La izquierda pierde Bogotá y el expresidente Uribe sufre un revés en Medellín

Enrique Peñalosa, independiente apoyado por el partido del vicepresidente, observa en campaña Bogotá, la ciudad de la que será alcalde a partir de ahora. (@EnriquePenalosa)
Enrique Peñalosa, independiente apoyado por el partido del vicepresidente, observa en campaña Bogotá, la ciudad de la que será alcalde a partir de ahora. (@EnriquePenalosa)
Gonzalo Domínguez Loeda

26 de octubre 2015 - 10:06

Bogotá/(EFE).- El vicepresidente colombiano, Germán Vargas Lleras, fue el gran vencedor de las elecciones locales y regionales que se celebraron este domingo en el país, en las que su partido, Cambio Radical, salió muy reforzado y la izquierda y el uribismo sufrieron reveses.

La escena de la batalla electoral quedó representada en la comparecencia del presidente Juan Manuel Santos, quien se presentó ante los medios con un Vargas Lleras a su lado que no podía disimular su sonrisa.

No en vano, su partido, fundado en 1998, ha conseguido posicionarse como clave en la gobernabilidad del país con triunfos en cinco de los 32 departamentos de Colombia y en cinco capitales regionales con candidato propio y en otras seis en alianzas.

Vargas Lleras es uno de los grandes nombres de la política colombiana y es visto como sucesor natural de Santos en 2018, por lo que este resultado respalda sus aspiraciones.

Destaca la victoria de Enrique Peñalosa, independiente apoyado por Cambio Radical que consiguió acceder a la Alcaldía de Bogotá y destronar a la izquierda tras doce años

Entre sus grandes éxitos destaca la victoria de Enrique Peñalosa, independiente apoyado por Cambio Radical que consiguió acceder a la Alcaldía de Bogotá y destronar a la izquierda tras doce años de gobiernos ininterrumpidos.

En Bogotá se expresaron mejor que en ningún otro sitio las aspiraciones de Vargas Lleras, que optó por apoyar a Peñalosa frente a Rafael Pardo, del Partido Liberal apoyado por el Partido de la U, las otros dos fuerzas de la coalición del Gobierno nacional.

El otro gran éxito fue la victoria de Alejandro Char en la Alcaldía de Barranquilla, el más votado de las grandes ciudades.

Otra de los grandes conclusiones que deja la jornada electoral es la derrota del uribismo, la corriente política que encarna el expresidente Álvaro Uribe y que tiene su expresión partidista en el Centro Democrático.

La gran expectativa estaba depositada en Medellín, la segunda ciudad del país y capital del departamento de Antioquia, del que es oriundo Uribe.

El significado de la derrota tiene un gran significado, ya que Uribe y sus acólitos han sido los mayores críticos del proceso de paz que el Gobierno de Santos adelanta con las FARC desde hace casi tres años. Las críticas han elevado al expresidente a una imagen de antítesis de Santos. Allá donde el mandatario mostraba una posición más moderada, Uribe enseñaba su faceta más contundente. La derrota no pasó desapercibida para Santos, quien aseguró que los resultados de las elecciones son una muestra del apoyo de los colombianos al proceso de paz.

Balance muy negativo saca también la izquierda colombiana, que perdió Bogotá, su gran feudo, tras doce años de administración.

La candidata del Polo Democrático Alternativo (PDA), Clara López terminó en tercera posición por detrás de Peñalosa y Pardo pese a que cuando anunció su candidatura los sondeos preveían su victoria. De este modo la izquierda queda al margen de las esferas públicas de poder y descabezada, puesto que ahora sus grandes voces quedan restringidas a los debates parlamentarios.

Una lectura que también arrojan los resultados es que los colombianos están cansados de los políticos tradicionales.

No en vano, en las tres principales ciudades del país -Bogotá, Medellín y Cali- vencieron candidatos independientes que han intentado mostrar un perfil ajeno al de los políticos tradicionales.

En las tres principales ciudades del país vencieron candidatos independientes que han intentado mostrar un perfil ajeno al de los políticos tradicionales

Peñalosa salió a celebrar su victoria ante sus simpatizantes y le prometió que haría un "Gobierno sin política", una carta que quiso utilizar desde el primer día pero que no explicó en qué consistía.

En Medellín, el ganador fue Federico Andrés Gutiérrez, de la plataforma Creemos, que no solo derrotó al candidato del Centro Democrático, sino que además continuó la senda trazada por los tres alcaldes que le precedieron y que salieron de movimientos ciudadanos.

El más claro ejemplo quedó plasmado en Cali, donde el empresario independiente Maurice Armitage se impuso con solvencia al candidato Liberal, Roberto Ortiz y al exvicepresidente Angelino Garzón, del Partido de la U.

De este modo, las tres principales ciudades de Colombia estarán bajo el mandato de alcaldes con perfiles ajenos a la política tradicional que intentarán proyectar una nueva imagen.

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