Alberto Fujimori, el autócrata que divide a Perú, sale de la cárcel

El Gobierno afirma que cumple una orden del Tribunal Constitucional, pero desafía a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que le pidió no ponerlo en libertad

La expectación por la liberación de Fujimori era tal, que el coche se quedó retenido durante cerca de 30 minutos sin apenas poder avanzar por las calles. (EFE)
La expectación por la liberación de Fujimori era tal, que el coche se quedó retenido durante cerca de 30 minutos sin apenas poder avanzar por las calles. (EFE)

07 de diciembre 2023 - 12:08

Lima/(EFE).- El ex presidente peruano Alberto Fujimori (1990-2000) fue liberado entre gran expectación este miércoles en cumplimiento de una orden del Tribunal Constitucional, a pesar de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) pidió a las autoridades del país andino que se abstuvieran de hacerlo.

Desde que el martes el Tribunal Constitucional ordenara la libertad inmediata de Fujimori, en una la resolución firmada por tres de sus actuales seis miembros, con el voto dirimente del presidente del organismo, Francisco Morales, el país esperaba si el Gobierno iba a acatar esta decisión judicial, o si iba a prevalecer lo solicitado por la Cidh.

Este tribunal había publicado una resolución en la que requería al Estado peruano que se abstenga de liberar al ex gobernante, con el fin de garantizar la justicia para las víctimas de violaciones a los derechos humanos.

El Gobierno, horas después de la liberación del expresidente, emitió un breve mensaje a través del canciller, Javier González-Olaechea, y el ministro de Justicia, Eduardo Arana, en el que ratificó su adhesión a la Convención Americana sobre Derechos Humanos (conocido como Pacto de San José), y señaló que había acatado una sentencia del TC.

El Gobiern ratificó su adhesión a la Convención Americana sobre Derechos Humanos y señaló que había acatado una sentencia del TC

Finalmente, Fujimori, de 85 años, abandonó la tarde del miércoles el penal de Barbadillo con unas gafas nasales que proveen de oxígeno y con una mascarilla. Nada más salir del centro penitenciario abrazó a su hija, Keiko Fujimori, la líder del partido fujimorista Fuerza Popular, y a su hijo Kenji.

Y cuando el ex jefe de Estado dejó atrás el último control del penal, decenas de seguidores que lo esperaron durante toda la jornada lo recibieron con vítores, música y fuegos artificiales.

La expectación de su liberación era tal, que el coche se quedó retenido durante cerca de 30 minutos sin apenas poder avanzar por las calles próximas, rodeado de seguidores, policías y prensa que rodearon el vehículo.

Más tarde, sus hijos agradecieron a las puertas del domicilio de Keiko al ex presidente Pedro Pablo Kuczynski, quien otrogó el indulto a Fujimori en 2017 por motivos de salud.

"Finalmente la justicia y la humanidad hoy se impusieron", afirmó Keiko entre aplausos de seguidores.

Desde que irrumpió en la política en 1990, Fujimori dividió a la sociedad de Perú entre los que ensalzan su figura, al considerar que salvó a su país del terrorismo y el colapso económico, y los que remarcan que fue un autócrata que cometió graves violaciones a los derechos humanos y abusó de las instituciones democráticas para conservar su poder.

Fujimori cumplía una condena de 25 años de cárcel por crímenes de lesa humanidad por dos matanzas cometidas en Lima por el grupo militar encubierto Colina y el secuestro de un periodista y un empresario tras el "autogolpe" que dio en abril de 1992.

Fujimori cumplía una condena de 25 años de cárcel por crímenes de lesa humanidad por dos matanzas cometidas en Lima por el grupo militar encubierto Colina y el secuestro de un periodista y un empresario

El ex mandatario, apodado "Chino" por sus rasgos orientales, a pesar de ser descendiente de japoneses, nació en 1938 y ejerció un gobierno de mano dura en Perú entre 1990 y 2000.

En la primera ocasión venció como candidato al escritor Mario Vargas Llosa y fue reelegido otras dos veces en medio de denuncias de fraude.

Fujimori dio el 5 de abril de 1992 un golpe de Estado con el apoyo de las Fuerzas Armadas que lo llevó a asumir todos los poderes del Estado, luego de cerrar el Congreso e intervenir el Poder Judicial y el Tribunal de Garantías Constitucionales.

Tras la presión de países y organismos internacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA), el gobernante convocó a un Congreso Constituyente que promulgó en 1993 una nueva Constitución Política, que aún está vigente.

