Merkel gana sus cuartas elecciones en un país sacudido por la ultraderecha

El SPD pasa a la oposición para evitar que la lidere Alternativa para Alemania

Grupos de alemanes salieron a la calle a rechazar la entrada de la ultraderecha en el Bundestag por primera vez desde el nazismo. (EFE)
Grupos de alemanes salieron a la calle a rechazar la entrada de la ultraderecha en el Bundestag por primera vez desde el nazismo. (EFE)
Noelia López

25 de septiembre 2017 - 09:42

Berlín/(EFE).- La canciller alemana y líder cristianodemócrata, Angela Merkel, ganó este domingo sus cuartas elecciones generales en una jornada marcada por el hundimiento socialdemócrata y la irrupción como tercera fuerza del Bundestag de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).

Según los datos difundidos por la Oficina electoral federal, todavía provisionales, la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel y su hermanada Unión Socialcristiana de Baviera (CSU) obtuvieron un 33 % de los votos, una caída de 8,5 puntos respecto a hace cuatro años y su segundo peor resultado tras el 31% de 1949.

El Partido Socialdemócrata (SPD), liderado por Martin Schulz, cayó al 20,5%, más de cinco puntos por debajo de las anteriores generales y el peor resultado de la historia de la formación.

AfD, que en los comicios de 2013 quedó fuera del Bundestag al no alcanzar por unas décimas el mínimo necesario del 5% de los sufragios, se hizo este domingo con el 12,6%.

Es la primera vez que una formación de ultraderecha entra en el Bundestag desde los años 50

Es la primera vez que una formación de ese espectro entra en el Bundestag desde los años 50 y, aunque ya tenía escaños en 13 de las 16 cámaras regionales del país, la presencia a escala federal multiplicará su resonancia y su financiación pública.

A pesar del júbilo de sus simpatizantes reunidos en la sede de la CDU en Berlín, Merkel admitió que hubiera deseado "un resultado mejor" y se comprometió a "reconquistar" de los votantes de AfD.

El bloque conservador, no obstante, consiguió su "objetivo estratégico", palabras con las que la canciller dejó claro que ninguna otra formación puede intentar una coalición de gobierno.

No tendrá muchas opciones abiertas, ya que el socialdemócrata Schulz, en un día que calificó de "difícil y amargo", consideró que el mandato que le habían dado los votantes era situarse al frente de la oposición, tras cuatro años gobernando junto a Merkel en gran coalición.

El expresidente del PE descartó dimitir y aseguró que tiene el "total respaldo" del SPD, que lo eligió como líder el pasado mes de marzo, para continuar al frente del partido y "renovarlo".

Los socialdemócratas volvieron a ser víctimas de la gran coalición, fórmula que ya habían ensayado con Merkel en su primera legislatura, entre 2005 y 2009, y que les había llevado a su peor resultado electoral hasta entonces, el 23%.

La canciller sólo puede intentar un inédito tripartito a nivel federal con los liberales del FDP y Los Verdes, dos formaciones con programas en muchos puntos antagónicos

Si el SPD no se sienta de nuevo a negociar, la canciller sólo puede intentar un inédito tripartito a nivel federal con los liberales del FDP y Los Verdes, dos formaciones con programas en muchos puntos antagónicos y que lograron el 10,6 %, los primeros, y el 8,9 % de los votos los ecopacifistas.

Sería la llamada "coalición Jamaica", los conservadores se identifican con el negro en Alemania, los ecopacifistas con el verde y los liberales con el amarillo, los mismos que la bandera de ese país, pero el líder del FDP, Christian Lindner, no quiso darla por hecha.

Los liberales, que se han coaligado tanto con conservadores como con socialdemócratas en las últimas décadas, quedaron fuera del Bundestag tras gobernar junto a Merkel en su segunda legislatura.

Lidner advirtió ahora de que no se dejarán presionar para entrar en un Ejecutivo "sólo porque el SPD, por razones tácticas, se pase a la oposición".

"No seremos un socio fácil", subrayó por su parte la candidata de Los Verdes, Katrin Göring-Eckardt.

Con ellos tendrá que negociar en las próximas semanas y tal vez meses Merkel, que antes de los comicios sólo había descartado como posibles aliados a la AfD y a la Izquierda, que obtuvo un 9,1 %.

"Es triste que caracterice tan mal el trabajo de una coalición que ha trabajado bien y ha hecho tanto positivo", dijo la canciller

Mientras se realizaba el escrutinio, los principales líderes políticos acudieron a la primera cadena de la televisión pública para analizar como cada cuatro años sus resultados e intentar mirar al futuro, aunque el debate entre Merkel y Schulz fue tenso.

"Es triste que caracterice tan mal el trabajo de una coalición que ha trabajado bien y ha hecho tanto positivo", dijo la canciller, ante un Schulz que, en la derrota, se presentaba en ese debate más combativo de lo que hizo durante la campaña.

La canciller instó a Schulz a aplazar al lunes su rechazo a gobernar de nuevo junto a ella.

Pero el socialdemócrata le dejó claro que la negativa era firme, tras comprobar que, aunque varias de las principales medidas de esta legislatura llevaban la firma del SPD, del salario mínimo al matrimonio homosexual, los electores habían vuelto a castigar su presencia en una gran coalición.

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