opositora Mesa de la Unidad Democrática.

Sostuvo, además, que esta decisión estadounidense "le hace un flaco servicio a la oposición" porque, aseguró, "se distraen asuntos que son las prioridades del país en los actuales momentos: el problema de la crisis alimentaria, el problema de la inflación, el problema del desabastecimiento".

Por su parte, la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, declaró que el "modelo de democracia participativa, de inclusión, de programas sociales para erradicar la pobreza" puesto en marcha en Venezuela representa la "única amenaza" para Estados Unidos.

"Eso sí que es un modelo que amenaza porque es completamente contrario a lo contemplado en la Constitución de los EE UU", dijo Rodríguez en una entrevista en el canal privado Venevisión.

La titular de Exteriores también tendió la mano a Washington y recordó que Venezuela ha solicitado a diversos organismos como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) que se establezcan "mecanismos para el diálogo que permitan una normalización" en las relaciones entre los dos países.

"Pero no una en términos de subyugarnos a los designios y a los deseos del presidente de los EE UU (...), en términos de igualdad y respeto", dijo.

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