En 1994, se divorció de Susana Higuchi tras un conflicto familiar que incluyó la denuncia de su esposa ante el Congreso de que había sido torturada por los servicios de seguridad, y llevó a su hija mayor, Keiko, a convertirse en primera dama del país, cuando solo tenía 19 años. Higuchi falleció en diciembre del 2021 a los 71 años, de un cáncer al pulmón que padeció durante los últimos años.

Los simpatizantes de Fujimori lo admiran por haber derrotado durante su gestión a los grupos terroristas Sendero Luminoso y MRTA, y por haber detenido la hiperinflación que heredó del primer gobierno de Alan García (1985-1990).

Sin embargo, durante su mandato también se cometieron graves violaciones a los derechos humanos y se gestó la mayor red de corrupción de la historia peruana, liderada por su asesor "en la sombra" Vladimiro Montesinos

Sin embargo, durante su mandato también se cometieron graves violaciones a los derechos humanos y se gestó la mayor red de corrupción de la historia peruana, liderada por su asesor "en la sombra" Vladimiro Montesinos, quien también está preso.

Con la difusión, en septiembre de 2000, de un vídeo en el que se veía a Montesinos entregando dinero a un congresista opositor, se vio obligado a anunciar que iba a convocar a nuevas elecciones, a las que aseguró que no se presentaría.

Dos meses después, escapó del país y renunció a la Presidencia mediante un fax enviado desde Japón, donde permaneció hasta 2005, cuando viajó a Chile, que lo extraditó a Perú en 2007.

El ex gobernante cumplió su condena desde 2009 en una prisión policial de Lima adaptada exclusivamente para él y que, según sus opositores, era una "cárcel dorada" que no se comparaba a las condiciones del resto de la población penitenciaria del país y donde recibió continuamente a sus familiares y partidarios.

En esa prisión ha ido ganando de manera progresiva compañeros de reclusión y ahora la comparte con Alejandro Toledo, su principal opositor al final de su mandato, y Pedro Castillo, cuyo mensaje golpista recordó a muchos el pronunciado por Fujimori en 1992.

Durante los últimos años fue operado en seis ocasiones de una dolencia precancerígena en la lengua, conocida como leucoplasia, y también afrontó problemas estomacales, vasculares, de presión arterial y pulmonares.

En 2017, el entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski lo indultó con el argumento de que una junta médica había determinado que padecía una "enfermedad progresiva, degenerativa e incurable" y que las condiciones carcelarias implicaban grave riesgo para su vida.

Investigaciones posteriores señalaron que el indulto fue otorgado como consecuencia de un aparente acuerdo político con el hijo menor del ex mandatario, el entonces legislador Kenji Fujimori, para evitar que prospere la destitución por acusaciones de corrupción contra Kuczynski, quien finalmente renunció al cargo en marzo de 2018.

La gracia presidencial fue anulada posteriormente por un juez y Fujimori debió volver a la cárcel, después de que Kuczynski dejará el cargo y Kenji fuera desaforado por el Congreso en medio de un duro enfrentamiento político con su hermana Keiko.

En diciembre pasado otro tribunal determinó que el ex presidente debía ser juzgado por la denuncia de esterilizaciones forzadas cometidas durante su régimen

En octubre del 2021, fue sometido a un cateterismo en el corazón en una exclusiva clínica de Lima, para aliviar una obstrucción en una arteria, y en noviembre volvió a ser internado por complicaciones por una fibrosis pulmonar.

En el plano legal, la Justicia peruana confirmó en enero de 2020 que Fujimori debía ser juzgado por el "caso Pativilca", en el que se atribuye al grupo Colina el asesinato de seis dirigentes comunales de esa localidad del norte de la región Lima.

En diciembre pasado otro tribunal determinó que el ex presidente debía ser juzgado por la denuncia de esterilizaciones forzadas cometidas durante su régimen, por lo que se estaba a la espera de que se concrete un pedido de ampliación de su extradición de Chile.

La polémica en torno a su figura ha llegado a dos de sus cuatro hijos, considerados sus herederos políticos: la tres veces candidata presidencial Keiko, que espera el inicio de un juicio por presunto lavado de activos, y el ex legislador Kenji, condenado a 54 meses de prisión por tráfico de influencias.

________________________

Colabora con nuestro trabajo:

El equipo de 14ymedio está comprometido con hacer un periodismo serio que refleje la realidad de la Cuba profunda. Gracias por acompañarnos en este largo camino. Te invitamos a que continúes apoyándonos, pero esta vez haciéndote miembro de nuestro diario. Juntos podemos seguir transformando el periodismo en Cuba.

También te puede interesar

Lo último

stats