“Esto no hay quien lo arregle, pero sí quien lo tumbe”, dice Biscet en EE UU

El opositor cubano Óscar Elías Biscet y el alcalde de Coral Gables, James Cason. (14ymedio)
El opositor cubano Óscar Elías Biscet y el alcalde de Coral Gables, James Cason. (14ymedio)
Mario J. Pentón

29 de junio 2016 - 21:21

Miami/El médico y opositor cubano Óscar Elías Biscet recibió este miércoles la llave de la ciudad de Coral Gables (Florida) de manos del exdiplomático estadounidense en La Habana y alcalde de esa ciudad, James Cason. Durante una conferencia de prensa en el Centro de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos, el expreso político y líder del Proyecto Emilia pidió más apoyo para la oposición en la Isla, pero remarcó que existen dos proyectos independientes que no están vinculados.

"El Proyecto Emilia busca un cambio desde la base y hay otras iniciativas en la Isla que intentan acompañar este proceso desde la superestructura", dijo Biscet, que afirmó que se tenderán puentes con organizaciones como la Mesa de Unidad de Acción Democrática "cuando se unan a nosotros en las calles".

Biscet hizo un amplio recuento de la historia de Cuba y las propuestas que el Proyecto Emilia, un paraguas que aglutina a diferentes organizaciones opositoras, ha elaborado para la Isla. El opositor calificó la asociación, llamada así en honor a Emilia Teurbe Tolón, que bordó la primera bandera cubana a mediados del siglo XIX, como un "proyecto de libertad" que busca "la desintegración de la dictadura de los Castro", según el opositor.

El expreso político no perdió oportunidad para reprochar al presidente de EE UU, Barack Obama, su política de apertura con el Gobierno cubano. "Cuando veo imágenes como esta me quedo espantado, porque esta Administración no quiere la libertad de la Isla", comentó mientras enseñaba una foto del presidente estadounidense estrechando la mano al mandatario cubano, Raúl Castro. Posteriormente, mostró una imagen del expresidente de EE UU, George Bush, que le entregaba la Medalla al Valor y dijo: "Este sí que es un amigo de la libertad del pueblo cubano".

Biscet también agradeció las gestiones que el exdiplomático Cason realizó en La Habana: "Gracias a él y al esfuerzo del Gobierno del [ex]presidente Bush pude mantener la salud en la cárcel". El opositor fue condenado a 25 años de prisión por presentar una investigación que denunciaba las prácticas abortistas del sistema de salud cubano, pero fue puesto en libertad en 2011, después de más de 11 años en la cárcel, y decidió permanecer en la Isla.

"Los países que defienden la libertad deberían ser un ejemplo para los cubanos, pero no es así", dijo

El Gobierno cubano le permitió recientemente salir "por una sola vez" y está en medio de una gira que lo ha llevado a España, Hungría y Estados Unidos. El opositor, sin embargo, asegura que teme por su vida al regresar a la Isla.

"Cuba es una dictadura, a veces la gente la confunde porque las democracias de Europa y ahora Estados Unidos han decidido negociar con ella. Los países que defienden la libertad deberían ser un ejemplo para los cubanos, pero no es así", agregó.

Para Biscet, todo aquel que haga negocios con el Gobierno cubano corre el riesgo de perder sus inversiones cuando el actual sistema llegue a su fin. "No consideraremos honrosos los compromisos adquiridos por la dictadura cubana con ningún Gobierno extranjero que haya accedido a darle créditos", dijo el opositor, que citó como precedente la deuda del país con el Imperio español, que fue abolida a inicios de la República por considerarse "odiosa".

Como ha hecho en anteriores ocasiones, el médico recordó que su proyecto busca poner como fundamento de una nueva república la Constitución de 1940, "violada por Fidel Castro en 1959 con la aplicación de la pena capital de manera arbitraria".

"Solo en el primer mes (de Revolución) se fusilaron 900 personas, 400 de las cuales eran personas que no tenían nada que ver con el régimen anterior, simplemente se atrevieron a disentir", agregó Biscet.

También aseguró que más de 73.000 personas han perdido la vida por motivos políticos desde enero de 1959. "He perdonado los abusos y los años de cárcel a los que me condenaron injustamente. Me torturaron de una forma tal que no puedo contar en público. Pero por el amor que siento por las víctimas, tengo que exigir que los Castro vayan a un tribunal imparcial y respondan por lo que han hecho", dijo.

"He perdonado los abusos y los años de cárcel a los que me condenaron injustamente, pero tengo que exigir que los Castro vayan a un tribunal imparcial y respondan por lo que han hecho"

El opositor también arremetió contra los dirigentes de la Isla por jactarse de favorecer las libertades. "Dicen que en Cuba hay libertad religiosa, pero eso no es cierto. Las Iglesias no tienen órganos de prensa, ni pueden gestionar escuelas. Los pastores tienen que tener cuidado con lo que predican. Eso no es libertad religiosa. Hay libertad de culto, pero no libertad religiosa", agregó.

Otro punto en el que insistió fue la libertad de movimiento. "Para desplazarte dentro del país necesitas dar (a la empresa de transporte) los números de tu carné de identidad, que al final van a parar a manos de la Seguridad del Estado. Es un régimen de apartheid como el de Sudáfrica, pero no por motivos raciales, sino ideológicos".

Para Biscet un fenómeno reciente en la Isla es el de los que él llama "los doblepensadores". Según el opositor, se trata de las decenas de miles de personas que están con el régimen hasta el último minuto antes de escapar a Estados Unidos y luego se acogen a la Ley de Ajuste Cubano. "La gente en el país se manifiesta donde quiera, pero no pone en práctica sus ideas", dijo.

El opositor hizo nuevamente un guiño a una posible sublevación militar dentro de la Isla, al tiempo que aseguró que es posible que con el descalabro venezolano la situación en Cuba se precipite. "Dentro de Cuba existe un refrán: esto no hay quien lo arregle, pero tampoco quien lo tumbe. Nosotros decimos: esto no hay quien lo arregle, pero sí hay quien lo tumbe".

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