Tensión entre Francia y Estados Unidos por las presuntas escuchas de la NSA a tres presidentes galos

Washington rechaza las acusaciones de espionaje

Marine Le Pen pide a los franceses que tomen conciencia de que EE UU "no es un país aliado o amigo"

Comunicado del Elíseo en relación a las informaciones que sostienen que tres presidentes franceses fueron espiados por EE UU. (@Elysee)
Comunicado del Elíseo en relación a las informaciones que sostienen que tres presidentes franceses fueron espiados por EE UU. (@Elysee)

24 de junio 2015 - 13:37

París/(con información de agencias).- Francia no está dispuesta a tolerar "ningún acto que cuestione su seguridad y la protección de sus intereses", manifestaron este mediodía el Gobierno y la presidencia sobre el caso de las supuestas escuchas que los servicios de inteligencia de Estados Unidos hicieron a los tres últimos jefes de Estado galos. Washington, sin embargo, ha rechazado las acusaciones de espionaje y negó también que lo vaya a hacer en el futuro.

El presidente estadounidense, Barack Obama, reiteró en una conversación telefónica con su homólogo francés, François Hollande, su compromiso de acabar con las prácticas de espionaje "que pudo haber en el pasado y que eran inaceptables entre aliados".

El Ministerio francés de Exteriores convocó de forma inmediata a la embajadora estadounidense en Francia, Jane D. Hartley, para que dé explicaciones sobre las últimas informaciones acerca del espionaje al que fueron sometidos los tres últimos presidentes franceses: Jacques Chirac, Nicolas Sarkozy y François Hollande.

Francia enviará, además, a Estados Unidos al "coordinador" de sus servicios de inteligencia, Didier Le Bret, para abordar el asunto revelado por Libération y Médiapart. Las cabeceras galas publicaron filtraciones de WikiLeaks que reflejan que los servicios secretos estadounidenses presuntamente espiaron entre 2006 y 2012 a los tres citados jefes de Estado.

Así lo hizo saber el portavoz del Gobierno francés, Stéphane Le Foll, en la rueda de prensa semanal tras el Consejo de Ministros, donde indicó que el jefe del Ejecutivo, Manuel Valls, se referirá al asunto en la sesión de control al Gobierno en la Asamblea Nacional.

Marine Le Pen, la ultraderechista líder del Frente Nacional, ha señalado que Estados Unidos es una "potencia económica dispuesta a todo" para incrementar su influencia en Francia

El presidente francés, Françóis Hollande, calificó de "inaceptables" estas prácticas entre países aliados.

Estas relacioneslas pone en cuestión Marine Le Pen, la ultraderechista líder del Frente Nacional, que ha señalado que Estados Unidos es una "potencia económica dispuesta a todo" para incrementar su influencia en Francia, y esta situación debe incitar al Gobierno galo a "recuperar el sentido del interés nacional".

"Esas escuchas, que se añaden a las ya conocidas sobre la vida privada de nuestros compatriotas, son una amenaza directa para nuestra independencia nacional, la soberanía de Francia y su seguridad", indicó en un comunicado su presidenta, Marine Le Pen.

Le Pen considera que este supuesto espionaje es "extremadamente grave" y Francia debe "reaccionar con firmeza y enviar una señal fuerte retirándose de las negociaciones en marcha sobre el funesto" acuerdo de libre comercio e inversiones entre la UE y EE UU.

"La extraordinaria complacencia de las autoridades francesas ante esos métodos debe cesar", indicó Le Pen, que subrayó que los franceses deben tomar consciencia de que Estados Unidos "no es un país aliado o amigo".

La azotea de la Embajada de Estados Unidos en París, un edificio situado solo a 250 metros del Palacio del Elíseo, oculta una estación de telecomunicaciones dedicada a las escuchas de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense

A estas informaciones que han llenado de tensión la relación entre los aliados, se une la que publica este miércoles Libération según la cual la azotea de la Embajada de Estados Unidos en París, un edificio situado solo a 250 metros del Palacio del Elíseo, oculta una estación de telecomunicaciones dedicada a las escuchas de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA). La instalación se colocó en la embajada de EE UU entre 2004 y 2005 según el diario.

"Está recubierta de una lona especial que permite pasar las señales electromagnéticas y pintada con ventanas de trampantojo con el fin de disimularla ante las miradas curiosas", agrega el rotativo, que subraya que esa última planta de la delegación diplomática estadounidense puede observarse a simple vista desde la colindante Plaza de la Concordia.

En concreto, se denomina Special Collection Service (Servicio de Colección Especial o SCS, por sus siglas en inglés), una unidad común que comparten la NSA y los servicios de inteligencia de la CIA, y el cambio en el edificio puede apreciarse en fotografías tomadas por satélite antes y después de que se colocara allí ese centro de telecomunicaciones.

La información fue revelada inicialmente en 2013 por el blog "Zone d'intérêt", el mismo año en que la revista alemana Der Spiegel publicó que la NSA dispone de instalaciones similares en unas 80 embajadas de EEUU, de las que 19 se encuentran en Europa, como Berlín, Ginebra, Estocolmo, Viena o Madrid

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