Los defensores del embargo "se están quedando en minoría" en el Congreso, dice senadora

La senadora estadounidense que encabeza los esfuerzos para acabar con el embargo en la Cámara Alta, Amy Klobuchar. (Facebook)
La senadora estadounidense que encabeza los esfuerzos para acabar con el embargo en la Cámara Alta, Amy Klobuchar. (Facebook)
Lucía Leal

18 de marzo 2016 - 20:41

Washington/(EFE).- Aquellos que defienden el embargo a Cuba a capa y espada "se están quedando en la minoría" en el Congreso de Estados Unidos, aseguró en una entrevista con Efe la senadora que encabeza los esfuerzos para acabar con esa medida en la Cámara Alta, Amy Klobuchar.

Esta senadora demócrata es una de las principales aliadas de la Casa Blanca en el esfuerzo de apertura a Cuba, y el próximo domingo formará parte de la delegación que acompañará al presidente Barack Obama en su histórica visita a la Isla.

"Este viaje será importante para que más gente cambie de opinión (sobre Cuba) en EE UU. Las encuestas demuestran que el pueblo estadounidense está incluso por delante del Gobierno en su apoyo a una mayor apertura, pero eso es algo que el Congreso no refleja", lamentó Klobuchar en una conversación telefónica con Efe.

Hace trece meses que Klobuchar presentó el primer proyecto de ley en el Senado para acabar con el embargo, y la senadora por Minesota reconoce que es complicado superar la resistencia de algunos legisladores de origen cubano, como el demócrata Robert Menéndez o el republicano Marco Rubio, frontalmente opuestos a levantarlo.

"Las cosas son todavía muy difíciles con alguna gente que lleva mucho tiempo con la misma posición, pero se están quedando cada vez más y más en la minoría", argumentó Klobuchar.

"Las encuestas demuestran que el pueblo estadounidense está incluso por delante del Gobierno en su apoyo a una mayor apertura, pero eso es algo que el Congreso no refleja", lamentó Klobuchar

Veintidós senadores se han sumado en los últimos meses al esfuerzo de Klobuchar y "otros muchos" le han asegurado que "votarían a favor" de su proyecto de ley, que eliminaría las barreras legales que impiden que los estadounidenses comercien con Cuba o con las empresas que operen en el país caribeño.

"Lo que necesitamos es que este proyecto se vote en el pleno del Senado, y creo que eso no pasará antes de las elecciones (presidenciales de noviembre). La mayoría de la gente predice que será después", apuntó la senadora.

Klobuchar coincidió con el pronóstico de Obama, que la semana pasada opinó que el Congreso estadounidense levantará el embargo en algún momento de la Administración del próximo presidente, ya sea demócrata o republicano.

"Creo que poco a poco estamos viendo cambios en cómo el Senado y cada uno de los senadores abordan este asunto. Y por eso creo que habrá algún avance ya sea justo después de las elecciones o el año que viene", vaticinó.

Su proyecto de ley no tuvo un gran impacto entre los medios estadounidenses cuando lo presentó en febrero de 2015, pero sí apareció en varias portadas en Cuba, y muchos cubanos reconocieron y saludaron a Klobuchar por la calle cuando visitó La Habana ese mismo mes junto a otros senadores.

La senadora regresó a Cuba para la apertura formal de la embajada estadounidense el pasado agosto, y durante el viaje de Obama tiene previsto mantener varias reuniones sobre la cooperación en materia de agricultura, un tema que interesa mucho en Minesota, el estado al que representa.

"Hay muchos rumores de que el presidente (Obama) va a conceder licencias para permitir que algunos hoteles estadounidenses hagan negocios en Cuba", afirmó la legisladora

Pero también está muy implicada en los esfuerzos por permitir que los estadounidenses puedan hacer turismo en la isla, y la semana pasada pidió en una carta que el Gobierno de Washington relaje las restricciones a la inversión en Cuba para que los hoteles de este país puedan operar en la isla.

"Hay muchos rumores de que el presidente (Obama) va a conceder licencias para permitir que algunos hoteles estadounidenses hagan negocios en Cuba", afirmó la legisladora.

"Cuanto más turismo (estadounidense) haya, más dinero se gastará en el país, y eso será bueno para la economía cubana. Pero también habrá más relaciones entre los cubanos y los estadounidenses, y creo que eso aumentará la demanda de cambios en la economía y en la situación de derechos humanos", argumentó.

Además, Klobuchar considera "muy importante" que Obama "se reúna con disidentes y miembros de la sociedad civil" cubana durante su visita a Cuba, porque esa es "la única forma de dejar claro" al Gobierno de Raúl Castro que "tiene que haber cambios" en derechos humanos.

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