Exlíder guerrillero sugiere castigos para FARC compatibles con política

Atentados cometido por las FARC contra el Club El Nogal, en Bogotá, donde murieron 36 personas el 7 de febrero de 2003. (El Tiempo)
Atentado cometido por las FARC contra el Club El Nogal, en Bogotá, en 2003. (El Tiempo)
Gonzalo Domínguez Loeda

05 de marzo 2015 - 16:28

Bogotá/(EFE).- El senador y exlíder de la guerrilla colombiana Movimiento 19 de Abril (M-19) Antonio Navarro Wolff defendió en una entrevista con Efe que se encuentre una fórmula para que las penas que se apliquen a los líderes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) sean compatibles con la participación en política.

En opinión de Navarro, de cuya desmovilización al frente del M-19 se cumplirán 25 años el próximo domingo 8 de marzo, es "fundamental" que los líderes de las FARC puedan intervenir en política porque las guerrillas "son estructuras con liderazgos bien reconocidos" y las voces de sus mandos son muy importantes para el grupo.

"Es necesario intentar encontrar una fórmula para que, estando presos, puedan ser elegidos senadores y puedan ir a las sesiones del Congreso. Cosas como esa nos tenemos que inventar y encontrar", subrayó Navarro, también exministro y uno de los autores de la actual Constitución colombiana.

El Gobierno y las FARC negocian un acuerdo de paz desde hace más de dos años en La Habana en el que las eventuales penas de prisión que se impondría a los guerrilleros son objeto de discusión. En diferentes ocasiones los mandos de la guerrilla han afirmado desde Cuba que no van a pagar "ni un día de cárcel", lo que ha generado un fuerte debate en la sociedad colombiana que considera que delitos como el del narcotráfico o los crímenes de lesa humanidad no pueden quedar impunes.

En este sentido destacó que si tras el asesinato de Carlos Pizarro, líder y piloto hacia la paz del M-19, él (Navarro) hubiera estado preso "la mitad de la gente se hubiera pasado a las montañas" y retomado la lucha armada. Pizarro fue asesinado el 26 de abril de 1990 en plena campaña presidencial y Navarro tomó su bandera, continuó su carrera hacia la jefatura de Estado y quedó en tercera posición.

"Es necesario intentar encontrar una fórmula para que, estando presos, puedan ser elegidos senadores y puedan ir a las sesiones del Congreso", según Navarro

Al tomar el liderazgo truncado de Pizarro, el actual senador por el partido Alianza Verde contuvo a los integrantes del M-19 que querían retomar las armas y mantuvo su compromiso con la paz, algo que, según señaló, deben de hacer los líderes de las FARC en caso de llegar a un acuerdo final.

"Va a haber muchos temas complejos y se va a necesitar un liderazgo de las FARC comprometido con muchos acuerdos, actuando y no metido en una cárcel", apostilló. Sin embargo, se mostró partidario de que los mandos guerrilleros sí paguen algún tipo de pena porque "si no hubiera ningún tipo de castigo puede venir otro gobierno y reversar" algo de lo acordado.

Pese a la imposición de penas, Navarro considera que también es esencial la participación política de los líderes de las FARC para mantener las estructuras y "no que 8.000 tipos se dispersen y armen unas cosas como las maras (bandas criminales) centroamericanas".

El exnúmero dos del M-19 se mostró partidario de que los mandos guerrilleros sí paguen algún tipo de pena porque "si no hubiera ningún tipo de castigo puede venir otro gobierno y reversar" algo de lo acordado

El exnúmero dos del M-19 explicó que una guerrilla se asemeja mucho a "una comunidad primitiva nómada" que mantiene una estructura muy organizada y unida. Por ello consideró que es necesario "desarmar esa comunidad pero mantenerla unida en el postconflicto", período que se iniciará si los diálogos de Cuba llegan a buen puerto. "Si dispersamos a las FARC lo que vamos a hacer es mandar a mucha gente a la delincuencia común", apostilló.

Preguntado sobre el posible desempeño de las FARC en política y sus similitudes con la Alianza Democrática M-19 (partido de la antigua guerrilla), Navarro señaló que existen notables diferencias, primero que todo porque su organización no era marxista, una ideología que "es minoría en la sociedad colombiana".

Asimismo, señaló que a su movimiento le importaba la opinión pública y trabajaron por ganarla con propuestas "más en el marco de lo viable" y no extremistas. "Los extremistas, ni de izquierda ni de derecha, tienen espacio fácil en una democracia", comentó.

Navarro dijo que no cree que tengan "posibilidad en mediano o largo plazo" ya que su actividad durante más de 50 años de conflicto armado "ha afectado a mucha gente"

Respecto al alcance electoral de un partido de las FARC, Navarro dijo que no cree que tengan "posibilidad en mediano o largo plazo" ya que su actividad durante más de 50 años de conflicto armado "ha afectado a mucha gente".

Además subrayó que su estrategia de crecimiento político está basada en los "esquemas leninistas" con políticas de cuadros de partido, lo que les da la posibilidad de "sobrevivir políticamente pero no de crecer demasiado".

"Ellos harán la política como la saben hacer, con unas bases campesinas que vienen trabajando hace muchísimo tiempo, donde tienen un apoyo, pero su crecimiento va a ser muy lento", concluyó.

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